La relación entre profesores y alumnos se ha consolidado como un factor clave en el rendimiento académico, el bienestar emocional y el desarrollo integral del estudiantado. Algunos profesores interactúan con sus alumnos fuera del entorno formal del aula. Ya sea mediante actividades extracurriculares, redes sociales, tutorías informales o incluso conversaciones cotidianas en el pasillo, estas interacciones adicionales contribuyen a construir puentes de empatía, respeto mutuo y motivación compartida.
Sin embargo algunos profesores piensan de un modo muy diferente. Es el caso de Pianafierro, un docente que, a través de las redes sociales, se ha expresado de manera muy tajante sobre este tema.

Profesor en clase
“Suelo recibir hostilidad”
Relación. El profesor señala que ahora es común tener contacto con el alumnado por medios fuera del correo institucional, como redes sociales, en persona y WhatsApp: “Incluso cuando ya no se es docente, aludiendo a motivos emocionales o a la relación establecida”, comenta.
Disconformidad. El docente se muestra en desacuerdo con esta tendencia: “Me parecer algo reprobable a controlar. Somos docentes de nuestra materia y tutores o referentes de nuestro alumnado, pero por los medios correspondientes y mientras seamos sus profesores. No somos padres, guías para siempre ni amigos de chavales de 15-40 años menos”.

Un profesor impartiendo una clase
Resignación. El autor del mensaje reconoce que no todo el mundo comprende su punto de vista pero lo asume con resignación: “Suelo recibir hostilidad, que si soy de piedra. No lo creo, solo que pongo ciertos límites”, indica.
Un melón a abrir entre el profesorado es que ya es común tener contacto con el alumnado por medios fuera del correo institucional como redes sociales, en persona y WhatsApp, incluso cuando ya no se es docente, aludiendo a motivos emocionales o a la relación establecida.
— Pianafierro (@Isonomia92B) April 30, 2025
Aclaración. Ante todo tipo de réplicas, el profesor considera que existen excepciones, y no se refiere a peticiones de ayuda, compartir espacios por ser de la misma localidad o conversar sobre su vida académica: “No digo que haya que girar la cara a nadie o no interesarse si te encuentras a un exalumno”, termina diciendo.