“Yo recuerdo hablar con El Gran Wyoming de cosas que no me gustaban del programa, y él siempre me decía: tenemos una mínima obligación de no quejarnos en público. Somos unos privilegiados. Nuestra única responsabilidad es con quien nos está viendo”. Así resume Gonzo una de las muchas lecciones vitales que le dejó su antiguo jefe en El intermedio , y que hoy sigue aplicando como conductor de Salvados . En el arranque este domingo a las 22.30h en La Sexta de la nueva temporada del programa, el reportero gallego entrevistará a El Gran Wyoming, que en mayo cumplió 70 años y que esta temporada celebrará los 20 años en antena de El intermedio .
En este primer episodio, Wyoming habla de su infancia, su familia, su visión del oficio y de la política, de cómo se convive con el éxito sin perder la humildad y de lo que significa, después de más de 40 años de carrera, seguir conectando con el espectador. “Es una voz que merecía ser escuchada ahora -dice Gonzo-, en un momento en el que las diferencias entre unos y otros parecen marcar el ritmo de la sociedad. Chechu (así lo llama él) representa esa mirada calmada, reflexiva, de alguien que ha vivido buenos y malos momentos como para saber que también se puede construir desde la inteligencia y el humor”. La entrevista cierra con algo que nunca había ocurrido en Salvados : Wyoming, solo, mirando directamente a cámara. “Es apoteósico”, anticipa Gonzo.
La temporada abordará después otras historias. “Hemos conseguido entrevistar a Paco Garzón, el maquinista del tren Alvia que se accidentó en Santiago de Compostela en 2013. Una persona que, en principio, se señalaba como el único responsable y que después, gracias a su propia lucha y la de familiares de las víctimas, compartió banquillo con un representante del Estado. Hablaremos con alguien que fue vilipendiado públicamente y del que se dijeron muchas falsedades. Su testimonio y el de las víctimas forman parte de un programa muy emotivo que nos ayuda a entender también el país en el que vivimos.”
También se recupera la memoria de los últimos fusilados del franquismo, cuando se cumplen 50 años de aquellas ejecuciones del 27 de septiembre de 1975. “El programa se centra en la figura de Xosé Humberto Baena, uno de los jóvenes del FRAP condenados por un consejo de guerra, cuya última frase a su padre -“Ojalá pudiera decirte que hay una razón para que me maten, pero yo no he sido”- aún retumba hoy en las cabezas de su familia”, apunta Gonzo.
Otro episodio recupera una historia olvidada: la mayor fuga del ejército español en democracia, protagonizada por 18 jóvenes que hacían la mili en las COE de Mallorca en 1994. Hartos de los abusos y humillaciones, saltaron la valla del cuartel, denunciaron los hechos a los medios y después se entregaron en el Gobierno militar para que no los trataran de desertores. Más de treinta años después, varios de ellos se reencuentran por primera vez en Salvados para contar cómo aquella experiencia marcó sus vidas. “Queríamos recuperar este episodio justo ahora, cuando vuelve a hablarse del servicio militar obligatorio. Para entender lo que significa, hay que recordar lo que ya pasó”.
Otrsa historias que se abordarán esta temporada son el accidente del Alvia en el 2013, las últimas ejecuciones del franquismo y la mayor fuga del ejército español en democracia
La temporada también incluye dos investigaciones propias. En una de ellas, el equipo sigue la pista a una trama de estafas telefónicas, mientras que la otra desvela cómo una marca de neumáticos sabía que vendía ruedas defectuosas para camiones, provocando accidentes graves tanto en Francia como en España. En un tono muy distinto, Salvados se traslada también a Ademuz, donde vive Elvira Lindo (era el pueblo de su madre) y donde también va Antonio Muñoz Molina.”Hablamos con dos personas que se han recorrido todo el mundo, que han vivido en grandes ciudades de todo el mundo y de repente han encontrado la paz en lo que le llaman la España vaciada”.
Uno de los historias más destacadas de la temporada estará centrado en uno de los equipos de trasplantes más reconocidos a nivel mundial: el del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Durante una semana, Gonzo se integrará al equipo para seguir de cerca, en primera línea, un recorrido tan intenso como conmovedor, que comienza con una pérdida y culmina con una segunda oportunidad para vivir.
Esta será la séptima temporada de Salvados con Gonzo al frente. ¿Cómo cree que ha evolucionado usted? “Cuando llegué aquí, no había dirigido ni presentado un programa de televisión. Ahora soy mucho más consciente de lo difícil que es hacer un buen reportaje, una buena entrevista, un programa que de verdad conecte con la gente”, responde. En este tiempo, ha aprendido que no basta con una buena idea o una cara conocida: se necesita convicción, cohesión en el equipo y claridad en la mirada. “Si no muestras convicción y no pones toda la carne en el asador, el espectador lo nota. Y se desconecta.”