Un restaurante de San Francisco se hunde tras la bronca pública de su chef a una invitada influencer: “Básicamente salí corriendo, pero me gustaría haberme defendido”

Malas reseñas

Según contó Karla, el chef habló en voz alta sobre su número de seguidores, puso sus grabaciones a todo volumen y le lanzó preguntas incómodas sobre si conocía realmente el restaurante

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Karla ha salido ganando con esta situación tan desagradable

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Las reseñas en internet se han convertido en un arma de doble filo. Una sola valoración negativa puede condicionar la reputación de un negocio con la misma fuerza con la que un comentario positivo logra atraer clientes.

Los usuarios utilizan cada vez más estas opiniones como guía a la hora de elegir dónde gastar su dinero, y ese hábito ha hecho que la credibilidad de bares, restaurantes y tiendas dependa en gran medida de la percepción pública expresada en esas plataformas.

En muchos casos, la avalancha de críticas puede acabar derribando proyectos que parecían consolidados y, al mismo tiempo, impulsar a quienes logran despertar empatía o respaldo entre la comunidad digital.

Momento incómodo

El cocinero llegó a reproducir sus vídeos y a dudar de su papel como promotora del local

Ese efecto se vio reflejado en lo ocurrido en San Francisco con una creadora de contenido gastronómico llamada Karla. La influencer relató que, al acudir a un restaurante con el que iba a colaborar, el chef del lugar cuestionó su perfil delante de empleados y comensales. Según explicó, le pidió que mostrara sus estadísticas en voz alta y delante de todos, lo que derivó en una situación incómoda en pleno comedor.

La propia Karla contó en un vídeo que escuchó cómo el cocinero hablaba con otra persona del local sobre su número de seguidores y su capacidad para promocionar el negocio. Ella aseguró que, tras su llegada, el chef incluso llegó a reproducir algunos de sus vídeos en el móvil a todo volumen dentro del establecimiento.

La influencer explicó que en medio de ese intercambio el hombre le llegó a preguntar: ”¿Hiciste alguna investigación sobre este restaurante? ¿Sabes lo que hacemos? ¿Sabes quiénes somos?”. Ella no supo qué decir ni hacer. ”Básicamente salí corriendo, pero me gustaría haberme defendido”, aseguró en redes.

El restaurante terminó en el ojo del huracán. Después de que la creadora subiera su testimonio a TikTok, los internautas identificaron el local como Kis Cafe y criticaron con dureza lo ocurrido.

La presión se tradujo en decenas de reseñas negativas que hundieron la reputación del negocio en muy pocos días. Finalmente, el propio establecimiento emitió un comunicado en el que confirmó que el chef Luke Sung dejaba de formar parte del equipo y que cerrarían próximamente para reestructurarse.

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En paralelo, el efecto para Karla fue radicalmente distinto. Pasó de tener alrededor de 16.000 seguidores a superar ampliamente los 500.000, y su historia corrió entre quienes la apoyaban. Una muestra clara de que las reseñas y las reacciones digitales pueden dinamitar un proyecto o, por el contrario, catapultar a quien logra el beneplácito del público.

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