La familia de Antonio Tejero, el hombre que protagonizó el intento de golpe de Estado el 23 de febrero de 1981, ha aclarado este jueves que el exteniente coronel se encuentra en estado crítico. Horas antes se había informado de su muerte. Tejero, nacido en 1932 en el seno de una familia de militares de Alahurín el Grande (Málaga), en Málaga, protagonizó la asonada que el 23 de febrero de 1981 tomó por las armas el Congreso de los Diputados donde retuvo a todos los electos incluido el presidente del Gobierno Adolfo Suárez y el ministro de Defensa, Manuel Gutiérrez Mellado, el único que se enfrentó a él en una breve refriega.
El ex teniente coronel de la Guardia Civil que encabezó el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, Antonio Tejero, en una protesta ultra de hace dos años (EFE)
La crisis del 23-F marcó el proceso de Transición hacia la democracia y concluyó con la intervención del Rey Juan Carlos que finalmente se puso del lado del gobierno legítimo que Tejero, entre otros militares trató de derrocar.
Fue condenado a treinta años de prisión por su participación en el golpe de Estado. Cumplió parte de su condena en diferentes cárceles, entre ellas el castillo de Figueres (Girona) y, tras varios años, obtuvo la libertad condicional.
El teniente coronel Tejero irrumpió, pistola en mano, en el Congreso de los Diputados durante la segunda votación de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno
Tras su salida de la cárcel mantuvo un perfil discreto, a pesar de que siempre aseguró que no había renunciado a las posiciones que le llevaron a protagonizar el intento de golpe de Estado en 1981, cuando era teniente coronel de la Guardia Civil, cuerpo en el que ingresó en 1951 y de donde fue expulsado.
Además de ser el rostro del golpe fallido, es conocido por su frase “¡Quieto todo el mundo!”, con la que interrumpió la votación que estaba teniendo lugar en ese momento en el Congreso de los Diputados, la investidura como presidente del Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo, que iba a suceder al entonces dimitido Adolfo Suárez.
Desde ese momento, los 350 diputados pasaron más de 17 horas secuestrados en la Cámara Baja. Tejero irrumpió en el Hemiciclo a las 18.23 horas acompañado de más de 250 guardias civiles armados ordenando a los presentes que se tirasen al suelo.
“¡Al suelo!”, gritó el teniente coronel subido a la tribuna del Congreso, desde donde disparó varias veces al techo. Todos los diputados se agacharon excepto tres: Adolfo Suárez, su vicepresidente, Manuel Gutiérrez Mellado, y el líder del Partido Comunista (PCE), Santiago Carrillo.
De izq a dcha, el general de División Alfonso Armada Comyn, el teniente general Jaime Milans del Bosch y el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina
La asonada, que contaba con el apoyo de sectores militares contrarios al Estado de las Autonomías, la legalización del PCE o algunas reformas del Ejército, fue orquestada por el propio Antonio Tejero, el entonces segundo jefe del Estado Mayor del Ejército, Alfonso Armada; y el capitán general Jaime Milans de Bosch, que decretó el estado de excepción en Valencia y sacó los tanques por sus calles.
El golpe se empezó a desmoronar tras el mensaje televisado de madrugada del Rey Juan Carlos I, que ataviado con el uniforme de capitán general de las Fuerzas Armadas mostró el apoyo de la Corona a la Constitución y a la democracia. Sin apoyo militar ni político, Tejero no tuvo más opción que rendirse. Pasadas las 12.00 horas del 24 de febrero, los guardias civiles abandonaron el Congreso y liberaron a los diputados.
Operación Galaxia
Antes del 23-F, Tejero participó en la denominada 'Operación Galaxia', una intentona golpista gestada en 1978 por un grupo de militares que consistía en asaltar al Gobierno durante una reunión en el Palacio de la Moncloa, aprovechando que el Rey se encontraba fuera de España de viaje oficial a México.
El complot fue desarticulado antes de su ejecución, y el teniente coronel fue juzgado y condenado a siete meses de cárcel, lo que no le impidió continuar su carrera en el Instituto Armado hasta el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
El ex teniente coronel golpista Antonio Tejero
Desde que fue puesto en libertad sus señales de vida pública han sido escasas, aunque notorias. En 2006 publicó una carta al director del Melilla Hoy asegurado que el Estatut catalán “mataría” a España; en 2012 denunció al entonces presidente de Catalunya, Artur Mas, por “conspiración y proposición para la sedición”; y en 2023 denunció al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por “traición a España” por negociar su investidura con independentistas catalanes y “asesinos de ETA”.
Tejero fue visto por última vez el 24 de octubre de 2019, cuando acudió al cementerio de El Pardo-Mingorrubio (Madrid) para la reinhumación del dictador Francisco Franco tras ser exhumado del Valle de los Caídos. Fue recibido por los partidarios de Franco entre gritos de “Viva Tejero”, “Arriba España” o “Gracias por todo, Antonio”.


