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Miren Ibarguren: “Nos llevamos una sorpresa al leer el guion…”

El refugio atómico

La actriz comparte junto a su hermano en la ficción, Álex Villazán, los secretos de la nueva serie de Netflix

Miren Ibarguren como Minerva.

Miren Ibarguren como Minerva.

Tamara Arranz /NETFLIX

El refugio atómico, que Netflix estrenó este viernes, tiene un argumento simple y ambicioso: los españoles más ricos tienen habitaciones reservadas en Kimera, un búnker atómico y secreto para quienes pueden invertir decenas de millones de euros en un apartamento apocalíptico. Cuando estalla una Tercera Guerra Mundial, y el posible fin del mundo, los personajes se encuentran allí. Claro que esto no es todo. El final del primer episodio, concebido por las mentes de La casa de papel, incluye un giro que cambia la percepción que el espectador puede tener de la serie. Hablamos con Miren Ibarguren, que interpreta a Minerva, la diseñadora de Kimera, y Álex Villazán, su hermano en la ficción y otro personaje muy inquietante.

Cuando os mandaron el guion… ¿estaba el final del primer episodio?

Miren Ibarguren: Fue alucinante. Nos llevamos una sorpresa al leer el guion… ¡la misma que se llevarán los espectadores al verlo! Dijimos: “Guau, si este es el primero… ¿cómo serán los demás?”.

Álex Villazán: Pensé que era de locos.

Ibarguren y Villazán durante la promoción de  'El refugio atómico', estrenada este viernes. 
Ibarguren y Villazán durante la promoción de  'El refugio atómico', estrenada este viernes. EUROPA PRESS

Hay toda una lectura del ‘eat the rich’ en ese guion...

M.I: Hay un montón de capas en la serie. La lucha de clases está muy presente para nuestros personajes. Pero los clientes del búnker tienen otras preocupaciones totalmente distintas. En ese sentido hay un montón de tipo de tramas y de lecturas que pueden enganchar a muchos espectadores.

Á.V: Hay algo que me gusta de la serie y es que las personas realmente poderosas no están delante de las cámaras. Los dueños de las empresas no están delante de las cámaras. Así colocamos delante de las cámaras a la gente poderosa y les ponemos cara. Son personas que llevan a cabo acciones muy determinantes para la sociedad pero que quizá ni los reconoceríamos por la calle.

“En esta serie casi todos los personajes son turbios, pero todos también están cargados de razones. Las razones no son ni buenas ni malas: son personales”

¿Los creadores Álex Pina y Esther Martínez Lobato cómo os vendieron los personajes?

M.I: Cuando lees el guion ya sabes lo que tienes que hacer. Lo que destacaría de cómo escriben los personajes es que en esta serie casi todos son turbios, pero todos también están cargados de razones. Las razones no son ni buenas ni malas: son personales. Partiendo de esa base, los personajes pasan por todas las emociones y todo lo que hacen está bien justificado. Por eso me parece una serie muy humana.

En tu caso, Miren, es fácil establecer un paralelismo con El Profesor de La casa de papel. La principal diferencia es que el personaje de Álvaro Morte era bondadoso y el tuyo, Minera, no lo es precisamente…

M.I: Los paralelismos nacen porque trabajamos para la misma empresa, Vancouver, los mismos guionistas y los mismos productores. Es parte de su sello personal. Durante la promoción de la serie se me ha hablado más de los paralelismos con La casa de papel que nosotros durante el rodaje de la serie. No estamos comparándonos en ningún momento: vemos cada proyecto de forma independiente.

¿Cómo es trabajar en entornos tan construidos y definidos?

A.V: Te ayuda. Te da un soporte. Te completa un imaginario que, cuando tienes el guion, no te acabas de imaginar. No sabes que estarás en un búnker. El trabajo que hay en el departamento de arte te da el 90% de tu curro. Te rellena mucho, te sitúa, te contextualiza mucho el trabajo.

¿Os sorprendió ver el set?

M.I: Nunca tuvimos desconfianza. Sabemos cómo se manejan y cómo llevan a cabo todos los guiones y todas las propuestas que tienen sobre la mesa. Cuando llegamos sí que nos quedamos boquiabiertos y ojipláticos. Hay metros y metros. El sitio te lo da hecho.

“Cuando llegamos al set nos quedamos boquiabiertos y ojipláticos”

Al principio cuesta ver por dónde irán vuestros dos personajes…

M.I: No hay que entender tanto. Hay que ver qué hacen. Son los que están moviendo al resto de personajes con sus acciones. Hay que verles con ese misterio: “Estos dos… qué onda”.

A.V: Nosotros construímos la relación entre nosotros y la vamos rellenando huequito a huequito pero no puedes ir más allá. Hemos rodado la temporada entera pero todavía no tenemos todo el trasfondo de los personajes. Se apunta de dónde venimos pero falta rellenar huecos. El espectador tiene que hacer sus cábalas.

Me pregunto cómo fue encontrar el punto a Minerva porque es un personaje muy cínico, muy cercano a la sátira. ¿Costó calibrar la interpretación?

M.I: Minerva es más frívola que cómica. Yo no calibro: los directores son quienes me calibran. Ellos tienen el tono en la cabeza y nos van calibrando. Lo han hecho con todos. Hemos tenido que encontrar un camino común, como siempre que se empieza un proyecto, y han estado muy atentos a que no se nos escape el tono.

“Los creadores no tienen miedo a imaginar: creen de verdad que pueden conseguir lo que se propongan. Y lo consiguen”

¿Cuál creéis que es el secreto de Pina y Martínez Lobato para ser figuras tan determinantes de la ficción española?

M.I: Se lo pasan muy bien. No tienen miedo a imaginar. Creen de verdad que pueden conseguir lo que se propongan. Y lo consiguen. Dicen de hacer una serie en un búnker… y aquí está. Tienen la actitud y la ilusión de dos niños que siguen jugando. Es lo bonito y lo mágico que tienen.

A.V: Y están muy bien rodeados. Se nota que tienen un equipo muy bien engrasado. Pueden ser un número muy alto de personas trabajando en un lugar muy pequeño pero se entienden de maravilla. No es que hayan encontrado la panacea sino que se lo han trabajado mucho.

Pere Solà Gimferrer

Pere Solà Gimferrer

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