La cocción adecuada de los alimentos es la principal defensa frente a la salmonelosis, una de las enfermedades infecciosas más comunes y temidas durante el verano. Así lo advierte Germán Bou, jefe del Servicio de Microbiología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), tras el brote de salmonela que ha afectado ya a 160 personas que asistieron al Trasan Fest, un festival de música, gastronomía y naturaleza celebrado el pasado fin de semana en Oza-Cesuras (A Coruña). La Consellería de Sanidade investiga si las tortillas despachadas en plena ola de calor fueron la causa de la intoxicación.
“La salmonela muere a 71 grados, por lo que cocinar bien los alimentos es fundamental para prevenir esta infección”, explica Bou. Aclara que no es necesario “poner un termómetro en la sartén”, pero sí garantizar que productos como la carne, el huevo o las salsas estén bien cocinados. El huevo, uno de los principales vectores de esta bacteria, debe cocinarse hasta que tanto la yema como la clara estén firmes.
Más allá de la cocción, Bou recuerda la importancia de mantener la cadena de frío, evitar la contaminación cruzada —por ejemplo, usando cuchillos distintos para alimentos crudos y cocinados— y lavar adecuadamente frutas y hortalizas. La salmonela se multiplica entre los 5 y los 45 grados, y su temperatura óptima de crecimiento es de 35 a 37 ºC, lo que la convierte en una amenaza real durante los meses cálidos y en eventos al aire libre.

Imagen del Trasan Fest
La Consellería de Sanidad ha confirmado hasta el momento 150 casos de salmonelosis vinculados al Trasan Fest. Más de 40 personas han requerido ingreso hospitalario, la mayoría en centros gallegos. Entre los afectados hay niños y mujeres embarazadas, colectivos especialmente vulnerables a los efectos de la deshidratación y a posibles complicaciones.
Aunque el foco aún no se ha determinado con total certeza, las primeras hipótesis apuntan a una tortilla mal cocinada servida durante el festival. El período de incubación de la salmonela oscila entre las 6 y las 72 horas desde la ingesta del alimento contaminado, según el Servicio de Alertas Epidemiológicas del Gobierno gallego. Las encuestas epidemiológicas siguen en marcha para confirmar el origen exacto del brote.
Una infección prevenible
Cuidar la higiene y la refrigeración de los alimentos puede marcar la diferencia entre una comida segura y una intoxicación grave
Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) se recuerda que las empresas alimentarias deben cumplir con estrictas normas de higiene y aplicar sistemas de autocontrol, además de estar sometidas a inspecciones y análisis oficiales. La legislación europea establece límites microbiológicos específicos para garantizar que la presencia de salmonela en los alimentos no suponga un riesgo para la salud pública.
“La salmonela es una infección prevenible, pero exige responsabilidad”, concluye Bou. “Evitar lo que huele o sabe mal, cuidar la higiene, cocinar bien y refrigerar mejor puede marcar la diferencia entre una comida segura y una intoxicación grave”.