Una mujer acusada de provocar la muerte por envenenamiento de tres familiares durante una cena en su casa ubicada en Australia, ha hecho una confesión impactante durante el juicio. La acusada de homicidio, Erin Patterson, quien sirvió setas a sus invitados -que más tarde fallecieron-, ha admitido este viernes que buscó en internet si el conocido como “hongo de la muerte” crecía en la región del sureste australiano de la que procede.
“Recuerdo que en algún momento quise descubrir si las setas de la muerte crecían en Gippsland, y descubrí que no lo hacían”, ha confesado hoy Patterson, de 50 años, ante el jurado durante su testimonio en un tribunal de Morwell. Así se desprende de la información publicada por el medio público australiano ABC.
Patterson ha contestado así a las preguntas planteadas por la fiscal, Nanette Rogers, quien ha presentado hoy como prueba extractos de búsquedas de la acusada en la web iNaturalist de mayo 2022 sobre el llamado “hongo de la muerte”. Estas pruebas han sido obtenidas de un ordenador requisado de la vivienda de Patterson.
Indicios
La fiscal ha demostrado que la mujer se informó sobre setas letales antes de la cena tras la que fallecieron las 3 víctimas
“No recuerdo hacerlo. Es posible que fuera yo”, ha añadido Patterson sobre esta búsqueda de información sobre el hongo letal. Luego ha añadido que “en algún momento” quiso “descubrir” si crecían en la región.
La Fiscalía sostiene que la australiana usó hongos venenosos en la preparación de la cena que cocinó para sus exsuegros, Gail y Don Patterson, y los tíos de su exmarido -invitado a la cena, pero que no acudió-, Heather e Ian Wilkinson, el 29 de julio de 2023.
Don y Gail Patterson, de 70 años, y Heather Wilkinson, de 66, fallecieron entre el 4 y el 5 de agosto de 2023. Empezaron a encontrarse mal después de ingerir los trozos de carne cubiertos con setas, envueltos en hojaldre y acompañados con puré de patatas y judías verdes que la acusada les sirvió en su casa de Leongatha.
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Estas declaraciones de la acusada se suman a las del pasado miércoles, cuando Patterson apuntó en el juicio que pudo haber incluido hongos recolectados por ella misma en la cena, a la que únicamente sobrevivió Ian Wilkinson. Informes de toxicología indican que Erin Patterson habría empleado amanita phalloides, también conocida como oronja verde u “hongo de la muerte”, uno de los más letales, en la preparación de la comida que sirvió.
La declaración de la acusada ha arrancado este lunes en un tribunal de Morwell. Desde que fue arrestada en noviembre de 2023, ha mantenido su declaración de inocencia. Patterson continuará testificando el martes en un mediático juicio que arrancó hace más de un mes, con una duración prevista de seis semanas.