“¿Jugarías a la ruleta rusa con tu páncreas?”

La lucha contra la bebida

Alcohólicos Anónimos celebra los 90 años del nacimiento de la organización en Estados Unidos

Celebración del 90 aniversario mundial de Alcohólicos Anonimos, se hace una reunión informativa y con algunos testigos, En Barcelona, 10 de Junio de 2025.

Parte del público que asistió al acto de Alcohólicos Anónimos 

Joan Mateu Parra / Shooting

Lo primero que le dijeron a Joan Mateu, el fotógrafo, cuando entró en el auditorio de la Casa del Mar de Barcelona fue que confiaban en su habilidad para hacer buenas fotos sin identificar a nadie. El anonimato no solo forma parte de la denominación de Alcohólicos Anónimos, sino del ADN de esta comunidad. Porque lo importante no es la identidad, sino ejemplos de recuperación que puedan ayudar a otros.

Ejemplos como el de Dani. “Hola, me llamo Dani y soy alcohólico”. “Hola, Dani”, respondió el auditorio al unísono a este joven que hallaba en la bebida la vía de escape a sus inseguridades y miedos. Se convirtió en el rey de las barbacoas, aunque solo porque le daban la excusa para beber ante los suyos. “Pero ellos dejaban de hacerlo y yo no, no podía parar”. Así hasta que un día se despertó en un hospital. Tenía una pancreatitis.

La organización es muchas cosas, pero sobre todo es una mano tendida

El médico le preguntó: “Oye, ¿tú jugarías a la ruleta rusa con tus hijos?”. “Doctor, yo no tengo hijos”. “¿Y con tu páncreas? ¿Jugarías a la ruleta rusa con tu páncreas? Porque es lo que estás haciendo”. Le dieron el alta y estuvo tan asustado que durante seis meses no probó el alcohol hasta que se volvió a engañar y se convenció de que era capaz de controlarlo, de volver a tomar una copa sin que pasara nada. Y…

“Y aquí aprendemos que no es la última copa la que te hace daño, sino la primera, la que te hace recaer”, explica Rafa, también alcohólico y uno de los ponentes en el acto de la Casa del Mar, donde recientemente se celebraron los 90 años del nacimiento de esta organización internacional, que vio la luz en 1935 en Estados Unidos. Hoy está presente en 180 países y ha escuchado y ayudado a unos cuatro millones de personas con un único objetivo: dejar de beber.

Reunión de Alcohólicos Anónimos, c. 1950

Una reunión de Alcohólicos Anónimos en 1950 

Getty

A Dani le hablaron de Alcohólicos Anónimos y fue a las primeras reuniones sin estar muy convencido, pero poco a poco descubrió que hablar con personas que habían pasado por su mismo infierno le ayudaba a mantenerse sobrio. El alcoholismo, dicen en la organización, “es una enfermedad incurable, pero se puede detener”. Dani, como Gema, Rafa o todas las personas de la sala, la han detenido.

La “doble A”, como la llaman a veces, no ofrece terapias ni alojamiento ni puestos de trabajo, pero ayuda a que los enfermos hagan todo eso por su cuenta. Tampoco apoya una ideología o unas creencias en concreto. No es una secta y se considera apolítica. No imparte enseñanzas ni facilita terapias. Solo vive de las aportaciones voluntarias de los miembros. No ofrece diagnósticos ni valoraciones clínicas y no sustituye a los sanitarios.

Entonces, ¿qué es Alcohólicos Anónimos? Una tabla de salvación “para quienes lo han perdido todo”, “para quienes padecen la enfermedad del autoengaño y la soledad”, “para quienes van directos a la muerte, la cárcel, la locura o la autodestrucción”. Es, como quedó patente en la Casa del Mar, todo eso y mucho más. Una mano tendida.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...