La educación es una de las patas más importantes en la formación de un individuo. Tanto la educación que se imparte en un círculo íntimo como aquella que se da desde el sistema educativo.
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Damià Bardera, profesor y doctor en filosofía, pasó por el podcast de Devora para tratar algunos temas educativos y cuál era su visión como actor principal de este entramado.
“Hay una apuesta rousseauniana donde el alumno es un santo y un ser de luz y que la sociedad y la educación corrompe. No, perdona, la sociedad ya está así, la educación es para reprimir”, explica en primera instancia.
“El alumno es un reflejo de la condición humana y la sociedad adulta”
“Es que lo que decía Freud, por eso hablaba del malestar de la cultura. La cultura es represión de los instintos, sino es un desaguisado. El alumno es un reflejo de la condición humana y la sociedad adulta. Evidentemente hay alumnos que tienen mal fondo y si entras a clase pensando que todos son seres de luces y angelitos, ya verás qué pasa”, explica.
“Al igual que hay buenos chicos, que la mayoría lo son, en determinadas situaciones pueden comportarse como auténticas malas personas. Todo pueden revisar nuestra historia y encuentras momentos donde no se comportan de manera adecuada”, señala.