La aprobación de la reducción de la jornada laboral de de 40 a 37,5 horas semanales sin reducción salarial ha desencadenado en las últimas horas reacciones de todo tipo. Alegrías, tristezas y, en el caso del sector hostelero, sobre todo una gran preocupación de cara a cómo va a repercutir este anteproyecto de ley en sus negocios.
En un comunicado enviado conjuntamente por Hostelería de España y la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), ambos colectivos afirman que la medida supondrá “un serio impacto”, no sólo para las empresas vinculadas a este sector, sino también para la economía nacional. “Cualquier sobrecoste de incremento en los costes laborales, produce incertidumbre. Y esto podría frenar la creación de empleo”, explica a La Vanguardia Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España.

Yolanda Díaz ayer durante una rueda de prensa
Según estiman ambas patronales, el aumento en los costes salariales podría suponer aproximadamente unos 2.538 millones de euros para las más de 300.000 empresas vinculadas al sector de la hostelería. Además, la reducción de tiempo de servicio y producción podría provocar una caída del 3% en la facturación, lo que representaría unas pérdidas de 5.099 millones de euros anuales.
Las microempresas, que constituyen el 94% del sector y tienen menos de 10 empleados, serían las más afectadas. “En las empresas de 2 o 3 todo esto va a traducir en un serio perjuicio, muchas empresas tendrán que cerrar algunas horas. Y una pérdida de tiempo se traduce en una pérdida de facturación”.
También advierte Gallego que sí se reducen las jornadas laborales florecerá el pluriempleo. “Habrá gente que necesite trabajar más horas. Esto va a a ocurrir”, señala, explicando que cualquier tipo de reducción supone un impacto distinto para cada sector.
Cualquier sobrecoste de incremento en los costes laborales, produce incertidumbre. Y esto podría frenar la creación de empleo
¿Además, subirán los precios de bares, hoteles y restaurantes? “Nosotros sobre precios no nos pronunciamos nunca, porque hay una Ley de Defensa de Competencia y se puede interpretar como una recomendación. Pero ahí tenéis los datos“, afirma el secretario general de Hostelería de España.
Desde la patronal, se critica que la medida no ha sido consensuada con los agentes sociales y que perjudica la flexibilidad de la negociación colectiva. ”Congreso y senado permiten una tramitación parlamentaria donde por lo menos se nos podrá oír. Ante esta situación estamos trabajando qué elementos podemos mejor. Si nos aplican decretos, por lo menos que nos eliminen rigideces“, dice Gallego, señalando cuestiones como el que en España exista una Ley que limite las horas extras trabajadas a 80 al año, o que se puedan aplicar contratos donde la jornada anual sea de distribución irregular. “Damos servicios en días que para otros son vacacionales o festivos. Esto exige una gestión de horarios diferentes. En una sector tan grande como el nuestro y tan complejo, no es lo mismo una empresa que está en una zona turística o industrial, que se dedique al lujo o al menú del día. Esa adaptabilidad solo se consigue en los convenios colectivos. Se ha eliminado ese impulso de negoción colectivo”.

Restauradores en Madrid
Ante las quejas del sector, el Ministerio de Trabajo ha planteado un plan de apoyo para pymes, con bonificaciones para la conversión de contratos a tiempo completo y asesoramiento para la adaptación a la nueva normativa. Sin embargo, la patronal ha rechazado la propuesta, argumentando que supone una intromisión en la autonomía empresarial y que podría poner en riesgo la sostenibilidad de muchos negocios.