La Fiscalía pide 34 años de prisión para una opositora a mossa d'esquadra por asesinar y maltratar a su novio

En Ripollet

El Ministerio Público considera que la acusada, Montserrat M., sometió a la víctima a una conducta de “dominación y humillación” hasta que le asestó una puñalada mortal

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Detención de los Mossos d'Esquadra en una foto de archivo 

Llibert Teixidó

La Fiscalía ha presentado el escrito de acusación contra Montserrat M., la aspirante a mossa d'esquadra, que en abril de 2023 acabó presuntamente con la vida de su pareja, Aleix, de 46 años al que llevaba tiempo maltratando. En el documento al que ha tenido acceso La Vanguardia y ha sido avanzado por El País, el fiscal reclama total de 34 años de cárcel al atribuirle los delitos de asesinato por el que le pide 23 años de prisión, maltrato habitual (3 años), lesiones (3 años) y amenazas (5 años). 

La acusación sostiene que “la acusada (que entonces tenía 44 años) mantuvo una relación sentimental con Aleix A., con quien convivía y sobre el que “desarrolló una conducta constante de dominación y humillación, sometiéndole a situaciones vejatorias y llegando a amedrentarle para mantener dicho dominio”. Señala el fiscal que una ocasión llegó a advertirle de que contrataría a una sicario para acabar con la vida del hijo de él, que tenía entonces nueve años. Fruto de las amenazas y vejaciones, la víctima “sufrió un progresivo y grave deterioro tanto en su propia salud como en las relaciones personales que hasta ese momento mantenía con familiares y allegados”, indica el fiscal. Así, el 7 de abril de 2023, sobre las 20h, la mujer le asestó una puñalada con un arma blanca que le provocó la muerte. ”Le atacó de forma sorpresiva, con la víctima totalmente desprevenida", sostiene el fiscal. 

La mujer amenazó con contratar a un sicario para matar al hijo de la víctima, de tan solo 9 años

Montserrat fue la encargada de llamar a la policía para informar de que se había encontrado el cuerpo sin vida de su novio. Según indicó en un primer momento a los Mossos d'Esquadra, ella fue a comprar tabaco y cuando volvió a casa halló a su novio muerto. En una segunda versión, aclaró que ella se estaba duchando cuando oyó un ruido y al salir del baño encontró el cadáver su novio. La patrulla de seguridad ciudadana en un primer momento no vio clara la vinculación de la mujer con los hechos y evitó detenerla. A pesar de que el cuerpo presentaba una cuchillada, no pudieron descartar que se tratase de un suicidio.  El cadáver de Aleix tenía moratones y heridas antiguas que indicaban que sufría malos tratos. 

Los Mossos hallaron sangre de la víctima en un cuchillo de cocina que había sido lavado

Los Mossos siguieron investigando. Registraron la casa en dos ocasiones y analizaron de forma detallada cada uno de los cuchillos de la cocina. A pesar de que todos habían sido lavados, hubo uno en el que tras desmontar el mango aparecieron restos de sangre de la víctima. Aquello desencadenó la detención de la mujer, cuatro meses después de los hechos. Nadie que no fuera ella podía haber entrado a la casa y matar a su novio con tiempo suficiente para limpiar el cuchillo. 

Durante el interrogatorio, Montserrat se mostró tímida y negó su responsabilidad en el crimen, pero el juez la mandó a prisión. Los investigadores pudieron acreditar que la mujer maltrató a su pareja al menos en una ocasión. Fue el 18 de febrero de 2023 cuando la acusada golpeó en la oreja a su novio y le provocó hemorragia por la cual necesitó “tratamiento quirúrgico consistente en drenajes, incisiones y suministro de antibióticos”. Las humillaciones eran constantes y tras la amenaza de matar a su hijo, el hombre “se plegó a cumplir con lo que la acusada le exigía” ante el “temor grave de que ejecutase tal acción”, señala el fiscal. 

Los investigadores requisaron su teléfono móvil y allí encontraron vídeos de carácter sexual grabados por la víctima y en la que ella humillaba sus parejas, según sostienen fuentes de la investigación. Los mossos interrogaron a varios compañeros de la mujer para que relataran los episodios y la violencia que empleaba la acusada. Algunos de ellos declararán en el juicio. La mujer no era mossa d'esquadra, pero estaba estudiando para presentarse a las oposiciones. Estaba matriculada en una academia para formarse, había comunicado a todos su entorno su intención de presentarse a las pruebas y durante el registro de su domicilio se encontraron libros de estudio. 

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Mayka Navarro
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