El párroco de Valdepeñas (Ciudad Real), Emilio Monte, ha vuelto a incendiar las redes sociales con sus declaraciones en la misa celebrada en la Parroquia del Santísimo Cristo de la Misericordia el pasado domingo, donde aprovechó para cargar contra los empresarios que explotan a los temporeros extranjeros que trabajan en las campañas de recogida de frutas y verduras de temporada.
“Quiero que tengáis claro tres cosas”, empezó el cura. “Si el jornal son ocho horas, son ocho horas, no son 12. Y, si son 12, se pagan las horas extra. Porque sea gente pobre o gente humilde, no te voy a pagar 50 euros porque estés 12 horas. Te voy a dar 50 euros porque estés ocho. Y si estás 12 te pagaré las horas extra. No me aprovecharé de ti, no me aprovecharé ni siquiera en las horas”, aseveró contundentemente.

Emilio Monte, cura de Maldepeñas, en una imágen de archivo
Posteriormente, se pronunció sobre las condiciones de las residencias que se ofrecen a los temporeros. “Si te tengo que dar vivienda, te la daré en un sitio donde yo me pueda ir a vivir. No digo el hotel Hilton, pero ni mucho menos en un sitio donde no viviría ni yo ni mis hijos”, señala. “Son personas y merecen su dignidad”, afirmó el cura.
“Y tercero: se les da de alta y se hace que esas personas tengan sus derechos sociales”, continuó en su homilía. “Los derechos escatimados al pobre Dios no los olvida nunca. Porque es aprovecharte del más débil. Toda persona, rica o pobre, tiene su dignidad, y debemos defenderla, finalizó el cura.
Las declaraciones del párroco se han popularizado rápidamente en las redes sociales, causando la admiración de muchas personas que han apoyado públicamente sus denuncias y lo han aplaudido por su autenticidad.
Esta no ha sido la primera vez que el cura de Valdepeñas crea revuelo en las redes sociales. En noviembre del 2020 se hizo viral por criticar duramente los reality shows, asociándolos a “la cultura del pelotazo”. “La gente cree que pega el pelotazo y no hace nada”, afirmó en una misa. En el mismo año, también ganó popularidad por echar la bronca a sus feligreses por no aportar dinero a la Iglesia cuando pasaban la colecta.