‘Quédate a comer’, el triunfo de un podcast sobre la gastronomía... y la vida

En mejora continua

El formato, con más de cien entregas, se ha convertido en un referente del sector

XAVIER CERVERA 26/01/2024 Ada Parellada i Garrell (Granollers, 26 de febrero de 1967) es una cocinera catalana conocida por dirigir el restaurante barcelonés Semproniana y por su presencia en los medios de comunicación. Podcast 'Quédate a comer', con Cristina Jolonch.

La cocinera Ada Parellada y Cristina Jolonch 

Xavier Cervera

Son apenas 14 palabras, pero ya se han convertido en adictivas y en todo un referente para los amantes de la gastronomía o, simplemente, de las charlas interesantes y reposadas: “Bienvenidos al podcast Quédate a comer. Soy Cristina Jolonch y hoy comparto mesa con...”. Con cocineras, enólogos, médicos, psiquiatras, periodistas, hosteleros, científicas, diseñadores, activistas, veterinarias, sociólogas, artistas...

La heterogénea lista de invitadas e invitados al espacio que dirige y presenta Cristina Jolonch, redactora jefa de La Vanguardia y responsable del canal Comer, es un fiel reflejo de los intereses y la personalidad de esta periodista, que llegó a la gastronomía casi de casualidad, durante la etapa en que Màrius Carol, primero, y Josep Carles Rius y Juanjo Caballero, después, dirigieron el Magazine de La Vanguardia.

LV

Josep Carles Rius (arriba) y Juanjo Caballero 

A. Jiménez / P. Pomés

Ya sus primeros reportajes sobre cocina demostraron que comer es un acto social a través del cual se puede hablar de la cultura, el arte, la historia... De lo divino y lo humano. Ese espíritu transversal impregna el podcast y el canal Comer, que está a punto de cumplir diez años y que este lunes celebrará la quinta edición de sus premios. Como es habitual, nuestro director, Jordi Juan, entregará un galardón muy especial. Y lo hará con la satisfacción que le da la excelente salud de Quédate a comer .

El podcast se puede descargar en nuestra web y en todas las plataformas, incluida Spotify, donde roza la máxima puntuación de sus usuarios (un 4,8 sobre un máximo de 5). En alguna ocasión y con la mejor de las intenciones, ciertos colegas insistieron en que el mundo digital es un torbellino donde triunfa la inmediatez, lo ligero, la velocidad. Esos mismos colegas eran partidarios de recortar la duración de los episodios.

La complicidad

La directora y entrevistadora logra que las personas se despojen del personaje

Eso no varió la apuesta del canal Comer, a cuyos integrantes cita y elogia Cristina Jolonch siempre que tiene la más mínima ocasión (sin olvidarse de los becarios, como Diego Martorell, que el miércoles acabará sus prácticas en esta casa con notabilísimo acierto). Las entregas duran un promedio de una hora. Solo así se consigue la atmósfera idónea para que los entrevistados hagan revelaciones que incluso a ellos les sorprenden.

Las puntuaciones

Los usuarios de las distintas plataformas puntúan el espacio con notas muy altas

La cada vez mayor legión de seguidores del espacio ya sabe de qué hablamos: personas que se despojan del personaje para sincerarse y explicar como nunca antes habían hecho sus demonios interiores o la otra cara del éxito, pero siempre con la certeza de que hablan ante una entrevistadora y una audiencia que les escuchará con empatía, complicidad y cariño.

El cocinero Ricard Camarena aconseja a quienes quieran conocer su manera de entender la cocina (y la vida) que escuchen el podcast. Como reconoce el propio David Seijas, sumiller de El Bulli, participar en el espacio marcó un antes y un después para él. A través del correo electrónico, numerosos oyentes –a veces del otro lado del mundo– agradecen un formato que les conmueve y les acerca a sus raíces, a su pasado.

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Toni Massanés 

Miquel González / Shooting

Toni Massanés, una de las plumas estrella del Comer, calificó en una ocasión a la entrevistadora de “tremendamente humana y humanista”. La aludida asegura que lo que más le interesa “son las personas, las historias: si un episodio no sale bien, yo soy la única culpable porque todas las personas que pasan por el estudio de grabación tienen algo importante que contar”.

A veces esas historias no tienen nada que ver con los fogones, aunque las narren cocineras tan conocidas como Ada Parellada o Leo Espinosa, una de las más importantes de Colombia y de toda América, que dio la razón a García Márquez (“el realismo mágico es, en América, simplemente la realidad”) y habló de política colombiana, pero también del esoterismo de la selva.

Los amantes del flamenco dicen que solo la poesía y el cante jondo pueden lograr eso que ellos llaman el pellizco, un concepto que entenderán hasta los no aficionados. Todos los podcasts tienen en algún momento ese pellizco, como cuando Noah Higón, activista para la investigación de las enfermedades raras, narró su vida social y sus problemas de salud.

Hace casi diez años, a raíz de una distonia cervical, el menor de los hermanos Roca, Jordi, otro de los invitados, perdió la voz. Cuando la recuperó (por desgracia, solo temporalmente) hizo tres cosas: darle “un patatús” a su madre, leerle un cuento a su hija y acudir a Quédate a comer. Este pellizco dura exactamente 57 minutos y tres segundos, de principio a fin del episodio.

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