La financiación singular para Catalunya retomó el paso con la convocatoria de la comisión bilateral Estado-Generalitat para el 14 de julio, en Barcelona. ERC pasó del pesimismo tras conocerse el caso Santos Cerdán al optimismo en cuestión de días. Y pese a la inquietud que le provoca que el presunto caso de corrupción del exsecretario de organización del PSOE acabe con unas elecciones anticipadas, en lo que se refiere a la negociación para la financiación se atreve a decir que “va bien”. Tanto, que el portavoz adjunto de los republicanos, Isaac Albert, ha contradicho a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y ha asegurado este mediodía que el sistema de financiación negociado hasta hoy “se parece bastante” a un concierto económico”, como el vasco o el modelo foral navarro.
Montero, en una entrevista este fin de semana en El Correo de Andalucía, afirmó que la financiación singular de Catalunya no estaría la margen del resto de comunidades autónoma, y que la negociación es multilateral.
Esquerra afirma que lo planteado hasta hoy es un modelo singular para Catalunya extrapolable a otras comunidades
Albert lo ha refutado. Ha subrayado que el modelo de financiación se está negociando para Catalunya. Posteriormente es posible que se plantee para otros territorios. “Lo que pasa es que no sé si todas las comunidades estarán en disposición de querer tener lo mismo que pide Catalunya: que quieran la recaudación del 100% de sus impuestos -porque no es fácil-, que quieran mantener la ordinalidad...”.
El republicano ha recordado que el PSOE tiene su propio compromiso de modificar el sistema de financiación de todas las comunidades; “pero tiene un segundo compromiso: cumplir con Catalunya y con el pacto que alcanzó ERC”. “Hay que ver como evoluciona este sistema de financiación, porque que algo sea extrapolable a otras comunidades no quiere decir que no sea singular”. “La foto, desde un punto de vista técnico, se parece bastante a lo que sería un concierto económico”, ha reiterado, porque prevé, según ha dicho, la recaudación de impuestos, pago al Estado por los servicios prestados y cuota de solidaridad.
No sé si todas las comunidades estarán en disposición de querer tener lo mismo que pide Catalunya”
Con todo, Albert ha sugerido que la ministra, por su condición de futura candidata a presidir la Junta de Andalucía, moduló su mensaje para “hacer equilibrios” ante una audiencia andaluza.
Aun así, ERC tiene un ojo puesto en la comisión bilateral del 14 de julio. Para Albert, hay que ver si con “las nuevas propuestas que vayamos cerrando” de aquí a ese encuentro “acaban modificando la Lofca” (Ley Orgánica de septiembre de 1980 de Financiación de las Comunidades Autónomas).
El portavoz ha recordado que es una cita entre gobiernos, por lo que ERC no estará presente pondrá toda su atención en los contenidos que se presenten tras finalizar la bilateral. “Tienen que salir acuerdos suficientemente importantes que justifiquen esta bilateral; la reunión es un elemento secundario, lo importante son los acuerdos que salgan de ella”, ha recalcado Albert a la vez que apuntaba que lo que se pondrá en la mesa en esa bilateral es lo negociado a tres banda: entre el Gobierno, el Govern y ERC. Así que se abre un periodo de conversaciones hasta el 14 de julio para que saliendo de la cita en Barcelona los gobiernos español y catalán presenten “el plan director para desarrollar la Hisenda catalana, incrementándose sus espacios físicos y los recursos humanos, y hay que presentar las modificaciones legislativas para que sea una realidad”.
En la bilateral, ERC espera que se presente el plan director para desarrollar la Hisenda catalana y las modificaciones legislativas para que la financiación sea una realidad
En este sentido, ha asegurado que “las cosas van bien, hay un acuerdo amplio y bueno a nivel catalán y con el Gobierno se va avanzando”. “Somos optimistas”, ha añadido.
Pero en todo esto hay una dificultada añadida al caso Cerdán: que la votación en el Congreso para que Catalunya tenga una nueva financiación sume mayoría. Oriol Junqueras ya apeló el sábado al Gobierno para que favorezca su éxito. En este sentido, los republicanos calculan que el Estado deberá aportar al sistema de financiación común un montante superior, que rondaría los 24.000 millones de euros. Una cifra que deberá compensar la hipotética salida de Catalunya del régimen común.