El final del verano del 2025 pasará probablemente a la historia de la inteligencia artificial como uno de los momentos en que las esperanzas sobre la IA superaron con mayor entusiasmo cualquier previsión económica o de resultados prácticos. Esta semana, el presidente de Oracle, Larry Ellison, se ha convertido en el hombre más rico del mundo al superar a Elon Musk después de que transcendiera un acuerdo de su compañía con OpenAI para invertir en 300.000 millones de dólares en infraestructura de centros de datos, un dinero que esta, de momento, no tiene.
Medios de Estados Unidos reportan que, para que se cumpla el contrato entre Oracle y OpenAI, se necesitarían 4,5 gigavatios, el doble de la electricidad que puede producir la presa Hoover, equivalente al consumo de cuatro millones de hogares. ¿Dónde está el dinero? ¿Cómo se conseguirá toda esa energía? Todo el mundo habla de cientos de miles de millones de dólares de inversión, pero nadie parece tener claro cuándo y cómo se producirán el retorno y los beneficios.
En una especie de comedia del absurdo, durante la cena que mantuvieron en la Casa Blanca con Donald Trump los directores ejecutivos de las mayores compañías tecnológicas de Estados Unidos, el presidente estadounidense fue preguntando a cada uno de ellos cuánto pensaban invertir en el país. El fundador de Meta, Mark Zuckerberg, se comprometió a “algo así como al menos 600 000 millones de dólares” hasta el 2028. Tim Cook, de Apple, igualó la cifra. Más tarde un micrófono abierto reveló que Zuckerberg le dijo a Trump: “no estaba seguro de qué cifra quería”. Como estrategia de inversión, no parece muy fundamentada.
Representación gráfica del momento inversor de la IA
El término burbuja de la IA ya no parece asustar a nadie. El presidente del consejo de OpenAI, Bret Taylor, ha expresado de forma clara esa despreocupación. “Creo que es cierto que la IA transformará la economía y que, al igual que internet, creará un enorme valor económico en el futuro”, afirmó. “También creo que estamos en una burbuja y que mucha gente perderá mucho dinero. Creo que ambas cosas son absolutamente ciertas al mismo tiempo, y hay muchos precedentes históricos en los que ambas cosas son ciertas al mismo tiempo”.
Las cifras desafían la lógica tradicional. La inversión en centros de datos de IA en Estados Unidos es de cerca del 2 % del PIB total del país. Ese gasto en infraestructura de inteligencia artificial ha contribuido más al crecimiento del producto interior bruto que todo lo que gastan los consumidores estadounidenses, algo que nunca antes había ocurrido. La constructora McKinsey estima que la construcción de la infraestructura global de IA podría costar entre 5,2 y 7,9 billones de dólares hasta 2030.
En cierto modo, el crecimiento de la IA apoyada en los grandes modelos de lenguaje se compara ya con el de los smartphones, en especial con la aparición del iPhone en el 2007. A pesar de las mejoras incrementales, desde entonces no se ha vivido una sacudida como la del primer momento. La evolución sucede a la revolución. La semana pasada se presentaron en Cupertino (California) los nuevos iPhone, con una generación muy mejorada en hardware y sistema operativo, incluyendo el extrafino iPhone Air, pero nada tan transformador como lo que presentó Steve Jobs hace 18 años.
A la espera de algún avance que nos lleve de los grandes modelos de lenguaje a la llamada inteligencia artificial general (AGI) por sus siglas en inglés, una IA capaz de superar a los humanos en cualquier ámbito, la generación de imágenes es la que provoca nuestro asombro. Recientemente, con Gemini Nano-Banana y su asombrosa capacidad de edición de imágenes por IA. Ahora, el foco está en mayo del 2026. Es la fecha en la que llegará a la gran pantalla la primera película creada con una inteligencia artificial, bajo el título de Critterz.
Dos de los personajes de 'Critterz'
La idea partió de Chad Nelson, un creativo que trabaja para OpenAI, que ya realizó un corto con ese mismo nombre y personajes que se estrenó en el 2023. Ahora, la compañía que preside Sam Altman está prestando sus recursos para crear un largometraje mediante IA. Para eso, se ha asociado con productoras de Londres y Los Ángeles, con las que prevé estrenar la película en el próximo Festival de Cine de Cannes. Critterz está producida por Vertigo y Native Foreign. Su presupuesto es inferior a los 30 millones de dólares, mucho menos de lo que cuestan las películas comerciales de animación.
El guión ha sido elaborado por el equipo de Paddington: Aventura en la selva y la producción cuenta con la contratación de actores humanos para recrear las voces de los personajes de animación, así como de artistas gráficos para dibujar los personajes de la trama, aunque nada le impide ya saltarse esos dos pasos humanos. Estamos ante un momento Toy Story, cuando la industria del cine de animación se asomó al abismo de las películas realizadas íntegramente con computadoras.
La llegada de las películas de IA, si logran el favor del público, puede transformar por completo la industria. Sólo hay que ver la fidelidad con la que una inteligencia artificial generativa es capaz de reproducir personajes reales. Sin costes de producción como viajes, contingencias por el clima, iluminación, constructores y ni siquiera cámaras. Las empresas de entretenimiento, expectantes, tratan de luchar de momento en la batalla de los derechos de autor. En junio, Disney y Universal, de Comcast, demandaron a Midjourney. Discovery ha presentado más recientemente una demanda similar. La empresa editora de la Enciclopedia Británica ha demandado a Perplexity. Los creadores siguen afrontando el vendaval.
Diella es representada como una mujer con un vestido tradicional albanés
· Albania nombra ministra a una IA. Albania es el primer país del mundo en el que una inteligencia artificial se ha convertido en ministra virtual. El primer ministro albanés, Edi Rama, ha anunciado esta semana el nombramiento de Diella, hasta ahora una asistente virtual en la página de administración electrónica del gobierno albanés, como una nueva integrante del gabinete, que explicó en la necesidad de acabar con la corrupción en las licitaciones públicas.
· Cómo utilizamos ChatGPT. El National Bureau of Economic Research (NBER) de Estados Unidos ha documentado cómo ha evolucionado el uso de ChatGPT desde su eclosión en noviembre del 2022 y hasta julio del 2025, cuando ya lo utilizaba el 10% de la población mundial, más de 700 millones de personas. Los primeros en adoptarlos fueron hombres, pero con el paso del tiempo se ha ido reduciendo la brecha de género.E l uso laboral es más común entre usuarios con estudios superiores. Los temas de orientación práctica, búsqueda de información y redacción son los tres más comunes y representan casi el 80 % de todas las conversaciones.
· Jaume Miralles, director general de IA, Eficiencia y Datos. El Consell Executiu nombró ayer a Jaume Miralles director general de Inteligencia Artificial, Eficiencia y Datos de la Administración. El objetivo es que las iniciativas de inteligencia artificial tengan impacto a toda la Generalitat y sean escalables a fin de que una solución diseñada para un departamento pueda extenderse fácilmente a otras áreas o trámites de la administración. Miralles es ingeniero técnico de Telecomunicaciones e ingeniero superior en Electrónica por la Universitat Ramon Llull. Su carrera se ha desarrollado principalmente en IBM.


