Si un virus desconocido o un desastre natural matara en España a 1.800 personas al año saltarían todas las alarmas y correrían ríos de tinta. Pero si esas vidas son segadas, año tras año, por el asalto -como está ocurriendo en la última década- esa trágica factura cobrada por las carreteras se asume casi sin rechistar.
El número de muertes causadas por accidentes de tráfico se ha estancado desde 2016 en 1.800 al año, alerta Stop Accidentes. “La respuesta social ha perdido la inercia que permitió los grandes logros de la primera década del carnet por puntos”, añade esta asociación. Y recalca: “El gran paso adelante que se produjo en la reducción de víctimas mortales entre los años 2004 y 2013 lleva más de una década sin obtener nuevos avances”.
Stop Accidentes ha facilitado esta mañana esas alarmantes cifras, en el 25 aniversario de su existencia. Quiere remover conciencias. El balance de esos años de vida no puede ser más desolador. Desde el año 2000 las carreteras españolas se han cobrado más de 73.500 vidas.
Tras una década de avances, con el carnet por puntos, se ha entrado en otro túnel oscuro en lo que se refiere a víctimas
Y una comparación que refleja la magnitud de la tragedia: “Una población entera comparable a ciudades como Ciudad Real o Palencia ha desaparecido de la vida de otras tantas familias españolas en estos años, sin que eso haya sostenido el esfuerzo por seguir mejorando nuestras políticas de seguridad vial reduciendo la mortalidad de la circulación a motor”, lamenta esta asociación.
El análisis realizado Stop Accidentes muestra cómo, tras una década de enormes avances impulsados por el carnet por puntos y la reforma del Código Penal, España ha regresado a la senda del conformismo y el estancamiento.
Se recuerda que después de que en 2013 se marcase el mínimo de 1.680 personas muertas, “las cifras han retrocedido hasta situarse alrededor de 1.800 personas víctimas mortales al año, con la lógica excepción de los años del Covid”.
Nuevo perfil de la víctima
Ya no son tan jóvenes
El análisis de los datos confeccionados por la DGT durante estos últimos 25 años constata un cambio en el perfil de las víctimas. A principios de este siglo preocupaban los menores de 25 años. Los fines de semana eran especialmente trágicos en esa franja de edad. En 2004, por ejemplo, los menores de 25 años representaban el 12% de la población y el 20% de las personas fallecidas. Veinte años más tarde son el 10,5% de la población española y el 11% de las personas muertas.
El representante nacional de Stop Accidentes, Fernando Muñoz, ha dibujado esta mañana el nuevo perfil de las víctimas. “En la actualidad el grupo con mayor número de muertes son conductores y pasajeros de entre los 45 y los 54 años (son el 14% de la población y concentran el 18% de las personas muertas). El 80% son varones y da la sensación de que estas dos décadas de trabajo en prevención han alcanzado a todos, pero no en la misma medida que a quienes ya conducían hace 25 años”, afirma Muñoz.
Lo que no ha cambiado en todo este tiempo son las causas: distracciones, consumo de alcohol y velocidad inadecuada son las tres principales causas concurrentes de la mortalidad vial en nuestro país.
Esta asociación es especialmente crítica al recalcar que “los últimos 12 años se han caracterizado por la ausencia de nuevas medidas legislativas para seguir incrementando las sanciones contra los protagonistas de la violencia vial o mejorando la prevención”.
Y repite que a pesar de que cada día más empresas e instituciones participan en las acciones de prevención en España, “el conjunto de la sociedad parece haber entrado en un nuevo periodo de cierto conformismo”.
Control de alcoholemia de la Guardia Urbana en Barcelona.Miquel Muñoz / Shoointg.
Esa indiferencia actual con este drama recuerda a la respuesta a esta sangría del asfalto a finales del Siglo XX, aunque con la mitad de víctimas mortales que entonces. Después, entre 2003 y 2014, se consiguió revertir esa sensación de conformidad, que ahora parecer estar otra vez instaurada entre los ciudadanos. Como si no se pudiese hacer ya nada más para evitar que sigan muriendo personas en las carreteras.
La cara mortal del alcohol
La mitad de fallecidos lo consumió
El vicepresidente de Stop Accidentes, David Pérez de Landazábal, ha exigido, por su parte, a los partidos políticos que aprueben definitivamente la nueva regulación de cero alcohol al volante. Es una propuesta en tramitación. Los datos más recientes del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses muestran cómo la mitad de los conductores fallecidos en siniestros de tráfico habían consumido alcohol. Además, casi el 70% de los cadáveres analizados que dieron positivo en consumo de alcohol habían ingerido más de 1,20 gramos por cada litro de sangre, lo que constituiría por sí mismo un delito.
“El alcohol sigue siendo la principal causa de siniestros mortales en nuestro país. Conducir bebido no solo debería recibir el reproche penal, sino también el severo reproche social del que todos formamos parte”, afirma Pérez de Landazábal.
Es cierto que con una tasa de 37 personas muertas por cada millón de habitantes en siniestros de tráfico, España está por debajo de la media europea, que se sitúa en 44. Pero esa cifra, recuerda Stop Accidentes, está todavía muy por detrás de los países nórdicos, como Noruega y Suecia, cuyos índices están en 20 fallecimientos por cada millón de habitantes. Y con un clima mucho más hostil del que disfrutamos en los países mediterráneos, lo que añade dificultad a la conducción.
Lo que nunca podrán explicar esas cifras es el dolor de cada familia que se oculta tras cada una de esas víctimas”
“Las cifras explican por sí solas la dimensión del fenómeno y hasta qué punto es un problema social de primera magnitud al que no se está prestando la atención que merece. Pero lo que nunca podrán explicar esas cifras es el dolor de cada familia que se oculta tras cada una de esas víctimas. Las muertes de miles de personas se podrán evitar si seguimos tomando decisiones valientes. Esa es la razón de ser de nuestra asociación, que no se conforma con excusas ideológicas”, ha expuesto la presidenta de Stop Accidentes, Ana Novella, en la presentación de este estudio.
Para Stop Accidentes la denominada “Visión Cero”, ninguna muerte en la carretera, es un objetivo “realista”, que no hay que abandonar. La Unión Europea se fijó ese reto para el año 2050.
