“Me intenté fugar de la cárcel 12 veces. En una, le quité el arma a un policía y terminó muerto, yo salí con un tiro en la cabeza”: Santi Cobos, ex preso con más de 60 años de condena

Historias

Estuvo más de 25 años encerrado, 16 de ellos en total aislamiento. Dice que la cárcel lo deshumanizó, pero asegura que “volver a enamorarse de la vida” fue su mayor fuga

Santi Cobos es el preso que más días ha pasado en aislamiento en toda la historia de España

Santi Cobos es el preso que más días ha pasado en aislamiento en toda la historia de España

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Santi Cobos nació en León, en una familia de feriantes muy humilde dedicados a la quincalla (venta ambulante de utensilios). Siempre al margen de la sociedad, se consideraban “extranjeros” incluso en su propio país, estigmatizados por el hecho de ser feriantes. Aunque su padre era un hombre honrado, muchos de sus tíos eran conocidos delincuentes del barrio y él no tardó en unirse a ellos desde muy pequeño.

Empezó robando comida junto a sus primos, a los 13 dormía bajo un puente, a los 14 entró en un reformatorio, y a los 16 pisó una cárcel de adultos por primera vez. Tampoco tardó en dejar el colegio, el ambiente le resultaba “asfixiante”, la calle fue su escuela.

En el pódcast de David Jiménez, Cobos denuncia violaciones constantes, violencia extrema y abusos en los reformatorios por los que pasó, todo ello, explica, con conocimiento de los educadores y directores. Asegura que los más fuertes eran protegidos, los débiles una presa y que incluso fue testigo directo de una violación en los baños: “Si no enseñabas los dientes, acababas violado”, afirma. 

Pasé 6.000 días en aislamiento. Eso no lo ha vivido nadie en España

Santi Cobos

A los 16 años entró en una cárcel de adultos siendo casi un niño. Allí, lo metieron en un módulo psiquiátrico con presos extremadamente peligrosos, muchos de los cuales habían cometido crueles crímenes de sangre: “Tenía 16 años. Me miraban como si fuera un juguete sexual”, asegura.

Cobos pasó más de 6.000 días encerrado en una celda de aislamiento

Cobos pasó más de 6.000 días encerrado en una celda de aislamiento

Getty Images/iStockphoto

En muy poco tiempo se convirtió en un interno conocido y temido por todo el sistema penitenciario. Pasó por una veintena de prisiones y estuvo implicado en motines, agresiones, secuestros de funcionarios e intentos de fuga: “Me animalicé. Es una espiral. La violencia que ejerces es la que ejercen sobre ti”, explica.

Tras más de 12 intentos de fuga, uno de ellos terminó con un resultado mortal. Él había planeado una fuga desde el juzgado: envió una carta insultante a un juez para que lo llevaran a declarar y su idea inicial era lograr escapar en el traslado hacia el juzgado. Una vez allí, todo se complicó, pues logró quitarle el arma a un policía y se desató un tiroteo que acabó con un policía muerto: “Le quité el arma. Mi compañero sujetaba a otro policía. Hubo un tiro. Él murió. Yo salí con un tiro en la cabeza”, recuerda. 

Vi gente comerse su propia mierda. Otros se volvieron locos

Santi Cobos

Tras este episodio, fue clasificado como FIES 1, el nivel más alto de peligrosidad para los presos en España. A causa de esto, pasó más de 16 años en aislamiento (6.000 días), muchos en condiciones infrahumanas. Cobos asegura que las celdas eran de 3-4 metros, solo tenían 1 hora de patio diaria (lo que significaba pasar 23 horas al día en soledad total), estaban vigilados por cámara las 24 horas y tenían prohibido enviar o recibir cartas, por lo que el contacto con el exterior era nulo. “Era una tumba. Solo salías para darte una ducha esposado. Te convertías en un animal”, asegura.

Cobos intentó hasta 12 intentos de fuga en toda su vida

Cobos llevó a cabo hasta 12 intentos de fuga en toda su vida

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El ex preso asegura que allí vivió episodios realmente repugnantes, pues en condiciones de ese estilo acabas volviéndote completamente enajenado. En su caso, sufrió alucinaciones, psicosis e incluso pérdida del juicio, pero explica que vio a compañeros comerse su propia mierda, enloquecer o suicidarse: “Muchos se volvieron locos. El 80% de los presos FIES murieron antes de los 40”, afirma.

Aunque Cobos fue un preso temido, admite que desarrolló cierto respeto incluso con algunos funcionarios: “Si decía que no iba a liarla, no la liaba. Tenía palabra”. Además, contaba con cierta influencia, pues controlaba el acceso a ciertos servicios en aislamiento. Su experiencia y popularidad en la cárcel le valieron para asesorar la película Celda 211. Tosar se inspiró en su forma de hablar e incluso ayudó a diseñar el proceso del motín. 

Volví a enamorarme de la vida después de décadas en un agujero

Santi Cobos

El ex presidiario admite haber ejercido violencia, pero nunca por placer. Aunque afirma que muchas cárceles hoy están más medicalizadas y con módulos terapéuticos, asegura que siguen reproduciendo la exclusión. En su caso, salió tras más de 20 años sin contacto humano y describe su liberación como aterrizar en otro planeta, pues no sabía usar un móvil, no entendía cómo funcionaba un supermercado e incluso llevaba ropa y una maleta de los años 80: “Me ponía contento si bajaba y llovía. Así comprobaba que estaba en la calle”, explica.

Cobos describe su salida a la calle por primera vez como

Cobos describe su salida a la calle por primera vez como “aterrizar en otro planeta”

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Cobos se muestra crítico con la cadena perpetua y el punitivismo y denuncia la hipocresía política y social, pues cree que el sistema no busca reinserción sino castigo: “¿Qué quieres, que salgamos con más odio o con ganas de vivir? Los políticos que roban luego piden más cárcel para los pobres”, sentencia. 

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