El Gobierno central y el catalán acordaron ayer la estructura del nuevo modelo de financiación singular de Catalunya que el Ejecutivo de Pedro Sánchez quiere proponer al resto de comunidades autónomas tras el verano, en una nueva reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
La entente entre ambos gobiernos, carente de plazos de ejecución ni cifras, se prevé empezar a desplegar de forma paulatina en Catalunya, a través de un grupo de trabajo mixto que empezará a aportar luz al camino. Pero nada podrá hacerse realidad sin las obligadas reformas legislativas pertinentes, para las que el Gobierno no goza a día de hoy de las mayorías necesarias, pero que pretende aprobar en el Consejo de Ministros “lo antes posible”.
El acuerdo tampoco refleja por entero una asunción específica por parte del Gobierno de algunos de los términos clave del pacto entre el PSC y ERC para la investidura de Illa. De hecho, el documento sellado se limita a describir en el preámbulo algunas aspiraciones de Catalunya, como la recaudación del 100% de los impuestos que pagan los catalanes y el respeto al principio de ordinalidad para el pago de la cuota de solidaridad, un principio asumido por el Govern para evitar que Catalunya pierda posiciones en cuanto a la renta per cápita tras su aportación a la caja común. Fuentes del Govern alegan que ha sido la única manera de encajar el acuerdo sin romper de antemano la negociación con el resto de territorios.
El acuerdo permite desplegar la hacienda propia pero deja sin definir aspectos clave, como la ordinalidad
“Hay acuerdos que exigen modificación de leyes orgánicas y también hay acuerdos que exigen, lógicamente, la manifestación expresa del Consejo de Política Fiscal y Financiera y de las Cortes Generales”, señaló el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, en rueda de prensa junto al conseller de Presidència, Albert Dalmau, tras la reunión bilateral.
El conseller resaltó que la entente “entre instituciones” cumple el pacto de investidura con ERC y supone “un cambio de paradigma”. Y el ministro recordó que el Gobierno ha tratado de reformar el sistema de financiación en la pasada legislatura y en la vigente, y que la voluntad es “seguir intentando que sea posible”, aunque para eso “necesitamos los apoyos pertinentes que las demás fuerzas nos den”. Aquí Torres evidenció las “amplias diferencias” entre unos territorios que tienen una peor financiación y otros que tienen mayores ingresos”, pero remarcó que “la bilateralidad es compatible con la multilateralidad”.
Pese a la inconcreción sobre aspectos clave como la solidaridad, la singularidad, y el alcance de la capacidad normativa y de gestión de los tributos, ERC valoró por su parte que se trata del “punto de partida”, una valoración en positivo que el Govern de Illa agradece.
El Gobierno central y el catalán aseguran haber puesto “los cimientos” para la reforma de un sistema caducado desde hace once años. En la medida en que el Gobierno asume el reto de que la Agència Tributària de Catalunya (ATC) sea quien, en un futuro, gestione los tributos en Catalunya, empezando por el IRPF a partir del 2026, algo que no podrá hacer de forma íntegra ese año, el Ejecutivo central sienta con este acuerdo “las bases para tener en cuenta las necesidades y singularidades de Catalunya, y del resto”.
La estructura del modelo cambiaría sustancialmente. En lugar de basarse en un modelo de gastos se sustentará en los ingresos a través de los tributos, por lo que se eliminarán los habituales ingresos a cuenta del Estado para financiar los servicios públicos.
Así, Catalunya -y el resto de regiones que se adhieran– tendría la llave de la caja. Recaudaría los impuestos de acuerdo a una cesta de tributos por definir y transferiría al Estado una parte –también a calcular– para pagar los servicios por conceptos como la seguridad, las aduanas, etc., además de la aportación a la solidaridad. El resto se la quedaría Catalunya para sufragar las competencias homogéneas -la educación o la sanidad- y las singulares –seguridad ciudadana, prisiones, lengua o la gestión tributaria–.