Los expertos lo tienen claro, aumentar de manera clñara el precio del tabaco, en cualquiera de sus formas, reduce el número de fumadores en un 10 o 15%. ¿Cuál sería el precio para que sea efectiva esa reducción? Las cajetillas de cigarrillos, hasta los 12 euros (similar a Francia e Irlanda), mientras que los vapeadores, duplicar su precio actual, entorno a 20 euros (hay muchas modalidades y diseños). Este medida cuenta con el apoyo de la población en general (74%) e, incluso, de casi la mitad de los fumadores (48,6%).
Así lo indica la encuesta anual sobre tabaquismo, que elabora la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que en esta edición ha contado con 9.500 personas encuestadas. Uno de los puntos destacados de los resultados de este año es la permisividad que manifiestan los más jóvenes en cuanto a la restricción de los espacios sin humo, mientras la mayoría de la población sí vería con buenos ojos convertir en espacios sin humo el entorno de centros educativos o las paradas de autobús.
Tanto es así que, mientras la media global de la población, un 74%, aceptaría que no se fumara en terrazas de bares y restaurantes, entre los encuestados de entre 14 y 18 años sólo un 56,3% lo aceptaría, y de los 19 a 24 años lo haría un 64,6%. Se observa esta misma tendencia en otros espacios sensibles como las paradas de autobús: un 77,7% de los encuestados está a favor de restringir fumar en estas zonas, mientras que en la franja de 14 a 18 años sólo un 47,4% lo está. En este mismo grupo, un 71,1% vetaría fumar alrededor de centros educativos; cuando del total, hasta un 85% protegería estas áreas.
“El 93% de los que vapean consumen además cigarrillos tradicionales”
El grupo de Abordaje al Tabaquismo de la semFYC (GAT-semFYC) señala la posible correlación entre este salto generacional y la expansión de nuevas formas de consumo (vapeadores y tabaco calentado) entre los más jóvenes.
Algo que preocupa en este grupo es que “el 93% de los que vapean consumen además cigarrillos tradicionales. Esto prueba que no se está usando para dejar de fumar ni reducir el riesgo sino para atrapar a los jóvenes en la adicción a la nicotina” y alertan con preocupación sobre el hecho que “las mal llamadas estrategias de reducción de daños no son más que puro marketing de la industria de la nicotina”.
Ante la pregunta de si “¿Permitirías fumar en las terrazas de bares y restaurantes?”, los datos globales señalan que un 74% de los encuestados son favorables a esta restricción. Si bien se observan las variables por segmentos de consumo de tabaco, las personas no fumadoras apoyan esta medida en un 87,8% de los casos; las exfumadoras, en un 69,3%; las personas fumadoras ocasionales, en un 42,7%; y, en el caso de las personas fumadoras, este dato se precipita al 23,2%. Hay una diferencia de 64 puntos porcentuales.
Las diferencias no son tan pronunciadas cuando se abordan los resultados entre los jóvenes, pero también existen: el 56,3% de las personas de entre 14 y 18 años se muestran contrarias a permitir fumar en terrazas de bares y restaurantes. Del mismo modo se expresan el 64,6% de las personas de entre 19 y 24 años.
La mayoría, a favor de que no se fume en las paradas de autobuses, playas y coches
Cuando se rebasa el corte de 35 años, la aceptación de esta medida supera el 70%: con 25-34 años, es el 73,4%; con 35-49 años, llega al 76,9%; y entre 50-64 año, la cifra está en 73,9%. “Es importante tener en cuenta que, hoy en día, está permitido vapear en discotecas y algunos bares.
“Desde la semFYC pensamos que, dado que ya se ha demostrado que la ampliación de espacios sin humo ha sido una medida positiva en la lucha contra el tabaquismo y de la visión de consumo normalizada, es necesario igualar la legislación de todas las formas de consumo para hacer frente al crecimiento desproporcionado del vapeo entre jóvenes” señalan desde el Grupo de Abordaje al Tabaquismo de la semFYC, y añaden que “hay cada día más evidencia que existe riesgo para la salud en personas expuestas al humo de estos dispositivos”.
¿Dónde prohibiría la población fumar también? En el análisis pormenorizado de los espacios sobre los que hay más consenso para dejarlos libre de humo, destacan los entornos de los centros educativos, donde como media un 83,7% de la población encuestada está conforme para convertirlos en espacios sin tabaco.
El siguiente espacio que cuenta con una amplia mayoría para convertirlo en espacio libre de humo son las paradas de autobús, donde un 76,8% de las personas encuestadas se manifiestan favorables a incluirlas dentro de los espacios sin humo.
En materia de aceptar convertir en espacios sin humo otros lugares, la encuesta de la semana sin humo de 2025 ha puesto de manifiesto que el 65% de las personas proteger los lugares públicos abiertos, que el 62,7% estaría conforme en restringir el consumo de tabaco en las playas y que el 53,2% aceptaría que se evitara fumar en los coches particulares.

 
            