“Un análisis de orina podría revelar el riesgo de desarrollar demencia décadas antes de que aparezcan los síntomas; a veces, las pistas sobre la salud futura del cerebro están en los lugares más inesperados”

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Según un nuevo estudio, una prueba de orina podría revelar el riesgo de desarrollar demencia, debido a que la presencia de proteína en la orina podría actuar como una señal temprana de posibles problemas de memoria

Una análisis de orina podria mostrar el riesgo de demencia

Una análisis de orina podria mostrar el riesgo de demencia. 

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Una simple prueba de orina podría revelar el riesgo de desarrollar demencia décadas antes de que aparezcan los síntomas, según muestra un nuevo estudio. Para la investigación, se ha seguido a 130.000 personas y se ha descubierto que la presencia de proteína en la orina podría actuar como una señal temprana de posibles problemas de memoria.

La investigación reveló que las personas con niveles más altos de proteína filtrándose en su orina —una condición conocida como albuminuria— tenían una probabilidad significativamente mayor de desarrollar demencia. La asociación fue más fuerte con la demencia vascular, la segunda forma más común tras la de Alzheimer, y con la demencia mixta, que combina características de ambas.

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De manera crucial, esta conexión se mantenía independientemente de cuán bien funcionaran los riñones en general. En otras palabras: la proteína en la orina podría predecir el riesgo de demencia incluso cuando los análisis estándar de función renal parecen normales.

Nuestros hallazgos subrayan lo estrechamente conectados que están los riñones y el cerebro. Ambos dependen de redes delicadas de vasos sanguíneos para funcionar correctamente. Cuando estos vasos se dañan —por presión alta, diabetes u otros factores—, el mismo daño que permite que la proteína se filtre en la orina puede reducir el flujo sanguíneo cerebral.

La proteína en la orina podría predecir el riesgo de demencia incluso cuando los análisis estándar de función renal parecen normales

Los riñones actúan como filtros: retienen proteínas útiles en la sangre al mismo tiempo que eliminan productos de desecho. Cuando esos filtros se dañan, la albúmina —una proteína— empieza a filtrarse hacia la orina.

El cerebro cuenta con su propia barrera protectora —la barrera hematoencefálica—, compuesta por células estrechamente unidas que impiden que sustancias peligrosas en la sangre ingresen al tejido cerebral. Así como un filtro renal dañado permite que proteínas se filtren, una barrera cerebral comprometida permite la entrada de toxinas y moléculas inflamatorias, lo que con el tiempo puede desencadenar los cambios cerebrales que conducen a la demencia.

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Este descubrimiento abre posibilidades interesantes para la prevención. Ya existen medicamentos usados para proteger los riñones que podrían también proteger la memoria. Los inhibidores de la ECA y los ARBs —medicamentos para la presión arterial que reducen la fuga de proteínas— podrían tener un doble efecto beneficioso.

Incluso fármacos más recientes muestran promesa. Los medicamentos GLP-1 como la semaglutida (conocido por marcas como Ozempic) y los inhibidores SGLT2 como la dapagliflozina, inicialmente desarrollados para la diabetes, también reducen la proteína en la orina. Aún no se sabe con certeza si previenen la demencia, pero los indicios iniciales son alentadores.

Aunque todavía no podemos demostrar que tratar problemas renales evite la demencia, la vía biológica tiene sentido

Aunque todavía no podemos demostrar que tratar problemas renales evite la demencia —eso requeriría seguir a participantes durante décadas en ensayos controlados—, la vía biológica tiene sentido, especialmente dado que el daño vascular afecta a ambos órganos.

Una pizca de prevención

Entonces, ¿cuándo deberías preocuparte por esto? El daño vascular se acumula durante años, de modo que la intervención temprana es más eficaz. Para la mayoría de las personas, centrarse en la salud del riñón y del corazón desde la mediana edad es sensato, especialmente si tienes diabetes, presión alta, enfermedad renal, obesidad o antecedentes familiares de estos problemas.

Actualmente, los médicos suelen analizar la proteína en la orina en personas con diabetes o presión arterial elevada. Pero nuestros hallazgos plantean la pregunta de si todas las personas mayores de 50 años deberían someterse a esta prueba, sobre todo quienes tienen múltiples factores de riesgo. Eso es algo que debe debatirse en términos de salud pública.

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Por ahora, no tienes que esperar a nuevas directrices para actuar. Los cambios en el estilo de vida que protegen los riñones también benefician al cerebro: dejar de fumar, controlar la presión arterial y el azúcar, llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio con regularidad puede reducir el riesgo tanto de enfermedad renal como de demencia.

Si futuros estudios confirman estos resultados, el análisis de proteína en la orina podría integrarse como parte estándar de las evaluaciones del riesgo de demencia. Es barato, no invasivo y puede hacerse mediante pruebas sencillas (tiras reactivas) en el consultorio médico.

Dejar de fumar, controlar la presión arterial y el azúcar, llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio puede reducir el riesgo tanto de enfermedad renal como de demencia

Aunque aún no hay cura para la demencia, la detección temprana y la prevención son nuestras mejores herramientas. Al reconocer que la proteína en la orina indica algo más que un problema renal, podemos identificar y proteger a quienes están en riesgo mucho antes de que aparezcan los trastornos de memoria. A veces, las pistas más importantes sobre la salud futura de tu cerebro se encuentran en los lugares más inesperados.

The Conversation

Hong Xu es profesora asistente en la División de Geriatría Clínica de Instituto Karolinska, en Estocolmo (Suecia). 

Este artículo se ha publicado originalmente en The Conversation.

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