Una persona puede aguantar mucho, pero cuando el miedo se cuela por la puerta de casa, todo empieza a desmoronarse. Jota Peleteiro ha decidido contar por fin lo que llevaba años arrastrando: un silencio envenenado por el temor a perder a un niño al que quiso como si fuera suyo.
La amenaza venía de Jessica Bueno, la que era su mujer. Era una frase repetida, cortante y directa que convirtió la idea de separarse en algo casi imposible.
Chantaje
El exfutbolista asegura que no rompió antes por no perder a los niños
La frase fue repiquetea en su cabeza desde hace años: “Si te separas de mí, no vas a ver a Fran en tu vida”. No venía de una discusión puntual, ni de un malentendido. Según contó en ¡De Viernes!, se trataba de una amenaza constante que aparecía cada vez que el tema de la separación asomaba.
Por eso, durante mucho tiempo, se quedó atrapado en una relación en la que, como él mismo contó, el respeto “ya se había perdido delante de los niños”. Según relató, la convivencia se volvió tensa, los gestos diarios estaban marcados por la incomodidad y cualquier conversación podía acabar mal.
Esa falta de armonía, afirmó, lo empujó a buscar ayuda profesional, aunque ni siquiera entonces se atrevía a verbalizar su decisión. El temor a que le apartaran de Fran, hijo de la modelo con Kiko Rivera, lo mantenía bloqueado, como si cualquier paso fuera a desatar un conflicto mayor.
A diferencia de lo que se ha dicho en algunos medios, aseguró que su decisión de hablar no tiene nada que ver con ganar dinero ni con el deseo de quedar bien. Dijo que ha aguantado mucho y que ha estado en tratamiento porque la presión lo arrastró hasta un pozo del que solo pudo salir con ayuda profesional.
Como explicó él mismo en su entrevista, lo que está pasando ahora “es que no está siendo justa conmigo y creo que se está pasando de la raya”. Todo este proceso, que él define como “calvario”, le ha provocado un gran malestar: “Por dentro he estado y estoy destrozado”.
Todo mentira
La modelo niega las acusaciones de su exmarido
Jessica Bueno, por su parte, respondió sin contenerse demasiado. En sus declaraciones, negó tajantemente haber dicho algo así: “Es una auténtica mentira, no sé cómo no se le cae la cara de vergüenza, sobre todo de usar a mi hijo mayor”.
La andaluza recalcó que, en realidad, su intención siempre fue mantener la relación familiar entre ellos y que si aguantó tanto fue precisamente para evitar una separación que afectase a los niños.