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Del miedo a la confianza: el camino de Lucía hacia el liderazgo

El programa internacional de formación Santander W50 ha conseguido formar a más de 1.300 mujeres que ocupan puestos de alta dirección para que puedan dar el paso a posiciones de máxima responsabilidad

Lucía Puig, Global Talent & Engagement Director en Deoleo, es un ejemplo de cómo las mujeres construyen su carrera paso a paso, inspirando a otras en el camino

Lucía Puig, Global Talent & Engagement Director en Deoleo,

“Como mujeres líderes, tenemos la responsabilidad de compartir nuestras experiencias, para servir de inspiración a otras profesionales”. Quien así se expresa es Lucía Puig, Global Talent & Engagement Director en Deoleo, una empresa multinacional de origen español, líder en el sector del aceite de oliva y otros productos de alimentación. 

Esta alta ejecutiva cuenta con una amplia experiencia en Recursos Humanos y gestión del talento en diferentes ámbitos como gran consumo, logística o publicidad exterior, tanto en España como en Reino Unido, donde ha pasado seis años. Esto no es obstáculo para que siga aprendiendo y asumiendo nuevos retos.

El pasado año, tuvo la oportunidad de participar en Santander W50, un programa internacional de formación y empoderamiento en el ámbito del liderazgo empresarial. Para Puig, esta experiencia, impulsada por Banco Santander en colaboración con la London School of Economics and Political Science (LSE), fue esencial “para mejorar un estilo de liderazgo auténtico y fiel a mis valores”.

Lucía tuvo la oportunidad de desarrollar diferentes habilidades y conocer herramientas aplicables al día a día. Al mismo tiempo, supuso “un verdadero desafío, que contribuyó decisivamente a que pudiera vencer mis propios miedos o inseguridades”.

Aprender para liderar mejor

En su labor profesional, la responsable de la gestión del talento humano en Deoleo ha podido detectar las competencias fundamentales para desempeñar una labor de dirección. En primer lugar, destaca “la inteligencia emocional, la búsqueda del autoconocimiento, la empatía y la capacidad de escucha activa. También es clave desarrollar un enfoque orientado al bienestar y la promoción de la diversidad en los equipos”. Asimismo, apunta la importancia que tiene “la capacidad de aprendizaje, la curiosidad, la adaptabilidad y el deseo de asumir nuevos desafíos”.

Puig tuvo, además, la oportunidad de participar en el comité organizador de Santander W50, lo que contribuyó aún más a su enriquecimiento personal y profesional. De su experiencia en el programa, se queda sobre todo con la posibilidad de adquirir una serie de conocimientos que luego ha llevado a Deoleo; y también de trabar amistad con un grupo de mujeres profesionales que han vuelto a reencontrarse en 2025 para seguir juntas en este viaje hacia un mejor liderazgo.

Lucía Puig, Global Talent & Engagement Director en Deoleo

Como ella misma explica, Santander W50 fue inspirador para impulsar en Deoleo su propio programa de mentoring femenino, llamado Creciendo juntas, que ya va por su segunda edición. Este proyecto “busca desarrollar las competencias de mujeres con potencial, cruzando áreas funcionales y nacionalidades, y apostando por la riqueza que proporciona la diversidad”.

Puig tiene claro que “es fundamental que las empresas aporten talento femenino en toda su cadena de valor, y que desarrollen políticas de igualdad que aseguren que no existan brechas salariales, como hemos hecho en Deoleo”. Esto no significa que no queden retos por asumir. Por ejemplo, en su organización, “queremos incorporar más mujeres en el área industrial, un ámbito que históricamente ha sido más masculino”, añade.

El valor de la educación para el liderazgo empresarial

Pese a contar con una sólida formación y una extensa experiencia, Puig sigue aprendiendo día a día. Hoy, la educación ha dejado de tener una fecha de inicio y final. Como demuestra el informe 'Habilidades del futuro', que recoge los resultados de una amplia encuesta internacional desarrollada por Banco Santander, la formación continua se revela como una herramienta imprescindible para afrontar un presente y un futuro laboral en el que muchos trabajos, derivados de la disrupción tecnológica y los nuevos hábitos de consumo, aún están por inventar.

Santander W50 combina formación académica de alto nivel en la LSE con herramientas prácticas de liderazgo, como coaching individual, trabajo en red, conferencias, casos reales y desarrollo de un plan estratégico personal

El objetivo principal de Santander W50 es preparar y potenciar a las mujeres en posiciones de alta dirección para que puedan dar el siguiente paso hacia puestos de máxima responsabilidad, como la presidencia o la dirección ejecutiva. Con una clara vocación global, busca fomentar el liderazgo femenino, la diversidad en las organizaciones y la creación de redes profesionales de alto nivel.

Desde su lanzamiento, Santander W50 ha formado ya a más de 1.300 mujeres líderes a lo largo de quince ediciones en once países y sus resultados hablan por sí mismos: muchas de sus alumnas han accedido posteriormente a consejos de administración, comités ejecutivos o han lanzado sus propias iniciativas de liderazgo. Además, el programa contribuye activamente a reducir la brecha de género en el ámbito empresarial, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

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