El miedo es una reacción natural y adaptativa ante una situación o algo que implique un peligro real. Sin embargo, cuando aquello que despierta este temor no supone un riesgo real, pero aún así provoca una respuesta de terror irracional y excesivo, se estaría hablando de un caso de fobia. Las arañas, los perros, los espacios cerrados o los vuelos en avión representan algunas de las más comunes y, por tanto, conocidas. No obstante, existen muchísimos tipos de fobias más, capaces de limitar en gran medida la vida de las personas y afectar a su bienestar y a su salud. Una de ellas es la llamada clinofobia, el miedo a dormir.
La clinofobia supone una de esas fobias que conllevan un fuerte impacto en la calidad de vida de quienes la padecen, dado que interfiere con una función vital para la salud física y mental como es el descanso. Las personas con clinofobia experimentan un intenso “miedo ante el momento de acostarse en la cama y cerrar los ojos para dormir”, describe la psicóloga Belén Ramos Gómez. La consecuencia tiene que ver con las conductas de evitación, con el fin de retrasar el máximo tiempo posible esta situación y así no tener que enfrentarse a ella. Desafortunadamente, esto no hace más que alimentar y agravar ese miedo, según explica la especialista, dado que el mensaje que se le da al cerebro es que dormir representa un “estímulo aversivo”.
¿Cuáles son las causas de la clinofobia?
Detrás de una persona que padece clinofobia se pueden esconder diversos motivos, uno de los más habituales se relaciona con las experiencias traumáticas del pasado. Es decir, situaciones que han estado asociadas, ya sea de manera directa o indirecta, al momento de irse a dormir, afirma Belén Ramos Gómez. Esto ocasiona que ese miedo irracional se desencadene y se refuerce y mantenga a lo largo del tiempo. Los abusos sexuales o los casos de incontinencia suelen estar vinculados.
También es posible que la clinofobia se deba a trastornos de la ansiedad y estrés que tengan que ver con una dificultad para conciliar el sueño. Esto genera sentimientos de malestar y angustia hasta el punto de convertirse en un miedo. No obstante, los factores biológicos y genéticos igualmente influyen en los casos de clinofobia, tal y como advierte la especialista.
¿Existe un tratamiento para superar la clinofobia?
Una vez que se ha confirmado el diagnóstico por parte de un profesional, el paciente con clinofobia comenzará un tratamiento adecuado para su caso particular. Este suele suponer una combinación entre la terapia cognitivo-conductual, para aprender qué es se miedo y cómo gestionarlo de manera efectiva; técnicas de relajación y mindfulness, para calmar al cuerpo cuando aparezcan la ansiedad y el miedo; y una medicación para aliviar sintomatologías graves.


