Antonio, el arquitecto que cambió los planos por el aula y descubrió una nueva forma de enseñar

El programa Santander Essential Teaching Techniques, impulsado junto a Harvard Business Publishing, ayuda a docentes de todo el mundo a transformar su forma de enseñar y conectar mejor con sus alumnos 

Antonio José Carpio, profesor en la Universidad Politécnica de Madrid, es un ejemplo de cómo la formación puede renovar la vocación docente y convertir la enseñanza en una experiencia más participativa y humana

Antonio Carpio BC Santander

Antonio José Carpio, arquitecto técnico y Doctor Cum Laude en innovación tecnológica

A veces, en el mercado laboral, la verdadera transformación no viene con un nuevo proyecto, sino que parte de la decisión de seguir formándose. Bien lo sabe, Antonio José Carpio, arquitecto técnico y Doctor Cum Laude en innovación tecnológica. El mercado laboral cambia cada día y él tuvo muy claro que no se iba a quedar atrás. La única forma de conseguirlo, seguir aprendiendo. Su historia demuestra que la pasión por el conocimiento puede enriquecer una carrera, abrir nuevas vocaciones y dejar claro que nunca es tarde para empezar de nuevo.

Tras casi treinta años dedicado a la arquitectura técnica, a redactar proyectos, dirigir obras o realizar peritajes, Antonio quiso dar un giro a su trayectoria. “Había hecho un doctorado y, al concluirlo, surgió la oportunidad de optar a una plaza en la universidad”. Fue así como llegó a la docencia en 2017. Enseñar se convirtió en algo más que una profesión. Pronto entendió que aquella vocación le exigía aportar algo nuevo que no veía en un sistema que no había cambiado prácticamente desde su época de estudiante, todavía en clases magistrales y poca participación del alumnado. Él quería enseñar de otra manera.

¿Cómo conseguirlo? La respuesta estaba en una formación que le ofreciera las herramientas y perspectivas en las que creía. Fue entonces cuando descubrió el Essential Teaching Techniques, impartido por Harvard Business Publishing con el respaldo de Banco Santander a través de Santander Open Academy. Un curso 100% online diseñado específicamente para docentes de Educación Superior que den clases en el momento de apuntarse en universidades de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Alemania, México, Perú, Polonia, Portugal, España, Reino Unido, Estados Unidos o Uruguay. Y lo más importante, cuyos objetivos coincidían exactamente con los propósitos de Antonio: ser capaz de transformar sus clases en espacios más participativos y dinámicos.

“Me llamó la atención que impulsaba criterios que yo no conocía, sobre todo criterios de neurociencia”, nos explica. Durante diez semanas, Antonio dedicó horas a estudiar, reflexionar y poner en práctica en su aula cada concepto aprendido. “Introduje debates, pausas activas, ejercicios colaborativos…” Los resultados, tal y como confiesa, “fueron increíbles”.

Enseñar desde otra perspectiva

Hoy, Antonio imparte clases en la Escuela Técnica Superior de Edificación de la Universidad Politécnica de Madrid y su manera de enseñar poco tiene que ver con la de sus primeros años como docente. Su metodología se aleja de las tradicionales clases magistrales, del profesor que explica y del alumno que simplemente escucha y toma apuntes. En su forma de enseñar, realiza pausas cada 15 o 20 minutos para que los estudiantes reflexionen, escriban y compartan lo aprendido.

“Un alumno no puede estar dos horas escuchando sin parar. Hacemos pequeñas pausas, resúmenes, debates rápidos”, explica. Y el protagonismo de los propios alumnos es esencial. Les pide que escriban, que dialoguen, que construyan conocimiento juntos. “He pasado de hablar más a escuchar más”, señala. El protagonista, dice convencido, “no es el profesor, es el estudiante”.

BC Antonio Carpio Santander

Antonio imparte clases en la Escuela Técnica Superior de Edificación de la Universidad Politécnica de Madrid y su metodología se aleja de las tradicionales clases magistrales

“La labor del docente es formarse constantemente, no podemos parar. El paso para poder cambiar está implícito en el aprendizaje”

Ese modo de trabajar, que implantó gracias a los conocimientos adquiridos en la formación Essential Teaching Techniques, le ha dado satisfacciones: “Quería comprobar si realmente funcionaba, así que al final del curso pasé una encuesta de valoración a mis alumnos”, rememora. “Confirmé que el esfuerzo por cambiar merecía la pena”. Porque el propósito es que el alumnado sea capaz de llevar a su entorno profesional el aprendizaje. “Lo que quiero es que cuando estén en la vida real se acuerden de mí y lo pongan en práctica”, asevera.

El valor de aprender toda la vida

Antonio es claro al hablar de la importancia de la formación continua. “Cambiar no es una amenaza, es una satisfacción”, reconoce. “La labor del docente es formarse constantemente, no nos podemos parar. El paso para poder cambiar está implícito en el aprendizaje”, señala. Porque el profesor, en su opinión, debe predicar con el ejemplo: “Igual que le decimos a los estudiantes que hay que usar los recursos que hay, también debemos hacerlo los docentes”, comenta.

Y ese mensaje va más allá de la docencia. En un mundo que evoluciona a la velocidad de la tecnología, la curiosidad, la humildad y las ganas de aprender se han convertido en las competencias más valiosas. Y en cualquier proceso de mejora profesional, siempre hay que dar un primer paso: “ese momento en el que decides formarte ya es, en sí mismo, un cambio”, reflexiona Antonio.

Las habilidades del futuro: aprender para seguir creciendo

El aprendizaje continuo ya no es una opción, sino una necesidad básica para cualquiera que quiera prosperar. Así lo confirma el estudio Habilidades del Futuro de Banco Santander, elaborado a partir de las opiniones de más de 15.000 personas en 15 países. La mayoría coincide en una idea común: en un mundo donde todo cambia con rapidez, la formación es el mejor recurso para mantenerse preparado, competitivo y abierto a las oportunidades que llegan.

Entre las principales motivaciones para seguir aprendiendo destacan tres: adaptarse a las nuevas tecnologías y a las demandas del mercado laboral, mejorar la empleabilidad y la competitividad profesional, y aumentar la eficiencia en el trabajo. No es casualidad que siete de cada diez personas crean que las nuevas generaciones trabajarán en empleos que todavía no existen. La actualización constante y la capacidad de reinventarse son hoy los motores del crecimiento.

El estudio también refleja una convicción. El 81% de los encuestados siente la necesidad de seguir ampliando sus habilidades, porcentaje que asciende al 87% entre quienes tienen estudios universitarios. Casi la mitad (45%) prefiere programas impartidos por profesionales de referencia y el 82% considera que la formación es esencial para mantener su empleabilidad entre los 25 y los 65 años. Son muchos los que opinan que la opción que tomó Antonio José Carpio es la única posible para avanzar.

Un curso que inspira nuevas formas de enseñar

Pero no todas las formaciones valen. Hay que dar con aquella que realmente se adapta a lo que necesitamos. Para Antonio, el programa Essential Teaching Techniques fue un punto de inflexión. Por supuesto, por las herramientas que le dio. Pero, sobre todo, porque le cambió la mirada. “He encontrado mi verdadera vocación dentro de la docencia”, nos explica. “Poder transmitir mi experiencia profesional con nuevas metodologías ha sido un cambio total, me ha permitido entender la enseñanza de una forma más humana, más participativa, más real”. Y todo ello lo ha logrado con su esfuerzo y con el apoyo decisivo del curso impulsado por Banco Santander. El curso, confiesa, ha supuesto para él “una renovación absoluta a nivel personal y profesional”.

Hoy, Antonio sigue construyendo, pero de otra manera. Ha cambiado el plano por la curiosidad de sus alumnos. Cada clase supone, para él, una nueva obra en marcha. Su historia, además, es una invitación a todos los que creen que ya es tarde para cambiar de rumbo. “Es fundamental seguir formándose”, señala. “Cambiar”, continúa, “nunca es una amenaza; es satisfacción poder transmitir todo ese conocimiento a los estudiantes”.

La formación es la herramienta más poderosa para reinventarse y la historia de Antonio es la mejor muestra de ello. Porque va más allá de adquirir nuevas habilidades, se trata de atreverse a transformar el mundo empezando por uno mismo.

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