¿Dónde está mi hijo?
Crítica
Tras su paso por 'Succession', Sarah Snook busca demostrar su potencial en taquilla, asumiendo el papel principal en 'All her fault' para SkyShowtime.

Dakota Fanning es Jenny, una madre de la escuela.

Marissa Irvine toca el timbre de una casa particular: “Hola, soy Marissa. Venía a recoger a mi hijo Milo”. La anciana que abre le dice con una sonrisa amable que ha llegado a la dirección incorrecta, mientras se limpia las manos con un paño de cocina. No hay ningún niño allí. Marissa, consultando su teléfono, lee el mensaje de texto que recibió de Jenny, la madre del colegio con la que había concertado una cita: “La dirección es el 1800 de Crescent Hollow Road. Si no estoy en casa cuando llegues, estará mi niñera con los niños”. No se ha equivocado de sitio.
Comienza a preocuparse. Al intentar llamar al número de contacto para averiguar su destino o si hubo algún equívoco, descubre que la línea no está activa. En este punto, el pánico se apodera de ella. Ignora la ubicación de su hijo y desconoce quién lo recogió de la escuela esa tarde. De hecho, se percata de que quizás ese número de teléfono nunca perteneció a ninguna madre del colegio. Entonces, ¿con quién se comunicó? ¿Quién tiene a Milo?

All her fault (Su peor pesadilla), que SkyShowtime lanzará el lunes, se ajusta a un formato de thriller muy concreto que Nicole Kidman y Reese Witherspoon establecieron en 2017 al protagonizar la primera temporada de Big little lies, que hasta la fecha sigue siendo inigualable. Este formato implica la adaptación de un libro superventas con un enigma central, protagonistas femeninas con intensos conflictos dramáticos y residencias espectaculares como telón de fondo de los secretos y engaños. Generalmente, sirven como plataformas para que las actrices brillen, pero también enfrentan un desafío: deben demostrar de alguna manera que son series dignas de atención y no películas para televisión fácilmente olvidables.
La actriz que aspira a destacar en este papel es Sarah Snook, galardonada con el Emmy por Succession. Los seguidores de Succession notarán que su atuendo se mantiene similar, conservando los colores neutros y el quiet luxury característico de la élite, pero en esta ocasión Snook deja de lado su habitual enfoque interpretativo cómico para sumergirse en el sufrimiento. Su personaje, Marissa, no experimenta un instante de alivio en la vasta mansión donde reside junto a Peter, un esposo condescendiente y dominante, especialmente en lo que respecta a sus hermanos (Jake Lacy se ha consolidado en la interpretación de personajes detestables tras la primera temporada de The White Lotus).
All her fault no es completamente sincera. Falta un elemento crucial que se mantiene oculto para que el público no desvele el enigma prematuramente, lo que hace que la conclusión parezca ajena a la narrativa desarrollada (o que el público se sienta estafado). Tampoco mantiene una coherencia interna en su mensaje. Pretende exponer la carga que recae sobre la mujer profesional en cuanto a la gestión del hogar (y cómo se le atribuye la culpa de cualquier inconveniente), pero resulta difícil conectar con su argumento al situarse en un contexto tan privilegiado y estar habituados a delegar el cuidado en personal de servicio.
A pesar de estas discrepancias, la miniserie resulta efectiva. El hogar de los Irvine está lleno de drama. Se introducen suficientes giros argumentales para mantener el interés constante. Snook ofrece una actuación sobresaliente. Y, dentro de un reparto lleno de rostros familiares, sobresale la estrecha relación que la actriz establece con Dakota Fanning, quien da vida a Jenny, una madre del colegio que le brinda su respaldo durante este complicado periodo.

