El vino de la semana: Gran Clos Blanc 2022

Beber

Pionero de la revolución blanca del Priorat, este vino se ha puesto al día sin renunciar a su alma clásica apostando por la fruta con crianza en madera. Acaba de cumplirse el 25 aniversario de su primera vendimia. En fase olfativa ya se muestra opulento. En boca brilla por su sapidez, con una marcada nota salina final, y una sensación táctil glicérica

Gran Clos Blanc

Gran Clos Blanc 

Angel Ucar

El Gran Clos Blanc es un vino pionero de la interesante revolución blanca que vive actualmente el Priorat. Elaborado con variedades autóctonas: garnacha blanca y macabeo de fincas propias. En su contraetiqueta se destaca la voluntad de alcanzar lo máximo ante la adversidad, y que se trata de una limitada producción de vino del Priorat fruto de viñas plantadas hace entre 30 y 90 años. 

Aseguran los responsables de este pequeño proyecto amparado por la DO Calificada Priorat que son viñas que “han sufrido diariamente para sobrevivir en suelos densos de pizarra en laderas empinadas”. Añaden que “su fruto ofrece una complejidad mineral única”.

Es un blanco que nació como Viña Llisarda con la añada del 2000. La presente es la última que elaboró el enólogo Josep Àngel Mestre, cuya familia lleva más de 50 años produciendo vino en la región del Priorat. Estudió Ingeniería Agrícola y Técnica, y también Enología en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. Desde la bodega se afirma que Josep Àngel Mestre “posee un profundo conocimiento de los dos factores más importantes de la vinificación: la viticultura y la química”.

Vendimia de uvas blancas en Gran Clos

Vendimia de uvas blancas en Gran Clos 

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Josep Àngel Mestre se incorporó al proyecto en enero de 2000. Esta pasada vendimia se han cumplido 25 años desde que se cosecharon por primera vez las uvas para elaborar este interesante blanco del Priorat. Aún comercializan en su tienda de Falset algunas sorprendentes añadas antiguas de este vino, incluso del 2003.

Cuentan con fincas que suman 32 hectáreas, de las cuales 22 son de viña. Trabajan las variedades garnacha tinta, cariñena, syrah, cabernet sauvignon, garnacha blanca y macabeo. Algunas de ellas fueron plantadas en vaso hace más de 100 años en Bellmunt del Priorat (la más vieja, con cuyas uvas de garnacha y cariñena elaboran el exclusivo tinto Cartus, es de 1924).

El enólogo Josep Àngel Mestre

El enólogo Josep Àngel Mestre 

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Sus vides carecen de irrigación. Están expuestas a empinadas laderas, a menudo abrasadas durante el día. Aseguran desde la bodega que “cuanto más se esfuerzan las vides, más consiguen atraer a las aves, por lo que el fruto que producen es más intenso y expresivo”. Están plantadas en suelos pizarrosos de textura franco-arcillosa.

Su producción se eleva a unas 50.000 botellas anuales. Exportan en torno a un 80% del total. Lo hacen principalmente a Suecia. También destacan los mercados de Rusia, Estados Unidos, Países Bajos y Bélgica. Fuera de Catalunya venden algo en Formentera, y también en Madrid. Y también comercializan aceite virgen extra de oliva arbequina.

Uvas de garnacha blanca con las que se elaboró el Gran Clos Blanc

Uvas de garnacha blanca con las que se elaboró el Gran Clos Blanc 

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Están abiertos al enoturismo, aunque sólo atienden visitas previamente concertadas. Su bodega sigue situada en su primera sede, una antigua casa dentro del pueblo de Bellmunt del Priorat, en la calle Montsant. En ella se crían sus vinos en un centenar de barricas situadas en el antiguo lagar.

La bodega se fundó en 1995, como Cellers Fuentes, por parte de Josep Maria Fuentes de Bellmunt del Priorat, quien recuperó viejas viñas en las que había soñado levantar una nueva bodega. En 2004, por diferentes motivos, la vendió. Una familia norteamericana dedicada a la comercialización de vinos, para quien el Priorat fue un gran descubrimiento del que se enamoraron, se hizo con este proyecto.

Es propiedad de una Sociedad Limitada Unipersonal (Gran Clos del Priorat, SLU) cuyo titular jurídico es el neoyorquino John Francis Weston Hunt. En 2006 la nueva propiedad fichó, a propuesta de Josep Àngel Mestre, a Xavier Peñas. Desde entonces es el director general y gerente.

Barricas de esta pequeña bodega de Bellmunt del Priorat

Barricas de esta pequeña bodega de Bellmunt del Priorat 

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Xavier Peñas afirma que buscan la excelencia con uvas propias sin pretender “ser mejor que el resto”. Eso sí, remarca que “procuramos hacer lo mejor que podemos intentando obtener buenas uvas”. Realizan un “control total” de todos los procesos “para mantener un mismo nivel cualitativo”. Xavier Peñas define el Gran Clos Blanc como “potencia, concentración y carácter”. Añade que “es un vino con el que visualizo su terreno y la climatología”.

El enólogo Josep Àngel Mestre manifiesta que “es la esencia del Priorat en un blanco fresco y frutal”. Cuentan que, aprovechando una antigua tradición de los viticultores del Priorat que consistía en cultivar vides de uva blanca entre las viñas de uva tinta, seleccionan la uva blanca de las diferentes plantaciones para elaborar su Gran Clos Blanc.

Viñedo de Gran Clos con las sierras de Pàndols y Cavalls de telón de fondo

Viñedo de Gran Clos con las sierras de Pàndols y Cavalls de telón de fondo 

© RAFAEL LÓPEZ-MONNÉ

La añada del 2022 contó con un invierno con temperaturas moderadas, y con una primavera que fue poco lluviosa. El verano destacó por ser caluroso, con picos de temperatura en agosto, septiembre y octubre. La maduración de las uvas fue lenta, favoreciendo que la fruta alcanzara menos maduración que en otros años. Se vendimió del 11 al 13 de septiembre en pequeñas cajas, de un máximo de 20 kilos. El Consejo Regulador de la DO Calificada Priorat calificó como “excelente” a esta añada.

Se elaboró con dos variedades autóctonas: un 75% de garnacha blanca y un 25% de macabeo. En bodega se realizó el triaje, y las bayas pasaron por la despalilladora. Las uvas pisadas, juntamente con la rapa para conseguir un mejor drenaje, se prensaron. Practican un prensado suave. El mosto permaneció durante unas 24 horas en una tina de acero inoxidable para conseguir un desfangado natural por decantación.

Gran Clos Blanc es potencia, concentración y carácter”

Xavier Peñas
Xavier PeñasDirector general y gerente

Fermentó y se crio durante nueve meses en barricas de roble francés de grano fino, de 300 litros de capacidad (para el macabeo) y de 400 litros (para la garnacha blanca). Las barricas son nuevas y de un vino al 50%. Una vez terminada la fermentación alcohólica en las barricas, donde el vino se mantuvo refrigerado en torno a los 12º C, se practicó el removido de las lías para dejarlas en suspensión (inicialmente tres veces por semana).

Vendimia en los viñedos de Gran Clos de Bellmunt del Priorat

Vendimia en los viñedos de Gran Clos de Bellmunt del Priorat 

© RAFAEL LÓPEZ-MONNÉ

La fermentación alcohólica se prolongó por espacio de unos dos meses. En esta añada no se realizó la fermentación maloláctica. La filtración del vino se realizó de forma muy suave. Del Gran Clos Blanc 2022 se elaboraron un total de 4.590 botellas. Presenta 14,5º de alcohol, y su acidez total se sitúa en 5,5 gramos por litro en tartárico.

Gran Clos Blanc 2022 es de color amarillo pajizo con tenues reflejos dorados, nítido y brillante. En fase olfativa ya se muestra opulento, destacando las notas de fruta de hueso (melocotón principalmente) fundidas con finas vainillas procedentes de la crianza en barricas. También ofrece un toque de tostados y ahumados en un fondo de hinojo. En fase gustativa brilla por su sapidez, con una marcada nota salina final.

Muestra una sensación táctil glicérica (se nota el trabajo realizado con las lías), primando la fruta (que en boca es más nectarina) por encima de una crianza en madera que es muy respetuosa con el vino. Habla de sus suelos pizarrosos y franco-arcillosos. Frescor y acidez en un vino con uvas maduras. Es un blanco que se ha puesto al día sin renunciar a su clara alma clásica.

Gran Clos Blanc maridado con un plato de foie gras

Gran Clos Blanc maridado con un plato de foie gras 

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A Xavier Peñas le gusta armonizarlo con un bacalao al horno con patatas panadera. Roger Grifoll, administrativo de la bodega, lo prefiere con unas gambas rojas de Palamós a la plancha, o también con un fricandó de ternera con setas. Y al enólogo Josep Àngel Mestre le gusta especialmente con un rissoto de boletus con foie y trufa, aunque también señala que “marida muy bien con el pescado azul”.

Es un vino que acompaña con excelencia platos como unos canalones con setas, o volatería como el pollo de payés con cigalas o una pintada rellena con jugo de setas. Desde la bodega recomiendan maridarlo con foie gras, patés o terrinas, y también con quesos azules y frescos de cabra. Incluso apuntan que “los aromas florales y afrutados lo hacen perfecto para maridar con cualquier carne o pescado cocido, y es ideal también para gambas y calamares”.

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