Una jueza de Zaragoza ha abierto una investigación tras un incidente de tráfico ocurrido entre un taxista y un guardia civil, que tuvo un desenlace inesperado. El suceso involucró una disputa en la que el agente, que viajaba en su vehículo particular y vestido de paisano, se vio involucrado en una maniobra que, según el denunciante, podría constituir una infracción, según ha informado Heraldo de Aragón.
La magistrada ha solicitado al Instituto Armado que aclare si el guardia civil se encontraba de servicio en el momento de los hechos, para poder determinar posibles responsabilidades en este conflicto vial.
El taxista decidió formalizar la denuncia por el comportamiento del Guardia Civil, quien, según él, tuvo una actitud agresiva
El incidente se produjo cuando el taxista denunció que el guardia civil había realizado una maniobra imprudente durante una disputa de tráfico. Según el relato, el agente, al volante de su coche particular, adelantó al taxista de manera temeraria, sin respetar las señales de tráfico, lo que generó una discusión entre ambos conductores. El taxista, tras lo sucedido, decidió formalizar la denuncia por el comportamiento del Guardia Civil, quien, según él, mostró una actitud agresiva.
Este tipo de enfrentamientos viales no es algo excepcional, pero en este caso, la situación cobró mayor relevancia debido a la implicación de un miembro de las fuerzas de seguridad del Estado. La jueza encargada del caso ha pedido aclaraciones sobre si el Guardia Civil estaba de servicio en el momento del incidente, dado que, en caso de estarlo, el comportamiento del agente podría interpretarse como un abuso de autoridad.
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Las disputas de tráfico son frecuentes, y aunque muchas veces se resuelven con simples enfrentamientos verbales o gestos, en ocasiones pueden escalar y llevar a situaciones más graves. En este caso, la investigación judicial busca determinar si la actitud del Guardia Civil fue apropiada o si, por el contrario, se trató de un abuso de atribuciones que merezca una sanción.