‘Dos tumbas’: una historia de venganza y alianzas inesperadas
Netflix
Kiti Mánver y Álvaro Morte protagonizan esta nueva miniserie creada por Agustín Martínez, escrita junto a Jorge Díaz y Antonio Mercero (el trío detrás del seudónimo Carmen Mola)

Álvaro Morte y Kiti Mánver, en una imagen de la nueva serie

Si una historia de venganza está protagonizada por una abuela, uno pensaría más en una comedia negra o en una fábula excéntrica. Pero Dos tumbas no tiene nada de eso. Lo que propone es mucho más crudo: una mujer septuagenaria que cruza todas las líneas imaginables para encontrar la verdad. Su nombre es Isabel, la interpreta Kiti Mánver, y es la protagonista de la nueva miniserie de tres episodios que el próximo viernes llega a Netflix.
Creada por Agustín Martínez, escrita junto a Jorge Díaz y Antonio Mercero (el trío detrás del seudónimo Carmen Mola), Dos tumbas parte de una imagen potente: una abuela dispuesta a todo por descubrir qué pasó con su nieta desaparecida dos años atrás dejará de esperar justicia y empieza a fabricarla con sus propias manos.
“Me atrajo la idea de que la venganza no fuera impulsada por un héroe clásico, sino por alguien que nadie ve venir. Una mujer que nunca ha usado la violencia, y de repente descubre que puede hacerlo cuando la empuja el amor y la pérdida”, explica Agustín Martínez a La Vanguardia. “Convertir a una mujer de 70 años en el motor de una historia de venganza me pareció profundamente subversivo”.
La historia se sitúa en Frigiliana y otros pueblos andaluces, cuyos paisajes luminosos contrastan con la oscuridad que albergan: dos adolescentes desaparecen, el caso se archiva sin culpables, y la abuela de una de ellas —Isabel— toma la iniciativa. Así comienza un viaje desesperado en busca de la verdad que muy pronto se convierte en otra cosa: un descenso hacia la venganza y la pérdida moral.
“Uno de los ejes de la serie es que la venganza nunca sale gratis. Incluso cuando crees que has ganado, terminas dejando una parte de ti en el camino”, dice Martínez. En ese camino de sombras, Isabel termina aliándose con Salazar (Álvaro Morte), un hombre con un pasado turbio con quien nunca pensó tener nada en común.
“Ella misma lo dice: nunca me sentaría a cenar contigo. Y sin embargo, en su desesperación, termina pactando con alguien a quien nunca habría aceptado en su vida. Es un pacto con el diablo. Esa es otra de las reflexiones de la serie: a veces, la vida te lleva a aliarte con quien menos esperas”. Esa relación central entre Isabel y Salazar, cargada de desconfianza y necesidad, es uno de los motores de la serie.
El reparto se completa con Hovik Keuchkerian, en una propuesta que invierte los roles tradicionales a los que suelen enfrentarse estos dos actores: Morte encarna al mafioso local con un sorprendente acento andaluz -una propuesta del propio actor para enraizar al personaje en el territorio- y Keuchkerian al personaje que en principio parece más pusilánime, pero que oculta secretos clave en la trama.
Pero si hay algo que hace que Dos tumbas se quede grabada en la memoria, es Kiti Mánver. “Desde el primer momento pensamos en ella. El personaje de Isabel requería fragilidad y ternura, pero también fuerza y energía. No es fácil encontrar a alguien capaz de transitar todos esos registros con autenticidad. Kiti lo consigue. Literalmente, se echa la serie a los hombros y la conduce por caminos inesperados. Es capaz de plasmar con precisión todos los estados anímicos que atraviesa su personaje”, elogia Martínez.