Ribera del Duero, donde el vino reinterpreta la elegancia del 'terroir'
Bodegas
Con solo unos años de historia, Finca La Capilla se ha convertido en una de las bodegas más prometedoras de la Ribera del Duero. Su vino La Capilla Crianza combina técnica, sensibilidad y respeto por el origen.
La bodega cuenta con 65 hectáreas de viñedo propio, organizadas en un auténtico mosaico parcelario, donde cada pequeño majuelo aporta matices distintos según su altitud, orientación y composición del suelo.
En el corazón de la Ribera del Duero, una de las regiones vinícolas más reconocidas de España, surge Finca La Capilla, un proyecto que representa el equilibrio entre tradición y modernidad. Bajo la dirección de la familia Forner, reconocida por su legado vinícola en Marqués de Cáceres, esta bodega boutique nació con una idea clara: expresar la fuerza del terroir ribereño a través de vinos elegantes, precisos y con alma.
Un proyecto con raíces y visión de futuro
La historia de Finca La Capilla comienza en 2019, cuando la familia Forner decidió emprender un nuevo capítulo en su trayectoria vinícola en la Ribera del Duero. Tras una cuidadosa búsqueda de suelos excepcionales, se asentaron entre Roa, La Horra y Anguix, tres localidades míticas para la viticultura ribereña, en el corazón de la Denominación de Origen.
El resultado es un trabajo minucioso en el viñedo, que interpreta la naturaleza con respeto y detalle. “Queremos reflejar la personalidad rotunda de la Ribera del Duero, pero llevándola hacia una expresión más equilibrada y refinada”, explica Cristina Forner, presidenta de la bodega. Ese equilibrio entre potencia y elegancia se ha convertido en el sello distintivo de Finca La Capilla.
Finca La Capilla apuesta por la tecnología y el respeto por la tierra. Mediante estudios de suelo e imágenes satelitales, la bodega selecciona las parcelas más singulares para reflejar en cada vino la identidad única de su origen
El carácter de un 'terroir' excepcional
El clima de la Ribera del Duero, con inviernos fríos, veranos calurosos y fuertes contrastes entre el día y la noche, da a las uvas Tinta del País su carácter intenso y equilibrado, con una estructura tánica firme y un perfil aromático profundo.
En Finca La Capilla, cada viñedo se trabaja por separado para conservar su personalidad. El proceso se completa con una crianza cuidada en barricas de roble francés de grano fino, que aporta complejidad sin ocultar la expresión de la fruta.
En Ribera del Duero, la uva Tinta del País produce vinos con más color, cuerpo y estructura, por las condiciones extremas de altitud y temperatura
El resultado es un vino de trazo limpio y sofisticado, donde conviven la intensidad de la Ribera y la elegancia que define el estilo Forner. Un tintocrianza que se disfruta hoy, pero que promete evolucionar con el tiempo, revelando nuevos matices con cada copa.
La Capilla Crianza, la esencia de un lugar
Entre los vinos que nacen en esta finca, La Capilla Crianza ocupa un lugar especial. Es el reflejo más puro de la filosofía de la bodega: un vino que combina precisión, elegancia y respeto por la tierra.
Su crianza, fiel al espíritu artesanal de Finca La Capilla, se desarrolla durante 14 meses en barricas de roble francés de grano fino, antes de reposar en botella entre 16 y 20 meses hasta alcanzar un equilibrio perfecto. El resultado es un tinto profundo y armonioso, donde la intensidad se viste de elegancia y cada matiz habla del paisaje del que procede.
La Capilla Crianza es un vino intenso, armónico y elegante, desarrollado durante 14 meses en barrica de roble francés de grano fino
En copa, La Capilla Crianza revela aromas de fruta fresca, envueltos en una madera fina e integrada, y se aprecian matices cremosos y toques sutiles de tostado en el paladar. Su textura envolvente y sedosa refuerza su carácter elegante. Un vino vivo, equilibrado y con capacidad de guarda, que invita a disfrutarlo hoy o a descubrirlo con el paso del tiempo.
Diseño y alma: una nueva imagen para un tinto de excepción
La última añada de La Capilla Crianza se presenta acompañada de una nueva imagen, a la altura de un consumidor cosmopolita y exigente. La etiqueta, con un rosetón en bajo relieve, tipografía elegante y una paleta cromática sobria, refleja la filosofía de la bodega: autenticidad, precisión y un concepto de lujo sereno.
El arte de disfrutar sin prisa
Más allá de su técnica y su estética, La Capilla Crianza invita a disfrutar del vino con calma. Perfecto para acompañar carnes, guisos o quesos curados, también se adapta a una mesa moderna, donde conviven recetas de distintas culturas. Es, en definitiva, un vino que une mundos: la tierra y la mesa, la tradición y la innovación.