En Bràfim, un pueblo de 700 habitantes que apenas ocupa 6,5 km2del Alt Camp, se abre camino una pequeña (por el espacio) gran (por ambiciosa) sala de arte. Una dosis de necesaria creatividad e inspiración impulsada por un grupo de artistas que residen en estas comarcas del río Gaià. Una singular propuesta que estos días aloja un universo aún más singular habitado por los freaks de la película de 1932 que aquí se comercializó como La parada de los monstruos . Rai Escalé ha seleccionado para la ocasión más de una veintena de escenas y personajes –tullidos y deformes– del filme para dotar de alma sus dibujos.
“Simpatizo con esos personajes porque de alguna forma todos tenemos una parte de freaks y todos hemos sido rechazados alguna vez... Los débiles unidos pueden ser muy fuertes y hacer cualquier cosa, aunque estén explotados, aunque sean objeto de mofa... Eso me parece un mensaje muy poderoso”, dice Escalé. El artista surfea por la incomodidad de lo diferente, por lo que podría haber sido o fue pero ya no es. Es marca de la casa.
Estos días comparten la galería los dibujos de Rei Escalé y la retrospectiva de joyas de Rosa Noguès
La obra de Rai Escalé, negra para algunos, poco clasificable para casi todos y provocadora siempre, surge cuando trabaja sobre una estampa religiosa o un cuadro, o incluso dos, como su personal versión de las meninas partiendo de Velázquez y Rembrandt o sobre instantes de William Klein (su fotógrafo favorito) o recreándose en el collage. “Mirando en retrospectiva siempre me ha gustado darles la vuelta a objetos culturales que me han impactado o que, por alguna razón, me parecen importantes”.
“Siempre me ha gustado darles la vuelta a objetos culturales que me han impactado o que me parecen importantes”
Eso es lo que marca su trayectoria en solitario de veinte años –desde la primera exposición en Iguapop Gallery (Barcelona), pasando por Artformz Alternative (Miami), Eat Meat (Barcelona), Blokker Gallery (Madrid) o el Konvent (Berga), donde es un habitual, o en Mallorca...– y lo que viene creando a cuatro manos con el artista eslovaco Milos Kopták desde el 2007. Su trabajo conjunto lleva la firma Miror Noir. Tienen taller en Bratislava, se comunican en francés y venden su obra en el mercado centroeuropeo. “Allí no es tan complicado ganarse la vida como artista”, asegura Escalé. Así que va y viene de Eslovaquia.
Este verano, entre una de esas idas y venidas que le tienen tres semanas fuera del país dos o tres veces al año, Freaks irrumpió en Bràfim. En esta ocasión no hay collage ni arte sobre arte. Aquí Escalé ha partido de la hoja en blanco. Su propuesta también es una vuelta de tuerca. Aunque quizás aquí no apretando sino soltando presión, consiguiendo acercar y humanizar lo que fue concebido como bestial y monstruoso.
FREAKS
Galeria AIGUA
Dónde: Avinguda Catalunya, 5, Bràfim
Cuando: Domingos de 10 h a 14 h o concertando la visita
Precio: Gratuito
Aigua.art
Vivir en Bràfim, a distancia de Barcelona, “ha sido una decisión política acorde con mi edad”. Dice que si en Barcelona hubiera un movimiento intenso, “allá estaría”. De hecho, además de en Eslovaquia, suele exponer en Konvent, que considera “uno de los focos de arte independiente más activos de Catalunya”.
Desde el 2007 Escalé también crea a cuatro manos con Milos Kopták y firman sus obras como Miror Noir
En AIGUA, Escalé está ahora como activista cultural –un papel que ya jugó en la fundación de la Eat Meat Gallery de Barcelona, de la que fue director artístico entre 2009 y 2014–, y como artista, compartiendo el espacio con la exposición retrospectiva de la joyera reusense Rosa Nogués. Luego, es más que probable que sus freaks viajen a Barcelona y a Bratislava.
