La Guardia Civil ha detenido a 14 personas e investigado a otras ocho por su presunta pertenencia a una organización criminal dedicada a favorecer la inmigración irregular entre Argelia y España, una ruta al alza durante este año, en contra de la canaria, que está en descenso debido, en gran medida, a la mano dura que Mauritania está empleando con las personas que esperan su turno para cruzar al archipiélago, como reveló el informe hecho público ayer por Human Rights Watch, que documenta torturas, abusos y expulsiones colectivas a manos de la policía mauritana.
Los expertos explican que, siempre que una ruta se tapona, otra se abre. Y las mafias que trafican con seres humanos no pierden la oportunidad. Los implicados en la operación de la Guardia Civil desarrollada en Almería, Murcia, Sevilla y Alicante habían invertido más de un millón de euros en la compra de embarcaciones de alta velocidad, las llamadas go fast. Para ello utilizaban un entramado de empresas establecidas en Francia, que introducía desde Argelia los beneficios obtenidos de las actividades ilícitas, ya que llegaban a cobrar hasta 7.000 euros por migrante irregular introducido en España. En lo que va de año, 4.323 migrantes han llegado a Baleares en pateras, un 77% más que el año pasado, según el último balance del Ministerio del Interior, que por primera vez –debido al repunte de la ruta– divide entre los llegados a las islas y a la Península.

Un barco de Salvamento Marítimo rescata a varios migrantes en un cayuco a su llegada al puerto de La Restinga.
La organización criminal tenía unos roles perfectamente definidos en diferentes facciones, según fuentes policiales, con la existencia de patrocinadores, financiadores, intermediarios y conseguidores, así como facilitadores del sector náutico e integrantes dedicados a la logística y cobertura.
A los detenidos se les imputan los supuestos delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo, favorecimiento de la inmigración irregular, contrabando y tenencia ilícita de armas.