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Daniel Palau inicia su obispado en Lleida “con cierto temblor pero con mucha esperanza”

Religión

En su primera alocución en catalán, castellano, italiano, inglés y guaraní, habla de la fragilidad de quienes intentan regularizar su situación como residentes  o de quienes buscan una vivienda digna

Ordenación del obispo de Lleida, Daniel Palau

Marc Carnice / Colaboradores

Daniel Palau ha sido ordenado este sábado obispo de Lleida en la Catedral Nova, la primera ordenación en la diócesis desde 1968, cuando fue ordenado Ramon Malla.

En su primera alocución, en catalán, castellano, italiano, inglés y guaraní, ha reconocido que iniciaba el obispado “con cierto temblor pero con mucha esperanza”.

“Compartiremos la vida, tanto como podamos, nos daremos apoyo en tantas y tantas situaciones de fragilidad, ya sea al lado de los más jóvenes, de quienes buscan trabajo, de quienes intentan regularizar su situación como residentes, de quienes quieren vivir la fe, de quienes buscan una vivienda digna”, ha afirmado dirigiéndose a su diócesis.

Palau (Barcelona 1972) hasta hace semanas sacerdotes de la diócesis de Sant Feliu de Llobregat y exdecano de la Facultad de Teología de Catalunya, es licenciado en Historia, con especialidad en Historia del Arte, en Teología y en Filosofía.

“Nuestra Iglesia de Lleida, con fortalezas y debilidades, muy próxima al mundo rural, contiene realidades que reclaman la presencia de hombres y mujeres de fe, aunque sea de una fe sencilla, ha afirmado dirigiéndose a los feligreses.

En su intervención ha remarcado el valor de la sencillez, la valentía y la amistad y se ha acordado de los pueblos en los que ha sido sacerdote, de sus padres ya fallecidos, de su familia y de Vimbodí del que ha dicho que “es el mejor pueblo del mundo”. Vimbodí le inspirado para elegir la vid como uno de los elementos de su obispado en el cetro y la mitra por ser el viñedo de su abuelo el lugar en el que ganó su primer dinero trabajando. El anillo y la cruz pectoral es regalo de la parroquia de Santa María de Corbera y el báculo la congregación de Catalunya de las monjas Hijas de la Virgen de los Dolores de Extremadura.

Daniel Palau salundado a Josep Rull junto al obispo emérito Salvador Jiménez.

Marc Carnice / Colaboradores

El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas ha presidido la ceremonia acompañado del cardenal y arzobispo metropolitano de Barcelona Joan Josep Omella y del hasta mayo obispo titular de Lleida, Salvador Giménez, además del cardenal arzobispo de Madrid José Cobo y del presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello.

El consejero de la Nunciatura Apostólica Giuseppe Commisso ha participado en la ceremonia que han concelebrado todos los obispos y obispos eméritos de diócesis con sede en Catalunya, los abades de Montserrat y Poblet y obispos de otras diócesis españolas y el de Kazakistán, José Luis Mumbiela y a la que ha asistido el presidente del Parlament de Catalunya, Josep Rull; el alcalde de Lleida Fèlix Larrossa, el subdelegado del Gobierno, José Crespín y el conseller de Justicia, Ramon Espadaler.

Daniel Palau, antes de ser ordenado obispo ha saludado a Jaume, un joven de 23 años, la primera persona a la que bautizó.

Obispado de Lleida

Primer bautizo de Daniel Palau, en 2002.

Cedida

A su ordenación han asistido también alcaldes y feligreses sus antiguas parroquias en Vilanova i la Geltrú, La Palma de Cerveró y Corbera de Llobregat. En su recorrido desde el palacio episcopal a la catedral, Palau ha saludado a un joven de 23 años al que bautizó en 2002, fue su primer bautizo.

El papa León XIV lo nombró el 21 de mayo como nuevo obispo de Lleida, dando respuesta a la renuncia de Salvador Giménez Valls, presentada en mayo de 2023, al llegar a los 75 años.

La ordenación de Palau es la primera que acoge la diócesis de Lleida desde 1968, hace cincuenta y siete años, cuando fue ordenado obispo Mons. los obispos que llegaron después ya lo habían sido de otras diócesis.

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