Madrid no da cita hasta el 2027 para ecografías por bultos en pecho o cuello
El sistema sanitario público
Denuncian que la demora de pruebas diagnósticas pone en grave peligro la salud
Las protestas por la situación de la sanidad pública en Madrid se han sucedido en los últimos diez años
Ecografías para el año 2027. Y no ecografías cualquiera, sino de cuello o de pecho para analizar los bultos o dolores que sienten los pacientes. No son casos aislados. Está ocurriendo en la sanidad pública, en este caso de la Comunidad de Madrid, curiosamente la región donde más se ha incrementado el número de seguros sanitarios privados.
¿El motivo? El enorme problema de acceso al médico de familia, a los especialistas y a las pruebas diagnósticas. “Estas demoras ponen en grave riesgo la salud de los ciudadanos”, señalan desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.
“Una sanidad lenta, no es sanidad, porque te mueres en el camino”, señala Cristina Araque
Cristina Araque, de 51 años y residente en Alcalá de Henares, localidad madrileña de 200.000 habitantes, pensó que no era normal el dolor que tenía en el cuello, que le afectaba la garganta y al oído. “Será por el aire acondicionado, que me sienta fatal”, se decía. Pero la situación empeoraba y creyó que tener parte del cuello inflamado era un motivo más que suficiente para ir a su médico de familia. Eso fue en la última semana de julio.
El gasto de las familias en salud sube
En España, el gasto público en salud representa tres cuartas parte del total, pero el privado ha escalado de forma más constante en las últimas dos décadas y actualmente supone el 25,9% del gasto sanitario total. Los hogares españoles dedicaron en el 2023 un promedio de 631 euros por cada uno de sus miembros al cuidado de la salud. Un informe de la Fundación BBVA sobre el gasto en salud de los hogares españoles destaca que el desembolso privado aumentó un 50% entre el 2003 y el 2022, hasta situarse en 33.606 millones de euros. ¿A que destinan los hogares los gastos en salud? Según la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, en el 2023 la mitad del presupuesto (631 euros por persona) se destinó a la compra de aparatos y equipos terapéuticos como gafas graduadas, lentillas o audífonos (182 euros) y al pago de seguros privados de salud (131 euros).
La doctora apuntó a un problema de tiroides, así que pidió una analítica. Diez días después, con los resultados, otra médico le indicó que no veía nada en el tiroides, aunque reconocía que esos análisis eran muy básicos. La hinchazón y el dolor proseguían y el tratamiento farmacológico no funcionaba. “La verdad es que me estaba agobiando un poco. Que no sepan el motivo de ese bulto y las referencias al tiroides pues asusta”, explica.
“Que no sepan el motivo de ese bulto y las referencias al tiroides pues asusta”, explica una paciente
¿Qué hacer? Pues una ecografía, le indicó la doctora. Con eso, se saldría de dudas, o eso esperaba Cristina. El problema vino cuando fue a solicitar la prueba. “Era consciente de que habría que esperar un poco, pero nunca lo que me dijeron: ecografía de cuello para el 15 de enero del 2027. ¿Es una broma?, pregunté”, recuerda Araque, que a día de hoy sigue con su cuello hinchado y su dolor de oído y garganta.
Pero no, no era una broma. La misma fecha es la que dieron a la mujer que iba delante suyo en la cola para pedir. En este caso, la paciente presentaba un bulto en el pecho. La ecografía tiene la misma fecha, 15 de enero del 2027. Lo único que podían decir, atónitas, es que “esto es una auténtica vergüenza”. Eso sí, no se les ocurrió poner una reclamación (a pocos pacientes se les ocurre, algo que queda registrado). Su única esperanza es que el “médico de familia haga algo”. Pero poco pueden hacer estos sanitarios, reconocen desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.
No son casos excepcionales. La sanidad pública tiene un serio problema para los ciudadanos: el acceso a los profesionales y a las pruebas diagnósticas. En el caso de Madrid, la propia comunidad refiere unas listas con cifras con casi seis ceros. Un total de 967.237 personas están en las listas de espera oficiales, es decir algo más del 14% de la población está en una lista de espera (datos de julio). Según la información de la Comunidad de Madrid, la espera para una prueba diagnóstica se situó en julio en 60,91 días, con 174.409 personas en la lista, menos que las que había en mayo (189.933).
Araque y su compañera de prueba sanitaria ya no están en lista de espera. Su cita es para el 2027. “Dicen que una justicia lenta no es justicia. Pues yo digo que una sanidad lenta, no es sanidad, porque te mueres en el camino”, apunta esta mujer que destaca por su alegría y optimismo. “No soy nada hipocondriaca, pero esto asusta, la verdad”.
Un médico examina posibles bultos o lesiones en la glándula tiroides de una paciente.
La situación de la sanidad pública madrileña está en cuestión desde hace años. No en vano es la comunidad con el menor gasto anual por habitante. Madrid tiene un gasto por habitante de 1.415 euros, el más bajo de toda España, donde la media se sitúa en 1.717 euros. Asturias, País Vasco, Navarra, Extremadura, Aragón y Castilla y León superan los 2.000 euros. Y eso, pese a que es la región más rica.
Pero el colapso va más allá de Madrid afectando a muchas comunidades. El colapso en la entrada al sistema sanitario sigue patente. El Barómetro Sanitario del CIS, en su primera oleada de 2025, señala que las personas que solicitaron cita con su médico de familia tardaron una media de 8,78 días en conseguirla. Pero casi el 60% esperó más de seis días para ser atendido (el 13,2% entre 8 y 10 días y el 25%, más de 11). ¿La solución que adoptaron? El 55% acudió a los servicios de urgencias. Los sindicatos no cesan de advertir, a su vez, que estos están saturados.