En la penumbra de un baño, una mujer yacía mutilada en un gran charco de sangre: la cabeza destrozada a golpes, la garganta cercenada, la ropa interior rota, los senos separados del cuerpo y, en cada mano, mechones de cabello -propio y ajeno- como la firma silenciosa de quien la ha convertido en víctima y trofeo.
Horas más tarde, su presunto asesino trataba de consolar a los hijos de la mujer asesinada, testigos directos del macabro hallazgo. Bajo una apariencia de afabilidad, aquel vecino observaba la escena con cierto disfrute. Se deleitaba pensando que nadie sospecharía de él. Sin embargo, la sombra de un crimen anterior daría al traste su impunidad.
Los primeros asaltos
Danilo Restivo nació el 3 de abril de 1972 en Erice (Sicilia) y era hijo del director de la biblioteca de Potenza. No hay información al respecto de una infancia marcada por traumas extremos. Lo único reseñable: una personalidad tímida y retraída, con problemas para la socialización. Eso sí, Danilo tenía una serie de hábitos que, ya desde su adolescencia, resultaban inquietantes.
Hay testimonios de esos comportamientos extraños, incluso crueles: cortes de cabello, apuestas escolares para arrancar mechones; una atracción creciente hacia lo capilar como objeto de deseo, de poder, de control. En Italia se hablaba de él como el peluquero de Potenza, no por habilidad artística, sino por la costumbre de hacerse con mechones ajenos en cines y en espacios públicos.

Danilo Restivo, de joven y junto al párroco de su iglesia
Manifestaciones posteriores hablarían de que cortaba el cabello de jóvenes en autobuses, o de que se aproximaba a chicas para tirar de su coleta, cortar un mechón, sentirlo entre los dedos, olerlo. De hecho, chicas que lo habían rechazado sentimentalmente hablando denunciaron haber recibido inquietantes llamadas anónimas con la banda sonora de Profondo Rosso (Rojo Profundo).
Este comportamiento, aparentemente extraño, resultó ser un indicio de una personalidad perturbada cuyos actos podrían parecer nimios, pero pronto formarían parte del esqueleto de algo mucho más siniestro.
La iglesia
El 12 de septiembre de 1993, Elisa Claps, de 16 años, se citó con Danilo en la iglesia de la Santísima Trinidad, en Potenza, en un gesto amable: él quería darle un regalo por sus exámenes. Ella aceptó, aunque con reservas: la acompañó su amiga Eliana De Cillis para sentirse más segura.
Elisa acudió hacia la iglesia tras la misa, alrededor de las 11:30 de la mañana. Pero nunca volvió a casa. Su rastro se perdió en torno al templo y, cuando la policía interrogó a Danilo por ser presuntamente la última persona en verla antes de esfumarse, el joven confirmó haberla visto aquella mañana, haber charlado con ella unos quince minutos en el exterior de la iglesia para, acto seguido, entrar en la iglesia para rezar.

Elisa Claps, asesinada por Danilo Restivo
Sin embargo, su actitud le implicaba como el principal sospechoso: el hermano de Elisa lo vio sudoroso y muy nervioso, y con un pequeño corte en la mano que, según Danilo, se lo hizo cayéndose en unas escaleras mecánicas.
A esto se sumaba el acoso al que sometió durante tiempo a la adolescente, a quien escribía cartas y le pedía citas. Este acoso era sabido por las amigas de Elisa y también por su hermano, algo que incluso plasmó en su diario.
Pese a todo, los investigadores no lograron una prueba sólida que incriminara a Danilo. Tanto es así que, durante los años de la desaparición, se cometieron fallos garrafales por parte de los agentes a cargo del caso: la iglesia no fue inspeccionada a conciencia, se confundieron pistas, hubo retrasos legales… Solamente se le pudo acusar por ofrecer información falsa respecto a la mencionada herida en su mano. Por ello, el juez lo condenó en 1995 a una pena menor.
De Italia a Bournemouth
A principios de 2001, Danilo se inició en el mundo de las redes sociales y comenzó una relación sentimental virtual con Fiamma Marsango, una mujer italiana divorciada, mayor que él y con dos hijos a su cargo. Las conversaciones fueron in crecendo, así como el amor, hasta que, en marzo de 2002, el presunto asesino decidió mudarse a Bournemouth (Inglaterra) para instalarse con ella y sus hijos.
La pareja alquiló una casa en Chatsworth Road, justo enfrente del domicilio de la segunda víctima de esta historia, Heather Barnett, una costurera de 48 años, madre de dos hijos, con una vida discreta.

Danilo Restivo, en el día de su boda con Fiamma
Danilo y Fiamma contrajeron matrimonio poco después y, para sus vecinos, se trataba de una familia normal, abierta, estable y respetable. Algo que apuntalaba el hecho de que alquilasen habitaciones a extranjeros durante el año.
Nada hacía presagiar que, detrás de aquella imagen honorable, se escondía un marido que ocultaba sus obsesiones y una fijación ritual con el cabello femenino. Así llegó el segundo crimen, nueve años después del primero.
Sin consuelo
El 12 de noviembre de 2002 Heather fue brutalmente asesinada en su vivienda. Cuando sus hijos volvieron del colegio encontraron una escena aterradora: su madre muerta en el baño y con múltiples heridas. Ante aquel espanto, los niños salieron huyendo de la casa para pedir ayuda. Estaban histéricos.
Un coche se detuvo de inmediato y, del interior, bajaron Fiamma y su marido Danilo. Mientras los pequeños relataban lo ocurrido, el asesino llegó a abrazarlos y a consolarlos mientras los conducía a su casa para llamar a la policía.

Heather Barnett, segunda víctima asesinada por Danilo Restivo
Los investigadores tenían claro que el asesinato había sido premeditado y Danilo pasó a convertirse en el sospechoso número uno. Entre los indicios: vivía enfrente, por lo que tenía acceso visual a la casa de la víctima, y sus vecinos y testigos hablaron de su fijación por el cabello. Esta pista llevó a los agentes a investigarlo.
Se dispuso un dispositivo de vigilancia y seguimiento y la policía lo interceptó vestido de forma sospechosa (impermeable, guantes, pasamontañas), llevaba cuchillos, tijeras y pañuelos, preparativos que parecían encajar con alguien que planeaba actuar. Pero no lo pillaron asaltando a nadie.

Escenario del crimen de Heather Barnett
Un punto clave fue el hallazgo de una toalla verde en el domicilio de Heather, la cual Danilo había dejado con el pretexto de que su esposa Fiamma quería que la víctima hiciera unas cortinas a juego con ese verde. Esa toalla resultó tener trazas menores de ADN que coincidirían con el perfil de Danilo. También, sus zapatillas fueron lavadas con lejía tras el crimen.
Los análisis forenses sobre los mechones de cabello hallados en la mano de Heather Barnett mostraron que correspondían a un individuo residente en el Reino Unido, que había viajado -según isotopía capilar y química- a varias regiones, incluyendo partes de España y Francia, lo que encajaba con posibles movimientos de ese individuo. Sin embargo, no se pudo identificar al propietario de esos mechones ajenos.

Sujetador de Heather Barnett, asesinada por Danilo Restivo
El patrón casi ritualístico del cabello estuvo presente en todo momento, porque no era simplemente un fetiche excéntrico, sino una firma criminal, un modo de actuar que unía dos crímenes separados por fronteras, años y víctimas: Elisa Claps en Italia y Heather Barnett en Inglaterra.
No fue hasta 2008-2010 cuando los avances forenses y técnicos permitieron acumular pruebas suficientes para la acusación contra Danilo Restivo.
En el desván
El 17 de marzo de 2010 se produjo un giro en la investigación tras el hallazgo del cuerpo de Elisa Claps en la iglesia de la Santísima Trinidad de Potenza. Este hecho no fue fruto de una búsqueda planificada de última hora, sino del azar. Unos operarios trabajaban en la reparación del techo cuando, al subir desván, percibieron un olor fétido. Al retirar escombros y objetos viejos, encontraron restos humanos en avanzado estado de descomposición.
La adolescente desaparecida llevaba allí más de 17 años, en un rincón oculto por tablas y enseres, lo que explicaba que durante todo ese tiempo no hubiese sido descubierto en registros superficiales.

Las autoridades descubren el cuerpo de Elisa Claps en el desván de la iglesia
El cadáver presentaba heridas de arma blanca, la ropa íntima y los pantalones bajados a un nivel similar al hallado más tarde en el caso Barnett; su sujetador estaba cortado o dañado; y mechones de cabello -al menos parte del suyo- junto al cadáver y en manos de la víctima.
La aparición del cadáver de Elisa activó el caso y fue el impulso definitivo para proceder a la acusación formal contra Danilo Restivo. Esto permitió reconstruir con detalle el patrón ritualístico del cabello, que ya había repetido en Inglaterra.
La mañana del 19 de mayo de 2010, Danilo Restivo fue detenido bajo la acusación de asesinato de Heather Barnett. Además, las autoridades obtuvieron permiso judicial para usar las evidencias encontradas en el escenario del crimen de Elisa Claps y compararlas a las del crimen de Heather Barnett. Buscaban vincular ambos asesinatos y el informe forense confirmó este aspecto. Ambas víctimas fueron asesinadas por Danilo.
La “depravación humana”
El juicio por el asesinato de Heather Barnett se celebró en Winchester Crown Court en 2011. Danilo fue juzgado por ese crimen, mientras que se permitió que el jurado oyera pruebas del caso de Elisa Claps como evidencia de hechos semejantes. Durante la vista judicial, el acusado se declaró no culpable y, al sentarse en el banquillo, afirmó: “I have never killed anybody” (“Nunca he matado a nadie”).
El 29 de junio, Danilo fue hallado culpable del asesinato de Heather Barnett. Se le impuso una sentencia de prisión de por vida (whole life order), lo que implicaba que no habría posibilidad de libertad condicional.

Danilo Restivo declara ante la policía acusado de matar a Heather Barnett
Durante la lectura del veredicto, el magistrado describió el crimen como “depravación humana” y subrayó la gravedad del delito por estar cuidadosamente planificado y preparado para satisfacer un apetito sexual sádico, y que el asesinato de Elisa Claps era un factor agravante.
“Sabía que una niña de 11 años y un niño de 14 encontrarían a su madre asesinada en el suelo del cuarto de baño. Este aspecto del caso perseguirá a quienes lo hayan presenciado” recordó el magistrado, tildándolo de “asesino frío, depravado y calculador”.

Danilo Restivo durante el juicio por el asesino de Heather Barnett
Sin embargo, la pena fue anulada parcialmente por la Corte de Apelaciones del Reino Unido en 2018. Se estableció un período mínimo de 40 años antes de que pudiera considerarse cualquier posibilidad de revaluación.
Paralelamente, en Italia fue juzgado por el asesinato de Elisa Claps y condenado a 30 años de prisión. Actualmente, el asesino peluquero cumple condena en el recinto HM Prison Full Sutton, en Inglaterra.