La instructora del asesinato de Helena Jubany quiere apurar todas las posibilidades para encontrar a los responsables del crimen de la bibliotecaria de Sentmenat, asesinada el 2 de diciembre de 2001, antes de que los hechos prescriban. Tal y como solicitó la Fiscalía, la jueza ha acordado la imputación de Ana Echaguibel, mujer que llegó a estar encarcelada por estos hechos pero que fue desimputada en el año 2005 al considerar entonces que los indicios contra ella no eran suficientes para sentarla ante un jurado. Ahora, sin embargo, la situación ha cambiado. La jueza quiere tomarle muestras de ADN para comprobar si el perfil genético femenino hallado en el jersey que vestía la víctima el día de su asesinato coincide con el de la investigada. “Esta diligencia servirá para confirmar o descartar la presencia de material biológico de la Sra. Echaguibel y consolidarla en la posición de investigada o valorar el archivo de las actuaciones”, resalta la jueza en un auto.
Se da la circunstancia de que solo Echaguibel podía ser imputada por este caso. Los hechos están prescritos desde el 2 de diciembre de 2021, cuando se cumplieron veinte años del crimen. El día antes, el anterior instructor imputó a Xavier Jiménez, a quien se atribuyó la autoría de unos anónimos que recibió la víctima junto a bebidas adulteradas con benzodiacepinas. El reloj acusatorio se detuvo para todas las personas que no habían sido imputadas hasta entonces, pero no así para aquellas que sí lo habían estado: Santiago Laiglesia y Ana Echaguibel, que fueron desimputados en 2005.
Encarcelada por este caso
Echaguibel era la única mujer que podía ser imputada puesto que los hechos están prescritos desde diciembre de 2021
La causa contra Laiglesia fue reabierta en 2023 para someterse a unas pruebas de ADN después de hallarse en el jersey de la víctima una mezcla de perfiles genéticos. Tras varias pruebas, a principios de este mes, un último informe arrojó que una de las muestras pertenecía a Laiglesia. Por primera vez había una prueba directa que presuntamente lo relaciona con el crimen. La jueza lo citó para el próximo viernes 26 de septiembre con el fin de interrogarlo, si bien la declaración se ha pospuesto por problemas de agenda de un abogado.
El mismo análisis genético también descubrió que había un perfil femenino distinto del de la víctima. Tras comprobar que no encajaba con el de Montserrat Careta, pareja de Laiglesia que se suicidó en prisión clamando por su inocencia, la única opción era Echaguibel. “Es la única persona con la que resulta posible comparar el material genético hallado de origen femenino”, destaca la jueza. A esto se une otros indicios que sirvieron en su día para imputarla. “La presunta enemistad con la víctima y la presunta autoría de las notas manuscritas por Helena Jubany días antes del presunto homicidio”, señala la juez.
Una vez se realice la prueba genética, el caso quedará a un paso de ser enviado a juicio. La familia de Helena Jubany está convencida de que las pruebas de ADN han servido para apuntalar una acusación contra Laiglesia y Jiménez y llevarlos ante un jurado. Ahora solo falta esperar y comprobar si los acusados acaban siendo dos o, finalmente, tres. La jueza instructora lo tiene claro: “Con los nuevos estudios realizados, el escenario ha cambiado”.


