Drones para localizar nuevos “puntos calientes”

España en llamas

La USECIC de León, una de las provincias más castigada por la oleada de incendios, utiliza drones en busca de posibles nuevos focos, para alertar de evacuaciones o detectar prácticas peligrosas de cortafuegos

Miedo al “monstruo” de Jarilla, que no da tregua: “Si entra en el Valle, estamos perdidos”

Un agente de la USECI controla un dron para detectar posibles nuevos focos de incendios

Un agente de la USECI controla un dron para detectar posibles nuevos focos de incendios

J.V.

No están en primera línea de fuego, aunque en estos diez últimos días han visto las llamas que han abrasado la provincia de León más cerca de lo que nunca hubiesen imaginado. Pero el sargento Alberto y el cabo primero Alejandro, miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Comandancia (Usecic) de la Guardia Civil, controlan a la perfección un dron que —en momentos en los que la reactivación de focos es una de las mayores preocupaciones— es capaz de detectar desde el aire puntos calientes que amenacen con devastar todo lo que encuentren a su alcance. La cámara térmica que lleva incorporada capta la temperatura exacta del terreno con la precisión suficiente para que, desde la retaguardia, haga todas las alarmas saltar si encuentra un nuevo foco. Ambos explican que el aparato no sustituye a nadie, ¿pero cuántos uniformados serían necesarios para peinar los pastos leoneses que con un mando remoto se hace a una sola vista de dron?

La Usecic, una unidad de élite que tiene entre sus agentes miembros que han pasado por grupos especializados, tiene encomendadas tareas que abarcan desde el control de masas, apoyo en entradas y registros, refuerzo en zonas con alta conflictividad o intervención rápida en situaciones de riesgo, entre otras. Aunque desde la semana pasada, como en el resto de España, casi todo gira en torno a los incendios. En especial en provincias como la de León, que a última hora de la tarde concentraba los siete incendios más graves de Castilla y León. Minutos antes de echar a volar el drón a la entrada de El Ganso —uno de esos pueblos leoneses que en verano multiplican su población— un aviso de nuevo foco activa a una patrulla de la Guardia Civil. El fuego no da tregua.

El dron usado por la Guardia Civil en León para labores de prevención de incendios

El dron usado por la Guardia Civil en León para labores de prevención de incendios

J. V.

El sargento y el cabo primero, que han perdido la cuenta de las horas que se han alargado de más su días con el uniforme, echan a volar el dron capaz de tener una visión de hasta un kilómetro de distancia para comprobar que no hay ningún peligro inminente alrededor. “Un vuelo de reconocimiento”, resumen. Su área de actuación no se solapa con las zonas críticas, donde el fuego está muy cerca, porque el aparato —que no pesa más de un kilogramo¬— podría colisionar con los medios aéreos de extinción. La emergencia siempre prima. Por eso, se centran en encontrar en la pantalla, además de esos puntos calientes, si alguna persona —como se ha dado el caso— se ha adentrado en el monte para hacer un cortafuegos. La Usecic participó con su dron en las tareas de búsqueda exitosa de la mujer desparecida en Cármenes a finales de julio.

También, con un altavoz que se acopla al esqueleto, han usado el dron estos fatídicos días para dar avisos de evacuación. Los que tradicionalmente se hacían megáfono en mano: “Les habla la Guardia Civil…”. Al igual que el Instituto Armado, todos los cuerpos de protección civil cuentan hoy en día con drones que, en ocasiones, se vuelan al unísono, tal y como explican los agentes. En esos casos, la labor de coordinación debe ser máxima…

¡Pum! ¡Pum!

Dos disparos en seco interrumpen la explicación. No hay nada de lo que alarmarse, al otro lado de la carretera que da acceso a El Ganso hay un campo en el que está permitida la media veda de perdiz. Aún así, la hélices del dron empiezan de nuevo girar para comprobar que todo está en orden. En la pantalla que tiene el cabo primero Alejandro se puede ver —en distintas gamas cromáticas, según la temperatura— el cazador, sus dos perros… y casi la presa. Aunque falsa alarma, la rapidez con la que ha sido comprobada demuestra la utilidad de este tipo de aparatos en una provincia tan extensa, con largas distancias entre sus pueblos, con enormes zonas despobladas.

El dron de la Guardia Civil también les ha servido para visualizar el carácter destructor que están teniendo los fuegos, que muestran una evolución más favorable desde que finalizó la ola de calor. Aunque aún todo se fía a la fuerza del viento, que puede cambiar el escenario en cuestión de segundos. Mientras, en la Usecic seguirán cargando las baterías del teledirigido. Le quedan horas de vuelo…

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