El pastor del Pirineo que murió hace 4.000 años después de que le dispararan una flecha por la espalda y le quedara clavada en una costilla

Arqueología

El hombre,  que se recuperó parcialmente del ataque, se vio envuelto en las luchas entre las primeras comunidades pastoriles de la zona

El pastor del Pirineo que murió hace 4.000 años después de que le dispararan una flecha por la espalda y le quedara clavada en una costilla
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El pastor del Pirineo que murió hace 4.000 años después de que le dispararan una flecha por la espalda y le quedara clavada en una costilla

No hay ninguna duda. La flecha llegó por la espalda y cogió a su víctima desprevenida. El ataque fue en pleno Pirineo catalán hace más de 4.000 años. El impacto del proyectil, sin embargo, no acabó con la vida de ese individuo. El hombre consiguió recuperarse y sobrevivir algún tiempo con la punta de sílex incrustada en sus huesos antes ser enterrado finalmente en Roc de les Orenetes (Queralbs, Girona), a más de 1.800 metros de altura.

El pastor del Pirineo que murió hace 4.000 años después de que le dispararan una flecha por la espalda y le quedara clavada en una costilla

Dos arqueólogos trabajando el pasado mes de junio en el sepulcro de Roc de les Orenetes 

IPHES-CERCA

Los investigadores de l’Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) llevan desde 2019 excavando esta cueva utilizada como necrópolis prehistórica que fue usada durante dos o tres siglos para enterrar los cuerpos de más de 60 individuos que probablemente formaban parte de la misma comunidad.

Unos 6.000 fragmentos óseos humanos

Hasta la fecha se han recuperado al menos 6.000 fragmentos óseos humanos en este sepulcro de alta montaña, entre los cuales destaca la costilla con la flecha clavada. Los arqueólogos creen que este hallazgo constituye una prueba directa de un conflicto entre las primeras comunidades de pastores del Pirineo.

El análisis de estos restos, liderado por el doctor Miguel Ángel Moreno, profesor de Osteoarqueología en la Universidad de Edimburgo (Escocia), revela una población formada mayoritariamente por hombres adultos que estaban bien adaptados a las exigencias del entorno pirenaico.

Detalle de la punta de flecha de sílex incrustada en una costilla humana

Detalle de la punta de flecha de sílex incrustada en una costilla humana 

Maria D. Guillen / IPHES-CERCA

“Sus esqueletos son robustos, las inserciones musculares están bien marcadas y muestran signos de gran actividad física”, apuntan en un comunicado. Todo ello sugiere un estilo de vida exigente, ligado al pastoreo y al aprovechamiento de los recursos de altura con estrechos vínculos con el entorno, como lo demuestra que durante generaciones eligieran una cueva como lugar de entierro.

Trabajos anteriores ya estudiaron esqueletos con marcas de corte realizadas con hachas y dagas y fracturas óseas intencionales compatibles con enfrentamientos violentos. También se habían recuperado puntas de flecha, aunque la relación con los cuerpos aún era incierta, ya que se valoraba la posibilidad de que fueran parte del ajuar funerario.

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El nuevo hallazgo, aún así, ya no deja lugar a dudas. El fragmento de costilla presenta una punta de flecha incrustada, idéntica a otras descubiertas en el yacimiento, que entró por la espalda del individuo. Lo más sorprendente es que no murió de inmediato, ya que la herida se curó parcialmente.

“La punta se incrustó y el hueso comenzó a regenerarse alrededor. Considerando la posición y la trayectoria de la flecha, ésta podría haber matado a la persona en dos momentos: en el momento del impacto por desangrado o afectación de los pulmones (por ejemplo, un neumotórax), o bien al poco tiempo, por infección”, dice Carlos Tornero, catedrático de Prehistoria de la UAB.

En el sepulcro de Roc de les Orenetes se han encontrado los restos de más de 60 cuerpos

En el sepulcro de Roc de les Orenetes se han encontrado los restos de más de 60 cuerpos

IPHES-CERCA

“Si el impacto fue limpio y quedó encapsulado entre las costillas, y la infección se superó, la persona pudo haber sobrevivido y no ser la flecha la causa real de la muerte. Este tipo de detalle será el que abordaremos con los estudios pormenorizados que vamos a realizar”, añade el investigador.

El fragmento ya se encuentra en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos para ser analizado mediante microtomografía de rayos X. Más adelante será estudiado a nivel químico, genómico y proteómico en centros especializados de Barcelona y Estados Unidos.

El hueso de la costilla se regeneró alrededor de la punta de flecha

El hueso de la costilla se regeneró alrededor de la punta de flecha

Maria D. Guillen / IPHES-CERCA

Roc de les Orenetes es uno de los pocos yacimientos funerarios de alta montaña que cuenta con una densidad tan elevada de restos humanos bien conservados. Su investigación permite no sólo reconstruir cómo vivían las comunidades de pastores del tercer milenio antes de Cristo, sino también cómo se relacionaban, cómo cuidaban a sus muertos… y cómo, en ocasiones, se enfrentaban entre sí.

La cueva fue descubierta a finales de los años sesenta por un vecino llamado Cisco Coll. En 1973, el arqueólogo Eudald Carbonell llevó a cabo allí su primera intervención con el Grup Grober Xaialsa y, ahora, más de 50 años después, las excavaciones se han retomado en el marco del proyecto RAÍCES prehistóricas.

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