Si hay una fórmula mágica para llenar estadios, mantener una gira multitudinaria, arrasar en televisión y salir airosos de una charla sobre religión primitiva sin perder la gracia, esa la tienen los hermanos Muñoz. Por cuarta vez, Estopa volvió a La Revuelta con José y David Muñozo convertidos ya en parte del mobiliario emocional del programa. La complicidad con Broncano, el sentido del humor que arrastran desde el primer disco, su capacidad para hacer del caos un arte y su conexión con el público, con o sin guitarra, volvieron a brillar en una noche en la que hubo de todo. Desde teorías sobre el cristianismo primitivo hasta confesiones sexuales, pasando por camisetas nostálgicas, recuerdos de grafitis ilegales, y una señora llamada Merche – fan de Sabina- que, tras 47 años de matrimonio, no puede más con Estopa… y aun así les aplaude.
David inauguró el nuevo tobogán del programa como si de un niño con zapatillas nuevas se tratase. José, con su ya conocida hernia cervical, se presentó sobre el escenario del Teatro Príncipe a pie pero no se quedó atrás en entusiasmo. Entre vítores del público y el grito de una espectadora que confesó estar “hasta los cojones con Estopa” por culpa de su marido —fan nivel devoción—, la entrevista ya prometía desde el minuto uno. Merche, la mujer del fan, lo explicó entre risas: “Me gusta más Sabina”. A lo que Broncano, claro, le sacó punta durante toda la noche.
Pronto, el tema derivó en costumbres domésticas y hábitos nocturnos: pijamas con historia, gayumbos de confianza y una defensa inesperada del “culerismo” (es decir, el resfriado por dormir desnudo). David y José confesaron sus rutinas: uno duerme con camiseta cómoda, el otro en modo libre… pero eso sí, siempre con calcetines. “Te da más agarre”, bromeaba David, comparando el acto sexual con una maniobra de aquaplaning.
Dormir con el culo al aire te da 'resfriado culero'; mejor con calcetines y tapadito”
También recordaron sus días de grafiti en la parada de Universitat, en Barcelona, cuando David firmaba como 'Power' y su colega era 'Reset', y confesaron que alguna vez su madre les pilló firmando en plena calle. Cuando tocó opinar sobre la salida de Leire Martínez de La Oreja de Van Gogh, los hermanos jugaron a ser neutrales: “Team Leire, pero Amaia es amor”. Sin embargo, no tuvieron reparos en hablar del desnudo de Leiva: “Se le ve feliz, pero el desnudo es feísimo. Aunque el mío es peor”, comentó David entre carcajadas, al tiempo que José sentenciaba: “Mi desnudo es horrible, pero el suyo también”.
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Aunque la charla derivó hacia múltiples temas —desde Sócrates y Platón hasta la teoría de que Edison robó la luz a Tesla—, también hubo espacio para hablar de su carrera. La conversación avanzó hasta tocar la relación empresarial entre hermanos: “Nunca nos vamos a separar”. Aunque aseguran que todo está repartido al 50%, lo suyo no está sellado “ni con un beso ni nada”. ¿Y el nombre de Estopa? “Supongo que lo registró la discográfica”. Confían tanto en su unión que no lo consideran necesario.
También hubo lugar para la anécdota nostálgica. “Cuando abrimos Twitter ya había gente con nuestro nombre. Un tío se había puesto Estopa y tuvimos que recuperar la cuenta”, recordaban.
Las clásicas de Broncano, versión Estopa
“El follar se va a acabar”
Cuando llegó el turno de las preguntas clásicas del programa, José Muñoz fue claro con respecto a su actividad sexual en el último mes: “Intentamos quedarnos contentos y satisfechos”. Su hermano, fiel a su estilo directo, remató con humor: “Mi hermano es un portento”. Y entre bromas sobre apocalipsis y papas negros, soltaron una de esas frases que solo puede nacer en un sofá como el de La Revuelta: “El follar se va a acabar”. El tema económico, como siempre, lo esquivaron con elegancia: “Está feo hablar de eso”.
Para rematar, guitarra en mano, cerraron el programa con música en directo. Porque si algo sabe hacer Estopa, además de reír, es tocar el alma. Con ritmo. Con calle. Y con esa autenticidad que les mantiene, después de 25 años, entre los más queridos de este país.