Las ciudades multiculturales como Barcelona permiten a uno disfrutar de muchas vidas. O, cuando menos, dan la posibilidad de vivir durante unos días o unas horas como si estuviésemos en cualquier otra parte del mundo. Por ejemplo, sin salir de la capital catalana podemos tener la sensación de que hemos pasado una jornada en el Reino Unido gracias a la oferta barcelonesa de locales de restauración, tiendas y cultura con esencia británica. Vaya, que Barcelona puede ser tan cozy como uno sueñe.
El ‘afternoon tea’
No entenderíamos la cultura british sin clásicos como la hora del té y concretamente su afternoon tea, toda una celebración de la sobremesa nacida durante el siglo XIX en el seno de la aristocracia inglesa y pensada para mitigar el hambre entre el almuerzo y la cena. Es una merienda de altos vuelos que consiste en una degustación de tés e infusiones y un surtido de manjares dulces y salados.
El banquete merece entrar al detalle: una estructura vertical de tres platos dispuestos en tres niveles ofrecen, en su base, una degustación de sándwiches de humus, tomate seco y aceituna en pan de tomate; salmón, pepino y eneldo en pan de espinacas o pollo y mostaza en tramezzino blanco, entre otros. El siguiente paso es probar los populares scones, una especie de panecillos que se rellenan de crema o mermeladas varias. El asalto final es una selección de dulces con sabores que van del limón al chocolate, el coco o los frutos rojos.
El 'afternoon tea' a l'hotel Palace
Uno de los epicentros de esta fiesta pantagruélica es el hotel Palace (Gran Via, 668), donde además de estimular al paladar con los dulces del chef Miguel Costa, el cliente puede disfrutar de la música en directo de la pianista Marta Muñoz (de viernes a domingo) y, si lo desea, completar la degustación con una copa de cava o champán. No es, por lo tanto, solo una merienda, es una experiencia que hay que probar, regalar y, sobre todo, recordar. Estos días, además, la Navidad forma parte del encanto del salón con una programación de conciertos, villancicos y visitas de Papá Noel y pajes reales. El precio es a partir de 48 euros.
También el hotel Mandarin Oriental (paseo de Gràcia, 38) se suma a este clásico con el objetivo de que los clientes se sientan transportados, relajados y envueltos en un ambiente cuidado y lleno de detalles. Su propuesta de Navidad arranca con delicias de sobrasada y queso; pavo con salsa de mostaza, queso y cebolla encurtida; y salmón ahumado con pepino encurtido y queso crema, entre otros. No faltan los scones ni la selección dulce con sabores de jengibre, piña, frambuesa o chocolate (45 euros).
Más sencilla, pero también sugerente, es la propuesta del Hotel Intercontinental (av. Rius i Taulet, 1). Su afternoon tea prescinde de los scones , pero incluye opciones como bagelscon salmón, bikinis o croissants con jamón y queso, mignardises y macarons (22 euros).
Otras meriendas
Quienes busquen otras experiencias gastronómicas con aire británico no pueden perderse el Bristol Café (Roger de Flor, 220), con una buena selección de tartas y de brunchs, o el mágico Alice Secret Garden (Pau Claris, 90), un bar ambientado en Alicia en el país de las maravillas. El local ofrece pasteles artesanos para todos los gustos (de pistacho, queso o limón y merengue, por ejemplo) y, como ocurre en la novela de Lewis Carroll, el visitante puede sentirse como si fuera la propia Alicia en el momento en que descubre, al fondo de un pasillo, un jardín que nunca imaginó que podría existir. Para quien visite este espacio por primera vez, la sensación será la misma, solo que en lugar de una reina pidiendo que le corten la cabeza a todo ser viviente, el cliente encontrará otras formas de perder la testa.
Alice Secret Garden (Pau Claris, 90). Este local está ambientado en Alicia en el país de las maravillas
Y puesto que en Barcelona hay experiencias británicas para todos los bolsillos, en cualquiera de los locales de Buenas Migas pueden probarse los tradicionales scones por lo que cuesta un café y rellenarlos de dulce de leche, mermelada de limón, de fresa o incluso de chocolate, entre otros sabores.
Otro de los encantos de visitar Reino Unido en estas fechas son sus festive drinks, los cafés con sabores típicamente navideños. También esto puede encontrarse en Barcelona, gracias a cadenas como la catalana Sandwichez (donde sirven el Gingerbread Latte) o la estadounidense Starbucks (donde además de esta misma bebida, tienen un sugerente Toffe Nut Latte).
Comprar y hacerlo en casa
Una manera de saborear la gastronomía british es hacerlo en casa. Para ello, es recomendable visitar el supermercado de productos británicos A Taste of Home (Roger de Llúria, 53). Ahí, además de encontrar todo tipo de tés e infusiones, pueden encontrarse los famosos crackers (unos paquetes pequeños envueltos que deben romperse entre dos personas para ver qué sorpresa hay dentro) o incluso el controvertido Marmite, una especie de mermelada salada para untar elaborada con extracto de levadura (un producto creado para ser amado u odiado de inmediato).
Y si uno busca la joya de la corona de las galletas y los tés británicos, los de Fortnum & Mason, la empresa que sirve al Palacio de Buckingham y que tiene tiendas de locura en Londres, puede encontrar una selección en el Club del Gourmet de El Corte Inglés.
Tiendas con acento británico
Para decorar nuestro hogar o nuestra vida con elementos del país del Támesis, es imprescindible visitar la tienda MuyBritish (Calaf, 31), con decoración y complementos para la vida y el hogar que hacen que traspasar su puerta sea como aterrizar en Londres. Dice Esther Izquierdo, alma del negocio, que en una casa que quiera respirar aire británico no pueden faltar textiles de cocina, tazas, teteras o té, productos presentes en su tienda.
El visitante descubrirá además un ejército de osos Paddington de todos los tamaños, latas para tés y galletas, portavelas en forma de casas, objetos variados de Peter Rabitt –el entrañable personaje de Beatrix Potter– e incluso una colección de porcelana inglesa antigua. También miniaturas de Shakespeare, Sherlock Holmes, Enrique VIII o la reina Isabel II.
No muy lejos, se encuentra Tartan & Zebra (Rector Ubach, 55) donde pueden encontrarse tés, teteras, tazas, postales de la British Library y decoración variada (no todo es británico, pero lo british está en todos los rincones).
La literatura nunca falta
Y, por supuesto, hay que sumar las librerías británicas, donde se hacen clubs de lectura, debates y actividades de todo tipo en la lengua de Dickens. Es una buena oportunidad para charlar con británicos o con amantes de la cultura inglesa. Son Come In (Balmes, 129) y Backstory (Mallorca, 330), sin olvidar la librería de segunda mano Hibernian (Verdi, 66). Libros para vivir aún más vidas.

