Pedro Sánchez, Santiago Abascal y Yolanda Díaz son por este orden los líderes preferidos por el electorado catalán para presidir el Gobierno, por delante de Alberto Núñez Feijóo. Son datos del último sondeo del CEO, de los que en el PP, con preocupación, han tomado buena nota y se ha decidido pasar a la acción sin dilaciones. Feijóo, que ya tenía una presencia asidua en Catalunya, va a multiplicarla, poniendo sobre todo el foco en la calle, en los barrios, en el cinturón metropolitano. No sólo en Barcelona, también en Girona, Lleida, Tarragona.
Las encuestas, dicen en el PP, no hay que tomarlas al pie de la letra y todas tienen un sesgo, pero hay que atenderlas y el objetivo es revertir el escenario. Los 19 escaños que obtuvo el PSC en Catalunya en las generales del 2023 frente a los seis del PP sigue siendo el dato oscuro. Un escenario que incluso se mueve algo a la baja para Feijóo–con una mayor distancia en cuanto a preferencias con respeto a Pedro Sánchez– por lo que se ve imprescindible intentar cambiar el paso, recortar esta distancia para poder llegar a la Moncloa. Por ello, se están estudiando todos los sectores, foros y lugares en los que Feijóo y su partido quieren intensificar la presencia, hacer llegar su mensaje, y también darse a conocer de forma directa.
Los populares consideran que Feijóo debe darse a conocer de forma directa en el electorado catalán
No se trata sólo de acudir a los centros de poder, donde es imprescindible tener presencia y hacer llegar las propuestas programáticas, pero donde el rédito electoral es escaso. La estrategia se está diseñando para llegar a todos los ámbitos sociales en Catalunya y a un territorio amplio, explican las fuentes consultadas. En esta línea, el PP catalán ya ha incrementado este trimestre su actividad pública, sobre todo los actos sectoriales y en la calle. Pero se entiende que es el mismo Feijóo, como candidato a la Moncloa, el que mejor puede revertir in situ este alejamiento que le otorgan las encuestas del electorado catalán.
El PP sigue fijando su objetivo en crecer al menos tres escaños en Catalunya. Es decir, llegar a 9. Las circunscripciones catalanas aportan 48 diputados al Congreso –sólo por detrás de Andalucía–, y se centra la atención en lograr uno más en Barcelona, así como representación en Girona y Lleida –es el objetivo a mínimos–. Se batallará también por ampliar la representación en Tarragona.
El partido se fija como objetivo lograr al menos tres escaños más, claves para llegar a la Moncloa
Pero en el PP se recalca que el reto no puede llevar a cometer errores en los mensajes: ni “comprar” el marco de Vox, ni hacer guiños al independentismo. Se trata, se señala, de defender el discurso propio en el que lo que se busca es apelar a un electorado amplio, que puede estar en las fronteras con otras formaciones, pero con una receta y agenda propia. Dirigirse así a los electores, no a los partidos.
Catalunya es un lugar clave porque hay margen de crecimiento para el PP con respecto a otras autonomías, por lo que es necesario moverse en todos los espacios, explican las fuentes consultadas. De cara a las próximas generales se parte, además, de un escenario diferente a la del 2023, cuando el PP sólo contaba con 3 diputados en el Parlament y, por tanto, sin aquella situación de debilidad y con un margen más amplio de actuación, aunque siempre sea un territorio difícil para los populares. En Génova hay nervios, y se está trasladando la presión a Catalunya, que impacta de forma diferente pero con la idea común de que es necesario trabar un plan bien pensado.
Los ámbitos de poder hay que cuidarlos, dicen los populares, pero los votos están en otros sectores sociales
La complejidad del escenario, además, no llega sólo por el mapa catalán, sino de un contexto generalizado de implantación discursos extremistas. El barómetro del CEO de noviembre, en comparación con el publicado en junio, amplia la diferencia entre el líder de Vox, Santiago Abascal, y Feijóo en cuanto a las preferencias de los votantes -de un 5% a un 4%, se pasa a un 7% y un 3%.
Los temas que aparecen como principales preocupaciones de los ciudadanos –vivienda, seguridad, inmigración- están en primera línea de la agenda del PP, pero también tienen su contraparte, porque esta formación no puede hacer propuestas de “ni demagógicas, ni inviables”.
El PP de Catalunya ha intensificado su plan de presencia territorial con vistas a las generales
En esta búsqueda de ampliar presencia y espacios, el PP catalán va impulsando la proyección de referentes nuevos. Junto a Alejandro Fernández -cuyo liderazgo se ha dejado de cuestionar–, Juan Fernández ejerce de portavoz en el Parlament y se mueve por toda Catalunya. Daniel Sirera ha ampliado su margen de acción al frente de una nueva junta local de Barcelona pensada como apoyo a Feijóo en las generales. Y Juan Milián -como nuevo senador- actúa de enlace Barcelona-Madrid y trabaja el ámbito territorial barcelonés con vistas también a las generales.
En clave electoral, está claro que el reto lo tiene Feijóo, teniendo en cuenta que en las legislativas quien arrastra el voto es el candidato a presidir el Gobierno. Los populares estudian a fondo la estrategia catalán sabiendo que ir a Foment es necesario, pero donde están los votos es en L´Hospitalet.
Primera escala: Extremadura
Feijóo, que arrancó el jueves la campaña con una intensa agenda volverá a recalar esta próxima semana en Extremadura para apoyar a Guardiola, con una agenda “paralela” en muchos casos para “peinar” el territorio y llegar a más votantes. El sábado 13 se prevé un mitin central de ambos en pleno ecuador de campaña.
El PSOE extremeño liderado por Guillermo Fernández Vara fue el ganador de los comicios del 28 de mayo de 2023 con 242.659 votos (39,9%) y 28 escaños, seguido muy de cerca por el PP, que logró también 28 diputados (38,84%) pero unos seis mil votos menos. Entonces, Vox logró cinco escaños y tuvo la llave, pero ahora pretende aumentar su representación y tener de nuevo un papel clave. “En 2023 el PP fue segunda fuerza y ahora queremos ser primeros. En el 2023 no teníamos más escaños que toda la izquierda junta y ahora aspiramos a ello. En el 2023 necesitamos el sí de Vox en la investidura y ahora aspiramos a reducir la dependencia de Vox”, han admitido fuentes de la dirección del PP, que esperan que solo haga falta la abstención de los de Santiago Abascal y no un sí expreso como hace dos años y medio. / Europa Press
