En España, durante este mes de junio –el más cálido en la Península desde que se tienen registros– murieron 380 personas por causas atribuibles al calor. De ahí que sea necesario tomar precauciones y estar, en especial, bien informado.
✚ Golpe de calor. ¿Qué es?
Un golpe de calor tiene lugar cuando se da un aumento repentino de la temperatura corporal. Este puede ocurrir en un contexto de altas temperaturas, haciendo ejercicio físico prolongado cuando el termómetro marca registros altos o “también por la toma de medicación, que produce vasodilatación”, explica a La Vanguardia Joan Seseras, médico de familia. “De ahí que las personas mayores sean más propicias a los golpes de calor”, añade.
✚ Temperatura corporal.
En caso de golpes de calor, lo más habitual es que la temperatura corporal sea alta, pudiendo alcanzar los 40 grados.
✚ Sintomatología.
El principal síntoma cuando uno sufre un golpe de calor, más allá del aumento del la temperatura del cuerpo, es el mareo, “pudiendo llegar incluso a la pérdida de conocimiento”, subraya Seseras. También se pueden dar lipotimias; cambios de estado mental o comportamiento; náuseas y vómitos, que suelen ser frecuentes; piel enrojecida por la subida de la temperatura; taquicardia (el pulso puede aumentar de manera considerable debido a que el estrés causado por el calor genera una enorme carga para el corazón, que hace un sobreesfuerzo para enfriar el cuerpo).; cefalea, provocando incluso palpitaciones en la cabeza; etcétera.
✚ Cómo actuar.
Si uno se siente mareado, lo ideal es, primero, avisar a alguien. Algunas personas mayores tienen el botón de teleasistencia en casa, que deberían activar en estos casos.
✚ Consecuencias.
Un golpe de calor puede generar una bajada de presión por falta de líquidos, pudiendo producir en los casos extremos la muerte de la persona. Sin una respuesta rápida para disminuir la temperatura del cuerpo, el golpe de calor puede provocar que el cerebro u otros órganos vitales se hinchen, pudiendo causar un daño permanente.
✚ Grupos de riesgo.
En especial, las personas mayores son las más vulnerables. Básicamente, porque están más débiles por su edad avanzada. También porque toman medicación. En este punto, Seseras lanza una advertencia. “Las personas que se medican acostumbran a tomar la misma medicación durante todo el año. Sería bueno que hablaran con su médico para reducir la dosis en verano, algo que es muy importante y no se hace lo suficiente. Sobre todo, si se toman diuréticos, que comportan la pérdida de líquido. También hay que prestar atención a los fármacos vasodilatadores, antihipertensivos…”. Los niños también son un grupo de riesgo, “aunque por suerte están más protegidos”, asegura Seseras. “Las personas mayores no lo están tanto”, agrega.
✚ Patologías asociadas.
Algunas enfermedades crónicas, como las cardíacas o las pulmonares, pueden aumentar el riesgo de sufrir un golpe de calor. También el sobrepeso, la inactividad y los antecedentes de haber sufrido golpes de calor.
✚ Prevención.
Para empezar, evitar la exposición al sol. También hidratarse, aunque no se tenga sensación de sed, algo que hará que el cuerpo sude y mantenga una temperatura corporal normal. Las quemaduras por el sol afectan también a la capacidad que tiene el cuerpo para enfriarse a sí mismo, de ahí que sea aconsejable protegerse con un sombrero y usar gafas de sol cuando se esté al aire libre. Es preciso también utilizar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar que sea mínimo de 15. Tampoco hay que dejar a nadie en un automóvil estacionado bajo el sol y con altas temperaturas, aunque estén las ventanillas bajadas e incluso el coche esté ubicado bajo la sombra. Esta es una causa común de muerte relacionada con el calor en niños.