Los espectadores de MasterChef 13 no ganan para subidones de emociones. Si la semana pasada vivían la expulsión de Víctor y la vuelta de Elena a las cocinas; esta semana la indignación volvía a las cocinas.
Sucedía al final del programa, tras superar unas pruebas de infarto; y que dejaba a Clara, una de las favoritas de la edición, enfrentada a Chema, uno de los aspirantes más polémicos, luchando por la permanencia en el talent de cocina. La decisión del jurado, sin embargo, dejó al público indignado en redes sociales.

La decisión del jurado, sin embargo, dejó al público indignado en redes sociales.
Las pruebas, en esta ocasión, también pusieron a prueba a los aspirantes. En la primera, eran los jueces invitados Juanma Castaño y Miki Nadal, ganadores de MasterChef Celebrity 6, los que llevaron la voz cantante en un reto en el que los aspirantes cocinaron con productos que odiaban. Una prueba que de manera inesperada ganaba Elena, tras su regreso a las cocinas.
La prueba de exteriores no fue mucho mejor. El equipo se trasladó hasta Arenas de San Pedro (Ávila), donde cocinaron un menú elaborado por el chef con estrella Michelín Carlos Casillas. Con Bea y Ana como capitanas, los problemas comenzaron con Bea tirando comida a la basura y Pepe Rodríguez calificando su error como “inadmisible”.

Los aspirantes ven cómo sus compañeros se van marchando uno a uno.
El equipo de Ana se enfrentaba a la eliminación, jugándose su permanencia en una prueba en la que tuvieron que ideárselas para conquistar a los jueces con platos de raw food, una tendencia en el mundo de la gastronomía, que se basa en comer alimentos crudos y de procedencia ecológica; y que tiene como objetivo conservar al máximo los nutrientes y propiedades de los alimentos.
Un problemón al que Bea, Chema, Emilio, Elena y Clara deberían enfrentarse a técnicas como la fermentación, la maceración, la deshidratación, el cold press… Para tratar de hacer tres platos atractivos y edibles para conseguir no ser eliminados.
Una eliminación polémica

Clara y Chema quedaron en la cuerda floja.
Con La Terremoto de Alcorcón como invitada, Bea fue la triunfadora, con tres platos que brillaron por encima del resto: un gazpacho de fresas con toque andaluz; carpaccio de calabacín con queso azul, dátiles, frutos secos y vinagreta de tomate; y un sashimi de ventresca de atún con sésamo negro y blanco, edamame y espuma de piña.
Clara y Chema quedaron en la cuerda floja, siendo la valenciana la expulsada de la noche, contra todo pronóstico. Una decisión que no entendió el público seguidor del programa, que enseguida realizó todo tipo de comentarios en redes sociales, alegando que Chema se había quedado por el “salseo” en lugar de sus habilidades como cocinero.
“Esta es la peor edición desde que comenzó el programa. Sin duda alguna. Clara era la única salvable de todos los aspirantes desde que Limin y Ariana fueron injustamente expulsadas. Y lo dicho antes: el triángulo amoroso no interesa. Queremos ver cocina”, dice una seguidora en la red social X.
“Elena cocinó tres platos utilizando los mismos ingredientes y expulsan a Clara. Cada vez suena más a Tongo. Chema se queda porque les daba juego con las chicas, pero a cocinado peor que Clara”, dice otro. “No lo entiendo. Los platos de Clara se podían comer, aunque no fueran perfectos. En los de Chema había uno que no se podía comer y los otros eran solo aceptables. No salen las cuentas”, añade un tercero.
Intentando entender como han salvado a una persona que ha hecho un plato que (dicho por los propios jueces) NO SE PUEDE COMER #MasterChef pic.twitter.com/eJq5l2MJdK
— Fati (@fati_tinoco) May 26, 2025
A pesar de todo, Clara señaló a Chema como su favorito para ganar antes de marcharse. El aspirante recibió una advertencia de Pepe Rodríguez antes de volver con sus compañeros. “Has estado con un pie fuera”.