Mercedes Milá ha vuelto a demostrar que la vitalidad y el sentido del humor no la abandonan ni en los momentos más delicados. La periodista ha publicado hace apenas unas horas en sus redes sociales las consecuencias de un accidente doméstico que ha sufrido en su vivienda, un refugio rural que comparte habitualmente con sus seguidores y donde, esta vez, la calma del entorno se ha visto interrumpida por un inesperado tropezón.
Una caída doméstica con final aparatoso
La periodista tropezó con varias sillas en el patio de su casa y mostró en Instagram la herida justo al lado del ojo
“Aquí me he hecho esta herida. Me he caído en el patio de casa”, explicaba Milá, con su característico aplomo, mientras mostraba en Instagram la llamativa herida que se ha hecho justo al lado del ojo derecho. Según detalló, se tropezó con varias sillas mientras caminaba por la zona exterior de su hogar, y aunque el golpe podría haber sido más grave, todo ha quedado en un susto.
La presentadora, de 74 años, enseñó en sus historias el corte que le ha dejado la caída y los puntos de aproximación que le han aplicado para cerrar la herida. “Me ha curado y cuidado Sole Canga con una delicadeza extrema”, detalló, agradeciendo el gesto de su amiga, a quien incluso apodó con humor “la doctora Canga”.

Mercedes Milá muestra los puntos que ha recibido tras la caída: la herida, justo junto a su ojo derecho, sorprendió a sus seguidores
Lejos de alarmarse, Milá se ha tomado la situación con ese espíritu irónico que la caracteriza. “No me vayas a pegar una de las pestañas de arriba y me vayas a dejar con el ojo abierto toda la tarde”, bromeó mientras Sole le atendía. La escena, aunque cargada de tensión por la imagen de la herida, terminó convertida en una improvisada comedia doméstica, con la presentadora soltando frases como: “Te vas a ganar un puesto en la Seguridad Social. Estamos a 35 grados y ya tenía la ceja caída, ahora no sé dónde me va a llegar”.
En las imágenes también se observa el momento en que Sole le aplica los puntos, mientras Mercedes narra lo ocurrido con serenidad: “La doctora Canga actuando en la herida que me he hecho yo esta mañanita cayéndome en el patio trasero de casa. La jefa del grupo, aunque esté en Barcelona, le ha dicho que tiene que hacer esto”, explicó, dejando entrever que la asistencia médica fue rápida, pero no improvisada.
No me vayas a pegar una pestaña de arriba y me vayas a dejar con el ojo abierto toda la tarde”
A pesar del golpe, Mercedes quiso tranquilizar a quienes la siguen: “No siento dolor, por suerte”. Lo cierto es que su actitud —entre valiente, resignada y divertida— ha vuelto a despertar la admiración de quienes la conocen y la siguen desde hace décadas.
No es la primera vez que la periodista comparte con naturalidad episodios de salud. Hace apenas unos días, en una intervención en el programa Y ahora Sonsoles, confesaba que se encontraba recuperándose de una rotura de vértebra. Una señal de que, aunque los años pasan, el cuerpo reclama sus tiempos. Pero también de que su espíritu sigue intacto.
Milá, rostro eterno de Gran Hermano y aventurera incansable en formatos como Scott y Milá, Convénzeme o Milá vs. Milá, ha demostrado una vez más que la transparencia y la cercanía siguen siendo su seña de identidad. También cuando se cae. También cuando duele. También cuando sangra.
Porque así es Mercedes Milá: no esconde las cicatrices, las enseña con dignidad y, si puede, con una carcajada.