Un grupo de influencers, integrado por cuatro hombres y una mujer, han sido detenidos por la Policía de Buenos Aires y están acusados de secuestrar y torturar a supuestos pedófilos a los que, haciéndose pasar por menores de edad, atrapaban a través de las redes sociales. La banda cayó producto de la denuncia de un hombre que, según dijo, acudió engañado a una cita.
El grupo liderado por Brandon Joaquín Maldonado se hacía llamar “los caza-violines”. Subían vídeos a redes sociales en los que “cazaban” a supuestos pedófilos. Para lograrlo, abrían perfiles falsos en plataformas sociales y aplicaciones de citas, en las que se hacían pasar por una menor de edad. Cuando necesitaban imágenes o audios para darle mayor realismo a la cuestión, recurrían a la mujer del grupo.
El grupo concretaba una cita con los supuestos pedófilos. Cuando los sujetos llegaban al lugar acordado, se encontraban a Brandon, quien, junto a un grupo de personas que también formaban parte de la banda, los golpeaban y, en muchos casos, los llevaban a un apartamento de alquiler para obligarlos a realizar prácticas que se encuadran dentro de la tortura.
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Los detenidos grababan las torturas en vídeo y las compartían en directo en redes sociales
Las vejaciones que sufrían las víctimas iban desde palizas hasta lo escatológico. En el canal de YouTube del grupo se puede ver a un hombre al que, supuestamente, le hacen comer excrementos y otro caso en el que contactan a la familia del supuesto abusador. Todo quedaba grabado pero, además, se transmitía en vivo.
Aunque la cara visible del canal es Brandon Maldonado, la banda está integrada por cuatro hombres y una mujer, que tienen entre 17 y 29 años. En YouTube, acumulan 425.000 seguidores y en Instagram, otros 80.000. La banda está hoy acusada de privación ilegítima de la libertad y lesiones. Ninguno posee antecedentes penales.
El grupo de los “caza-violines” ha recibido, hasta el momento, una sola denuncia. La ha interpuesto un ciudadano venezolano de 42 años después de pasar por las torturas de Maldonado. El hombre aseguró que fue a la cita engañado, ya que creía que se encontraría con una mujer de 21 años. En ese caso, el grupo había pactado un encuentro en un apartamento ubicado en Corrientes al 4.300, en el barrio de Almagro a través de una red de citas. Allí lo recibió la mujer del grupo, que lo invitó a subir.

Armas, cámaras y municiones, entre los elementos secuestrados a la banda de los “caza-violines”
Dentro del apartamento, esperaban Maldonado y otros miembros la banda. Allí, torturaron al hombre, mientras todo era transmitido en vivo a través de una plataforma. Además, compartieron ante miles de personas los números de teléfono de los allegados del hombre. La agresión duró más de dos horas, y lo liberaron amenazándolo para que no hablase. Sin embargo, el hombre hizo la denuncia, que terminó con la detención.
Según dijo la víctima, inicialmente la mujer le había dicho que tenía 21 años pero, luego, le mandó una sucesión rápida de muchos mensajes entre los que incluyó la frase: “Tengo 13”. Tras la denuncia, la División Investigaciones Comunales 5 ha montado un operativo de vigilancia y monitoreo en plataformas de streaming, a partir del que han podido detectar una transmisión en vivo en la que otro hombre era torturado.
Aunque no se ha podido ubicar el apartamento donde ocurría la agresión, sí se ha podido dar con una camioneta en la que se movilizaban Maldonado y su equipo. Fue allí donde lograron detenerlos cuando intentaban huir. Durante el operativo y los allanamientos, se encontraron armas de aire comprimido, municiones, máscaras y elementos adhesivos para retener a las víctimas que eran usados durante los vídeos y retransmisiones en vivo. Además, se incautaron más de 20 móviles, chips, cámaras y consolas de videojuegos.
El Juzgado Nacional de Menores N°1 – Dr. Cristian Axe Von Leers, ha avalado las detenciones, ha dispuesto la incomunicación de los imputados, el traslado del menor al Instituto Inchausti y el secuestro de todos los elementos relevados. La investigación continúa con el objetivo de identificar más víctimas y profundizar en el análisis del material incautado.
En las redes sociales hubo quienes salieron a defender a Maldonado, a quien vieron como una especie de justiciero. Sin embargo, el joven también reunió muchos detractores que cuestionaron sus métodos e incluso lo acusaron de intentar ganar dinero con sus vídeos. “No hay nada mas peligroso que el violento que se disfraza de justiciero”, escribía un usuario en Reddit. “Te vende lo que hace como un servicio a la comunidad, pero en realidad, es un loquito que disfruta de pegarle y torturar gente”, acusaba otro.
En DerechoGenial, un sub (tal como se conoce a las secciones del foro Reddit) en el que los usuarios publican consultas jurídicas, un usuario expresó: “Precisamente, este es un caso evidente donde el derecho y el sentido de justicia general no coinciden. Está claro que los cazaviolines son los buenos y no los malos. Pero la ley tiene un procedimiento para evitar la justicia por mano propia”.
En X (antes Twitter) sucedía algo similar, los usuarios debatían acerca de la detención del grupo. “Libertad para los Caza Violines, por fin un grupo de chabones hace algo bien”, escribió un usuario. Por otro lado, también hubo quienes recordaron que el formato ya existe en Estados Unidos y que la modalidad de Maldonado es una copia de otros canales que hacen el mismo contenido pero en inglés.