Solo el 55% de los españoles mayores de edad se identifica como católico, cifra que dista considerablemente del 90% registrado en la segunda mitad de los años setenta, según se ha publicado esta semana en un estudio de la fundación Funcas. En una sociedad tan secularizada como la actual, con escasos seminaristas e iglesias cada vez más vacías, el padre abad de Montserrat, Manel Gasch i Hurios (Barcelona, 1970), reconoció este jueves que la solución a esta situación pasa por crear una “propuesta auténtica y que entusiasme”. “En este mundo de la inteligencia artificial y tan tecnológico, de cierta deshumanización, la Iglesia debe presentar la propuesta cristiana como un nicho de sentido, como un lugar en el que la sociedad se reencuentre con ella misma”.
El papa León XIV tiene el perfil perfecto para el cargo que debe ejercer”
Coincidiendo con la celebración del milenario del monasterio benedictino de Montserrat, el padre Manel Gasch fue el invitado del último encuentro de Foros de Vanguardia, celebrado este jueves en el auditorio de la ONCE en Barcelona, que congregó a una nutrida representación de la sociedad empresarial, civil y política catalana.
Permitir mujeres sacerdote rompería la Iglesia Católica y causaría un cisma”
En una charla moderada por el periodista Ramon Rovira; el adjunto al director de La Vanguardia, Enric Juliana, y el jefe de informativos de RAC 1, Joan Maria Morros, el abad se refirió al recién nombrado jefe de la Iglesia Católica, el papa León XIV, de quien dijo que tiene “el perfil perfecto para ser Papa”. Aunque reconoció que quizás no tenga “el carisma” de su antecesor, el papa Francisco, considera que el tono más reflexivo de Robert Francis Prevost le permitirá un mayor encaje con todas las tendencias, incluso las más conservadoras. Gasch sugirió habrá continuidad pero que León XIV buscará más la unidad, también con todos los sectores de la comunidad católica de Estados Unidos.
Permitir mujeres sacerdote rompería la Iglesia Católica y causaría un cisma”
El abad de Montserrat, en el cargo desde el año 2021, no esquivó asuntos polémicos, como los casos de abusos sexuales que han salpicado al monasterio o las voces cada vez más numerosas que piden que la mujer pueda algún día oficiar misa. Sí alejó la posibilidad de que haya mujeres sacerdote: Es algo “complicado” y que, en todo caso, “tardará” ya que supondría una amenaza para la unidad de la Iglesia, aseguró. “Nunca nadie se ha atrevido a romper esta tradición. Hay un valor que es la unidad, y una decisión así sí que rompería la Iglesia y causaría un cisma, una ruptura absoluta con la Iglesia Oriental”, expuso Gasch. Y añadió esta reflexión: “Hay cosas que se pueden ver muy claras desde la Barcelona de 2025, pero la Iglesia es universal y debe caminar al ritmo de todas las culturas”. Aunque el capítulo de la mujer sacerdote no parece que llegue a corto plazo, Gasch quiso destacar los pasos decididos dados por el Papa Francisco a favor de la mujer. Citó la autonomía plena concedida al mundo monástico femenino (sin la supervisión de un obispo) y el hecho de que se haya nombrado por primera vez a una mujer como prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
A Montserrat le toca retirarse del papel de protección ejercido en los años 60 y 70”
Sobre los casos de pederastia que han salpicado el monasterio, el monje benedictino señaló que se ha vivido “con mucho dolor” e “intentando empatizar con las víctimas”, pero destacó que “se reaccionó pronto”. Siempre se ha dejado “la puerta abierta a escuchar a las víctimas que han querido ir a explicar lo que había ocurrido”, zanjó. El monasterio ha implantado protocolos, en colaboración con el Hospital Sant Joan de Déu y la Universitat de Barcelona, para que estas conductas reprobables no vuelvan a ocurrir.
Preguntado sobre el peso de Montserrat en la política, muy activo antes de la democracia, el padre abad reconoció que ahora lo que toca es ejercer un “papel de acompañamiento” y “de estar bien con todos”. Esta actitud conciliadora la mostró en todo momento cuando se le preguntó sobre cuestiones relativas al actual momento político. “A Montserrat le toca retirarse del papel de protección que ejerció en los años sesenta y setenta, un papel sustitutivo en una sociedad en la que uno no se podía expresar democráticamente”, expuso Gasch sin obviar la importancia de la cultura y la lengua catalanas. También se refirió a las diferencias de opinión que ha habido entre la Conferencia Episcopal Española o la Conferencia Episcopal Tarraconense, que llegaron a su culmen con el procés y que el padre abad ve hoy ya superadas.
Al acto de anoche asistieron Javier Godó, conde de Godó y presidente editor de La Vanguardia, y Carlos Godó, consejero delegado del Grupo Godó.
Contó además con una amplia representación del mundo empresarial. Entre los asistentes estaban: Josep Sánchez Llibre (Foment del Treball), Miquel Roca (Roca Junyent), Juan Molins (Cementos Molins), Ramon Agenjo (Damm), Antoni Llardén (Enagás), Luis Hernández de Cabanyes (Renta Corporación), Marian Puig (Isdin), Juan Ignacio Marull (PWC), Miguel Trias Sagnier (Grupo Godó) o Joaquín Uriach (Grupo Uriach), entre otros. También acudieron representantes de fundaciones de carácter social o cultural y entidades del tercer sector, como Fundació La Caixa, Cáritas, Comunitat de Sant Egidi o Creu Roja. En el auditorio estaban además representantes políticos, como el expresident José Montilla o el teniente de alcalde de Barcelona Albert Batlle.