Una persona ha sido detenida y otra es investigada por un delito de maltrato animal tras localizar a un perro muerto en una laguna de Arganda del Rey, donde había sido arrojado con cadenas y bloques de hormigón para que se ahogara. La Guardia Civil también investiga a un vecino de Tortosa por un presunto delito de maltrato animal tras encontrar en un terreno de su propiedad a tres cachorros de perro de la raza bodeguero con la cola mutilada por razones estéticas.
En el primer caso, la investigación se inició tras localizar un pescador el cuerpo del can ahogado en la laguna de Las Esperillas, ubicada en pleno Parque Regional del Sureste, ha informado la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
Captura del vídeo de la Guardia Civil donde se registra el rescate del cuerpo del animal
Cadenas atadas y dos bloques de hormigón
Agentes de la patrulla del Seprona de Rivas Vaciamadrid y efectivos de los Bomberos de la Comunidad lograron rescatar el cuerpo del animal, que tenía unas cadenas atadas y dos bloques de hormigón que provocaron que el cuerpo del animal se hundiera en el agua.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Guardia Civil y ha permitido la identificación del autor material del ahogamiento, un varón de 53 años, que ha sido detenido por un delito de maltrato animal, y la investigación de una mujer de 46 años por los mismos hechos.
Los cachorros tuvieron que ser intervenidos de urgencia
En el caso del vecino de Tortosa investigado por un presunto delito de maltrato animal, los cachorros fueron hallados por una patrulla del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de Tortosa cuando inspeccionaban el terreno de un particular en la localidad de L’Aldea, según ha explicado este domingo la Dirección General de la Guardia Civil en un comunicado.
Los tres perros con la cola mutilada, que formaban parte de una camada, se encontraban dentro de un capazo, entre mantas sucias y manchas de sangre.
Uno de los tres animales rescatados por el Seprona en l'Aldea
Los efectivos del Seprona comprobaron que los animales tenían la cola amputada y que los cortes eran recientes, por lo que los llevaron a un centro veterinario, donde fueron intervenidos de urgencia para tratar y desinfectar las heridas.
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La Guardia Civil instruyó diligencias por un supuesto delito de maltrato animal después de que el propietario del terreno no presentara ningún documento para justificar la mutilación.
La mutilación de las orejas o la cola de los perros está prohibida cuando se realiza con una motivación estética y solo está permitida por una necesidad terapéutica para garantizar la salud del animal, siempre que esté acreditada por el informe de un veterinario.