Por segunda jornada consecutiva, el malestar por la detención de los miembros de la flotilla por parte del Gobierno de Israel y el genocidio en Gaza se canalizó a través de varias protestas en las calles de ciudades de España, siendo Barcelona el foco principal.
A las 18.30 horas arrancó desde la plaza Urquinaona una protesta convocada por la Comunitat Palestina de Catalunya y la organización promotora de la flotilla para pedir la ruptura de relaciones con Israel. Unos 2.000 participantes, según la Guàrdia Urbana, recorrieron la Via Laietana –donde hicieron pintadas en algunos establecimientos con acusaciones de “complicidad” con Israel– y el paseo de Colom antes de llegar a Drassanes, donde dicha comitiva trasladó su apoyo al casi centenar de concentrados que están acampados en la plaza de la Carbonera desde el jueves por la noche y cuya intención es quedarse hasta el 15 de octubre. La Guàrdia Urbana tuvo que cortar los accesos a la ronda Litoral a esa altura.
La marcha propalestina acabó sin detenciones, pero con tres participantes denunciados por los Mossos por desórdenes públicos este viernes y seis agentes de la policía catalana resultaron heridos leves a causa del lanzamiento de piedras y objetos.
Por la mañana tuvo lugar otra marcha en la capital catalana que protagonizaron unos 6.500 estudiantes, según la Guàrdia Urbana. Los sindicatos SEPC y CGT convocaron a la comunidad educativa a un segundo día de huelga y llamaron a concentrarse a las 12 del mediodía en la plaza Universitat.
A primera hora del día, varios alumnos realizaron cortes en la AP-7 –a la altura de Sant Celoni– o la C-25 a su paso por Manresa. Estas incidencias duraron media hora. Además, bloquearon el acceso a facultades de la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universitat de Barcelona y la Universitat Politècnica de Catalunya.

Mossos lanzan gases lacrimógenos sobre los manifestantes, ayer en Barcelona
Aún sobre la marcha estudiantil en Barcelona, bajo el lema “Contra el imperialismo genocida, Palestina libre”, recorrió la ronda de Sant Antoni y la avenida Paral·lel hasta llegar a la plaza de la Carbonera.
En Madrid, varios sindicatos del ámbito de la educación llamaron a cuatro horas de paros –de 11.30 a 13.30 horas y de 17 a 19 horas–. El lema de la protesta fue ”Educación contra la barbarie” y tuvo un seguimiento cercano al 10%, según la Consejería de Educación. Paralelamente, más de 70 estudiantes se encerraron en la facultad de Filosofía y Filología de la Universidad Complutense.
El sindicato ELA convocó por la mañana diez concentraciones en distintas ciudades del País Vasco y Navarra (entre ellas Vitoria y Pamplona) que reunieron a un millar de personas.