Las lecciones de vida de Pere Quintana, con 108 años: “La curiosidad te mantiene despierto. Cuando uno se interesa por lo que pasa, no envejece por dentro”

Longevity

Farmacéutico de profesión, Quintana ha sido testigo de más de un siglo de historia sin perder la curiosidad, la sonrisa y las ganas de vivir

Pere Quintana está a punto de cumplir 109 años.

Pere Quintana está a punto de cumplir 109 años. 

La Vanguardia

“He vivido en una época en la que la salud era muy precaria. Mi madre murió muy joven y eso me marcó. Siempre he llevado una vida sencilla: comía poco, no fumaba —en la mili, cambiaba los cigarrillos por pan—, y no bebía vino porque me dolía el estómago. Durante años sufrí dolores de estómago y jaquecas terribles. Hasta que a los setenta tuve una hemorragia intestinal grave. Iban a operarme, pero un médico probó un tratamiento nuevo con antibióticos. Me curé sin cirugía y desde entonces, con 108 años, no he vuelto a tener dolor. Nunca más”. 

Los centenarios españoles saben lo que es la guerra, la postguerra, en muchos casos el hambre, las graves dificultades para llevar a cabo una vida diaria tranquila... Pere Quintana, con 108 años, lo contaba en La Vanguardia en una entrevista llena de autenticidad y aprendizajes vitales. Farmacéutico de profesión y melómano de corazón, Quintana ha sido testigo de más de un siglo de historia sin perder la curiosidad, la sonrisa y las ganas de vivir. Desde su casa de Barcelona, hacía algunas reflexiones vitales que conviene repasar.

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Paz y dinero para vivir bien

“Vivir bien significa dos cosas: estar en paz con la familia y tener una economía arreglada. Esto lo aprendí desde pequeño. Nosotros éramos diez hermanos, así que la armonía familiar era fundamental. No teníamos una vida fantástica, pero sí suficiente para vivir con tranquilidad”, cuenta Pere.

“Cuando nos trasladamos de Arenys de Mar, donde nací, a Barcelona, a la calle Pau Claris, pudimos llevar un tren de vida un poco más alto. Eso ya era mucho”. Haber pasado por dificultades, sin duda ayuda a ver la vida de otra manera y a valorar los pequeños tesoros cotidianos dándoles más valor.

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PERE Quintana

Mente lúcida y curiosidad

Qué ha llevado a Quintana a tener una mente tan lúcida a los 108 años es algo que él tiene clarísimo. Y su respuesta es común a la de muchos mayores que relatan sus secretos de longevidad. “La curiosidad”, asevera. Es curiosidad, en efecto, parece ser uno de los motores vitales más efectivos. 

“Siempre me ha gustado saber qué pasa en el mundo. También me ha encantado la lectura. Mi padre nos enseñó a leer el diario —él leía La Vanguardia cada día— y yo seguí su ejemplo. Durante décadas la he leído cada mañana, hasta que la vista empezó a fallarme. Y el hábito de querer entender todo lo que ocurre en el mundo y a mi alrededor nunca lo he perdido”, cuenta. 

Entonces, ¿la curiosidad ayuda a mantenerse joven? “Sí, porque te mantiene despierto. Cuando uno se interesa por lo que pasa, no envejece por dentro. Aunque siempre digo que hay que hacer menos cosas, pero hacerlas mejor”.

Siempre me ha gustado saber qué pasa en el mundo. También me ha encantado la lectura. Mi padre nos enseñó a leer el diario —él leía ‘La Vanguardia’ cada día— y yo seguí su ejemplo

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Hacer menos, pero mejor

Vivimos estresados, con impaciencia y obsesionados por la productividad, en los últimos tiempos. Nos mata el FOMO, el no querer perdernos nada, y también la dispersión por la enorme cantidad de estímulos a los que sometemos a nuestros cerebros. Pero Quintana, gracias a su experiencia vital, lo tiene claro: “No hay tiempo para hacer todo lo que nos gusta. No hay tiempo para todo, tenemos que escoger.  Hoy, por ejemplo, la gente viaja tanto que no profundiza. Hay que saber lo que uno ve y disfrutarlo. A mí me gustaba viajar con mi mujer, sobre todo cuando éramos jóvenes. Cada noche escribía un pequeño resumen del viaje, y aún conservo esos cuadernos. A mis nietas les encanta leerlos”.

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