Una sentencia judicial dictada en Italia ha generado una fuerte ola de indignación pública después de que un hombre acusado de una brutal agresión contra su exmujer fuese absuelto del delito de maltrato y condenado únicamente por lesiones leves. El tribunal argumentó que el acusado actuó movido por “la amargura de la ruptura” y que su reacción debía ser “comprendida”.
El caso se remonta a 2022, cuando el agresor, tras la separación de su pareja después de 20 años de relación, golpeó violentamente a la mujer durante al menos siete minutos. Como consecuencia de la paliza, la víctima sufrió fracturas múltiples en el rostro, que tuvo que ser reconstruido con 21 placas de titanio, y una lesión irreversible en el nervio ocular, lo que le provocó la pérdida casi total de la visión en un ojo.
Un fallo que minimiza la violencia
Reacciones y consecuencias
Según la sentencia firmada por el juez Paolo Gallo, la agresión no fue “una explosión de ira inmotivada e inexplicable”, sino una reacción “entendible dentro de la lógica de las relaciones humanas”. Además, justificó los insultos y humillaciones proferidos por el agresor, en presencia de sus propios hijos, como una manifestación de “un sentimiento muy humano”, derivado del hecho de que la mujer había iniciado una nueva relación sentimental.
El fallo ha sido duramente criticado por organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres y por la propia familia de la víctima, que aún no ha podido pronunciarse públicamente debido a su estado de shock. La fiscalía había solicitado una pena de cuatro años y medio por violencia de género, pero el tribunal rechazó este cargo, condenando al acusado solo a un año y medio por lesiones. Además, se le aplicaron atenuantes y la suspensión condicional de la pena, lo que le permitirá permanecer en libertad si la sentencia se confirma en instancias superiores.
Los hijos de la pareja, que se constituyeron como parte civil en el proceso judicial, expresaron su profunda decepción y preocupación ante una sentencia que consideran injusta. La abogada de la víctima advirtió que este tipo de resoluciones “no solo minimizan el daño sufrido, sino que además desmotivan a otras víctimas a denunciar la violencia que padecen”.
Por su parte, la defensa del agresor defendió el fallo como un ejemplo de “rigor jurídico y atención en el análisis de las pruebas”. Mientras tanto, el debate público en Italia crece, con voces que exigen una revisión urgente del enfoque judicial hacia la violencia de género y una mayor sensibilidad en la interpretación de la ley.