El alcalde de Sort (Lleida), Baldo Farré, ha asegurado este jueves, en el segundo congreso catalán de repoblación que los servicios en las zonas rurales han de ser cuestión de dignidad porque: “Vivir en pueblo no se puede convertir en un acto de heroicidad”.
“Lo que necesitamos son compromisos firmes y acciones reales porque la repoblación no será una suma de iniciativas reales, la repoblación solo será si es un proyecto colectivo y político”, ha remarcado Baldo Barré en el congreso que se celebra en Sort, en el que participan unas 300 personas de las que 150 son cargos electos, la mitad alcaldes.
Baldo Farré ha afirmado que hablar de repoblar es hablar de vivienda, de trabajo, de servicios y de vida comunitaria “porque si no se dan estas condiciones materiales la repoblación es imposible”.
En este contexto ha insistido en que no cree “en el equilibrio que da lo mismo a todo el mundo, sino en el que da más a quien más lo necesita”.

Agustí Jiménez, Mónica Lafuente, Baldo Farré, Joan Talarn, Paco Boya y Xavier Amor.
En la misma línea, el presidente de la Diputación de Lleida, Joan Talarn, ha afirmado que no es suficiente con igualdad: “Hace falta equidad para revertir el despoblamiento y hacer posible arraigar proyectos de vida en los pueblos”.
Talarn ha explicado que la Diputación destina más de siete millones de euros anuales para ayudar a los pueblos pequeños a generar vivienda, ocupación y oportunidades.
El Estatuto de los municipios rurales
La directora general de Coordinación Interdepartamental del Departamento de Presidencia de la Generalitat, Mònica Lafuente, y el secretario de gobiernos locales y relaciones con Arán del Govern, Xavier Amor, han coincidido en sus intervenciones en que el Parlament de Catalunya aprobará en julio el estatuto de los municipios rurales.
Lafuente ha asegurado que el documento recoge claves para dinamizar y arraigar la población al territorio, una de ellas es el cumplimiento del mecanismo de garantía rural en todos los departamentos de Generalitat.
“Pasará lo mismo que ha pasado en los temas de género, lengua o salud mental. Toda la normativa que salga de cualquier departamento ha de velar y valorar qué impacto tiene en el mundo rural”, ha afirmado Lafuente.
La directora ha destacado el envejecimiento de la población, la masculinización, la falta de relevo generacional y a la pérdida de capital humano que se da el mundo rural.
“Hay dos 'cataluñas' que van a dos velocidades, no nos lo podemos permitir, hay una línea divisoria, como una cicatriz que nos lo demuestra, el Eje Transversal”, ha afirmado.
La línea divisoria del Eje Transversal
En este sentido, ha explicado que la parte inferior del Eje Transversal tiene superpoblación y una economía avanzada e industrializada, mientras la zona superior, la del norte, de montaña, es la que está más estancada, salvo alguna excepción como la Cerdanya o Aran.
Por su parte, el Secretario general para el Reto Demográfico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Paco Boya, ha dicho que el mundo rural puede aplicar palancas “contra un problema de una gravedad máxima como es el cambio climático”.
“Las ciudades contaminan pero el pulmón para regenerar el entorno ambiental está en el medio rural, si no tenemos bosques cultivados, no hay gestión forestal, no hay quien cuide el agua y la energía, no irá bien, necesitamos reequilibrar el país”, ha afirmado.
El vicepresidente de la Diputación de Lleida y alcalde de Torre-serona, Agustí Jiménez, ha hecho una radiografía de Lleida, provincia con 230 municipios en la que el 70 % tienen menos de mil habitantes y el 50 % de menos de 500.
“Uno de los problemas que sufrimos es el envejecimiento, de eso va el congreso de hoy y mañana, de hacer políticas para reactivar este dinamismo, que la gente pueda venir a nuestros pueblos de forma coordinada, que venga gente joven, nuevas familias”, ha afirmado Jiménez.